¿Es posible prevenir el cáncer colorrectal?
El cáncer colorrectal tiene lugar en el intestino grueso y en el recto. Por desgracia, se trata de uno de los cánceres más comunes, por lo que es fundamental conocer sus síntomas para detectarlo y tratarlo con rapidez.
También es importante que cuidemos esta parte de nuestro cuerpo, ya que poco a poco pueden ir formándose pequeños pólipos que a la larga pueden resultar cancerosos, pero que se pueden prevenir.
Síntomas de cáncer colorrectal
En la web de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades se citan los siguientes síntomas como aquellos más representativos del cáncer colorrectal:
- Problemas intestinales recurrentes y cambios en las heces.
- Sangre en las heces.
- Molestias en el abdomen, similares a los cólicos, con gases y dolor.
- Pérdida de peso sin motivo aparente.
- Debilidad.
Ante la presencia de estos síntomas, debes acudir a tu médico para que te someta a una exploración y diagnóstico. Recuerda: las posibilidades de tratamiento son mayores cuanto antes se descubre el cáncer.
Factores de riesgo
En general, el riesgo de padecer cáncer colorrectal aumenta con la edad. Si bien no se sabe a día de hoy exactamente por qué aparece este tipo de cáncer, sí se conocen algunos factores que podrían incrementar el riesgo de padecerlo, entre ellos:
- Tener más de 50 años.
- Antecedentes familiares con cáncer colorrectal.
- Problemas intestinales crónicos.
- Diabetes.
- Mala alimentación con alto contenido en grasas perjudiciales y pobre en alimentos con fibra.
- Consumo de tabaco y alcohol.
- Sedentarismo.
- Sobrepeso y obesidad.
¿Puede prevenirse el cáncer colorrectal?
El primer paso preventivo que puedes dar es realizarte controles periódicos a partir de cumplir los 50 años. Sin dudas esta es la mejor opción para controlar el crecimiento de pólipos que podrían desencadenar la enfermedad. Además, es posible prevenir el cáncer colorrectal al eliminar algunos de los factores de riesgo.
Algunas investigaciones señalan que modificar la alimentación podría ayudar a prevenirlo. Sin embargo, los datos al respecto no son concluyentes. En líneas generales, se suele recomendar llevar una dieta baja en grasas animales y rica en vegetales, frutas y granos integrales.
Bajar el consumo de carne procesada y roja a la vez que se aumenta el consumo de verduras, frutas y cereales podría ayudar a reducir también el riesgo de padecer otras enfermedades crónicas, como la diabetes o las enfermedades cardiovasculares.
Para obtener proteína se recomienda optar mejor por carne de ave ecológica, pescado, huevos y legumbres. Estos alimentos aportarán la energía necesaria para nuestro organismo.
Por supuesto, se aconseja evitar llevar una vida sedentaria. Se cree que el ejercicio físico también ayudaría a disminuir el riesgo de cáncer de colon y recto, al igual que renunciar (o al menos no abusar) del alcohol y el cigarrillo.
El consumo de ciertos fármacos también es de utilidad para prevenir el cáncer colorrectal. Una publicación de la revista Bulletin Du Cancer demostró que la aspirina tiene un factor protector contra la aparición de este tumor. No obstante, su ingesta no sustituye al control médico periódico.
Alimentación integral
Los alimentos integrales no son una moda. De hecho, se cree que ayudan a prevenir el cáncer colorrectal, ya que l a fibra ayuda a mantener nuestro intestino limpio y saludable. Por eso, deberíamos tratar de escoger siempre alimentos con fibra y los menos procesados. Encontramos fibra en alimentos como:
- Frutas frescas y secas.
- Verduras y hortalizas.
- Legumbres.
- Frutos secos.
- A base de cereal integral: pan, harinas, grano (arroz, mijo, quinoa, trigo) y pasta.
Cuando aumentamos el consumo de fibra en nuestra dieta es importante aumentar también el consumo de agua entre comidas, ya que si no los primeros días podemos notar un mayor estreñimiento por la falta de líquido. Un estudio de Hepatogastroenterology señala que combinar fibra y agua ayudaría a aumentar los movimientos intestinales.
Beberemos por lo menos 6 a 10 vasos diarios. La cantidad de agua que necesitemos dependerá de nuestra edad, de si realizamos esfuerzos físicos y de la temperatura exterior.
Vitaminas y minerales imprescindibles
1. Calcio
Este mineral ha demostrado en algunos estudios reducir el riesgo de cáncer del colon y del recto. Lo encontraremos en los siguientes alimentos:
- Sésamo (en semillas, en tahín, en aceite, en gomasio…).
- Hoja verde (espinaca, acelga, brócoli…).
- Salmón.
- Sardinas.
- Almendras.
2. Vitamina D
Siempre que hablemos del calcio haremos también referencia a la vitamina D, ya que esta es imprescindible para asimilarlo bien. La fuente más natural y saludable de vitamina D es el sol. Podemos tomarlo en ratos breves a primera hora del día y al atardecer, exponiendo la piel al sol. También hay algunos alimentos que la contienen:
- Salmón.
- Caballa.
- Sardinas.
- Huevo.
3. Ácido fólico
El ácido fólico o vitamina B9 ayuda al organismo a crear células nuevas y, por este motivo, se cree que reduciría el riesgo de padecer cáncer de colon. Sin embargo, los estudios existentes hasta el momento no han logrado avalar dicha teoría. Lo encontramos en:
- Hojas verdes (acelga, brócoli, espinaca).
- Espárragos.
- Guisantes.
- Lentejas.
- Garbanzos.
- Fresa.
- Naranja.
- Papaya.
4. Magnesio
Este mineral se utiliza para aliviar problemas digestivos asociados al tránsito intestinal, como el de colon irritable, y también ayudaría a reducir (modestamente) el riesgo de cáncer, según datos publicados en European Journal of Clinical Nutrition. Tomaremos alimentos ricos en magnesio diariamente:
- Cacao.
- Semillas de calabaza, lino y girasol.
- Almendras.
- Anacardos.
- Nueces de Brasil.
- Judías blancas.
- Guisantes.
- Hoja verde.
5. Selenio
El bajo contenido corporal de selenio podría ser uno de los factores de riesgo del cáncer colorrectal, por este motivo, según algunos estudios, el aumento de su ingesta podría ayudar a reducir el riesgo de padecer esta enfermedad.
Se considera que este mineral sería especialmente importante a partir de los 40 años. Podemos tomarlo como suplemento o bien consumiendo diariamente dos cucharaditas de levadura de cerveza mezcladas con agua o un poco de zumo.
El chequeo constante es fundamental en la prevención
En conclusión, la mejor manera de prevenir el cáncer colorrectal es visitar regularmente al médico, sobre todo a partir de los 50 años, y someterse a las pruebas que él considere necesarias, además de llevar hábitos de vida saludable. Recuerda: ante cualquier molestia persistente, debes visitar al especialista.
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