¿Es posible prevenir las demencias?
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Hablamos de demencias en términos generales en el momento en que aparece algún deterioro en la capacidad mental de la persona, cuando ya es difícil poder llevar una vida autónoma. Pueden darse pérdidas de memoria, de orientación y de razonamiento.
Seguro que ya puedes adivinar que el tipo de demencia más común es, sin duda, la enfermedad de Alzheimer, que es una enfermedad neurodegenerativa que se manifiesta como deterioro cognitivo y trastornos conductuales.
No obstante, accidentes cerebrovasculares como un ictus también pueden provocar el desarrollo de las demencias.
¿Es posible prevenir las demencias?
Aunque está claro que nunca está dentro de nuestras posibilidades el poder evitar al 100 % este tipo de padecimientos, merece la pena conocer qué podemos hacer en el día a día para combatir la aparición de estos problemas que, en ocasiones, no dependen solo de nuestra edad, o de tener o no antecedentes familiares.
En ocasiones, un problema de tiroides falta de vitaminas puede provocar que tengamos pérdidas de memoria o un deterioro mental que, por lo tanto, no tiene nada que ver con “la demencia senil” que casi siempre asociamos con este tema.
Tal y como indica la Alzheimer’s Association, existen algunos factores de riesgo que pueden tener algo que ver en la aparición de las demencias. Así, en caso de que, por ejemplo, suframos un ictus, el disponer de una buena reserva cognitiva o el tener una buena salud va a hacer que los daños sean mucho menores a largo plazo.
Nunca podemos olvidar que nuestro cerebro goza de una gran plasticidad, que es como un músculo que debe ser ejercitado para hacerlo más hábil, con más conexiones neuronales y más tejidos que lo harán más resistente a cualquier problema degenerativo que podamos sufrir en el futuro.
Si evitamos el consumo de drogas u otro tipo de sustancias psicotrópicas que pueden provocar deterioro cognitivo, posiblemente estemos más protegidos de las demencias.
Sin embargo, no existen unos factores concretos que ayuden a disminuir el riesgo de incidencia de demencia. De cualquier manera, siempre está recomendado llevar a cabo una dieta equilibrada y hacer ejercicio regularmente para mantenernos en buena salud.
Te lo explicamos a continuación.
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1. Una dieta adecuada
Piensa durante un momento cuál ha sido tu dieta a lo largo de la semana. ¿Sueles comer muchos dulces? ¿Comida pre-preparada? ¿Añades sal a tus comidas? ¿Sueles consumir muchas harinas blancas refinadas? ¿Cuántas piezas de fruta comes al día?
Tal vez debamos hacer unos pequeños cambios. Para poder prevenir demencias y cuidar de la salud cerebral, podemos seguir estos consejos:
- Alimentos ricos en antioxidantes: Necesarios para proteger las neuronas de sustancias químicas como los radicales libres, evitando así su oxidación. No dudes pues en incluir en tu dieta los siguientes alimentos:
- Naranjas
- Limones
- Pomelos (toronja)
- Té blanco
- Té verde
- Fresas
- Arándanos
- Jengibre
- Manzanas
- Uvas rojas
- Alimentos con ácidos grasos Omega-3 y Omega-6, como los presentes en los pescados como el salmón, las nueces y el aguacate.
- Vegetales verdes como las espinacas y vegetales crucíferas, como el brócoli, la coliflor…
En resumen, tal y como indica la Alzheimer’s Association, lo mejor es apostar por una dieta mediterránea.
2. Ejercicio moderado
Apunta en mayúscula este dato: caminar se asocia a la preservación de la salud cognitiva. Así lo confirman investigaciones como la publicada en 2009 en la revista The Gerontologist. Así pues… ¿Por qué no empezar hoy mismo?
No hace falta cansarnos ni tampoco llegar al máximo de nuestros esfuerzos. Así, basta con ser constantes y dedicar cada día entre media hora y una hora a ser activos, a movernos, a poner en marcha nuestro corazón y elevar nuestras pulsaciones.
Cuando vuelvas a casa y te des una buena ducha, la sensación de bienestar no tendrá precio. ¡Y tu salud cerebral lo va a agradecer!
3. Mantén sano tu corazón para tratar de prevenir las demencias
¿A qué nos referimos con “mantener sano” nuestro corazón? A varios e importantes aspectos que debes tener muy en cuenta:
- Primero mantén regulado tu nivel de colesterol.
- Cuida de no padecer hipertensión.
- Evita fumar.
- Evita la comida alta en grasas que favorezca la aparición de arteriosclerosis.
- Gestiona de modo adecuado tus situaciones de estrés y ansiedad.
- Evita el sobrepeso.
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4. Sí a cuidar de nuestras relaciones sociales
No te quedes en casa, di no a horas y horas de televisión y anímate a salir con tus amigas, con tus familiares. Disfruta también de las risas, de las bromas, de nuevas experiencias tengas la edad que tengas.
Atrévete a emprender ese viaje, a salir de la rutina y a apuntarte a todos los cursillos que quieras. Todo ello son estímulos maravillosos que ampliarán tu reserva cognitiva y que te permitirán gozar de un cerebro más sano y feliz.
5. Sí a aprender algo nuevo cada día
Un cerebro que cae en la monotonía diaria, es un cerebro que “se oxida”, que pierde así la agilidad día a día y que empieza a tener problemas de memoria.
Si le ofrecemos estímulos diarios, le ofrecemos “otro tipo de nutrientes” con los cuales crear nuevos anclajes neuronales, nuevas conexiones que sustentan aprendizajes y conocimientos.
Así pues, no pongas muros a tu curiosidad: lee, busca, aprende, mira las cosas desde un punto de vista crítico y busca nuevas verdades, nuevos incentivos que harán feliz a tu cerebro y que te permitirán evitar posibles demencias.
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