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Mi problema es esperar a que los demás actúen como lo haría yo

4 minutos
Aunque nos pueda parecer injusto, solo podemos esperar el 100% de nosotros mismos, ya que el resto de personas también tiene sus intereses y estos no siempre coincidirán con los nuestros.
Mi problema es esperar a que los demás actúen como lo haría yo
Bernardo Peña

Escrito y verificado por el psicólogo Bernardo Peña

Escrito por Valeria Sabater
Última actualización: 06 julio, 2023

Solo yo conozco el sufrimiento y la frustración de esperar a que los demás actúen como lo haría yo. Pensar este tipo de cosas es un error en el que caen muchas personas y que, lo queramos o no, afecta a nuestro equilibrio emocional.

Cabe decir que todos nosotros solemos poner altas expectativas en las personas que más queremos, y lo hacemos así porque nos ofrece seguridad. Te invitamos a reflexionar sobre ello.

La frustración de esperar a que los demás actúen como lo haría yo

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“Yo sé que mi pareja me apoyará porque yo lo haría por ella”. Suponer, prever y, en esencial, esperar a que esa persona actúe como lo haríamos nosotros es un modo de “controlar nuestro mundo” y de estar seguros de determinadas cosas.

No obstante, las cosas no siempre suceden como pensábamos, y de ahí las decepciones. Queda claro que todos necesitamos de un porcentaje de seguridad en nuestra vida. De no tenerlo, no sabríamos a qué atenernos y sufriríamos.

Ahora bien, no debemos llevar al extremo estos pensamientos: no es adecuado pensar que el resto del mundo debe actuar de acuerdo a nuestros valores.

El poder de las expectativas o esperar a que “los demás actúen como lo haría yo”

Los padres y las madres aguardan a que sus hijos se comporten como ellos lo harían. Un amigo suele esperar a que nosotros les defendamos en toda situación y en todo problema. Un marido espera que su esposa actúe en todo momento según sus propias expectativas.

Estamos seguros de que en tus entornos más cercanos te habrás enfrentado a situaciones como esta. Son expectativas peligrosas que pueden acabar dañando con gravedad a las dos partes. No es lo adecuado. Veámoslo con detalle.

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Si no actúas como yo espero me defraudas

Si no apoyamos a ese amigo en la iniciativa que tiene en marcha nos etiqueta de “falsos o de traicioneros”. Es muy posible que sus objetivos no sean acordes a nuestros valores. O que, simplemente, en ese momento no podamos ayudarle por problemas personales.

  • Hay quien no es capaz de empatizar con las otras personas para entender sus realidades particulares y su derecho a pensar diferente. No comprenden cómo funcionan las relaciones positivas basadas en la reciprocidad y el respeto.

Nadie tiene la obligación ni el deber de actuar de acuerdo a expectativas ajenas. De hacerlo, nos alejamos de nuestra personalidad y se vulnera nuestra autoestima.

La necesidad de tener el control en todos los ámbitos de nuestra vida

Hay quien no acepta la incertidumbre; el no saber qué va a ocurrir, el ver reacciones o actuaciones sobre las que no tiene control.

¿Cómo aceptar que uno de nuestros hijos nos diga que no desea hacer una carrera universitaria si es lo que siempre habíamos soñado?
¿Cómo asumir que un amigo nos diga que prefiere irse de vacaciones con sus compañeros de trabajo antes que con nosotros?

  • Las personas que no toleran que el resto de personas actúen de acuerdo a sus elecciones, pueden sufrir una alta frustración y decepciones que dañen su autoestima.
  • En realidad, bastaría solo con ser más empáticos. Y, ante todo, dejar de prever cómo deberían actuar los demás basándonos solo en lo que haríamos nosotros.

Voy a esperar de mí y no a que los demás actúen como lo haría yo

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Derechos

Quien deja de esperarlo todo de los demás vive con más libertad y con más energía para centrarse en lo que de verdad es importante: esperarlo todo de uno mismo.

  • Tienes derecho a esperar a que los demás te respeten.
  • Te corresponde ser amado, pero no controlar la vida de quien te quiere ni a dejar que los demás te controlen a ti.
  • Tienes derecho a esperar reciprocidad, pero no a confiar en que los demás estén de acuerdo con todas tus ideas, elecciones o valores.
  • Es importante que luches por tus sueños y permitas que los demás alcancen los suyos a pesar de que estos sean muy diferentes a los que tienes tú.

Obligaciones

  • Tienes la obligación de preocuparte de ti mismo y de cuidar de tu autoestima. De evitar decepcionarte porque el mundo no reacciona como lo harías tú.
  • Debes ser “proactivo”, capaz de crear tu propia felicidad evitando depender al 100% de los demás. Acepta las negativas, asume que, de vez en cuando, puedan decepcionarte.
  • Entiende que también nosotros podemos decepcionar a los demás, y no por ello somos mejores o peores personas. Solo somos personalidades que intentamos ser felices de acuerdo a nuestras identidades, en libertad pero respetando siempre al prójimo.

Para concluir, es importante entender que no solo el mundo es caótico, también lo somos las personas. Por ello, repítete cada día: No voy a esperar a que los demás actúen como haría yo. Es una fuente de estrés y sufrimiento muy elevada. No vale la pena.


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