Espirometría: qué es y cómo se realiza

Las enfermedades respiratorias puede afectar notablemente los pulmones y su función. Por fortuna, existen pruebas como la espirometría, que miden el flujo de aire y permiten detectar alteraciones.
Espirometría: qué es y cómo se realiza
Leidy Mora Molina

Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina.

Última actualización: 06 julio, 2023

El personal médico cuenta con múltiples pruebas diferentes que permiten conocer el estado general de los pulmones y otros órganos. Uno de los estudios disponibles para medir el funcionamiento pulmonar es la espirometría.

La espirometría es una prueba rápida, segura, indolora y no invasiva que se usa para determinar cómo están funcionando los pulmones. El estudio informará la cantidad de aire que los pulmones movilizan y su velocidad.

Todos los valores estudiados en una espirometría se ven alterados en una gran cantidad de enfermedades respiratorias. De esta manera, la prueba es útil en el diagnóstico del asma, por ejemplo. De hecho, estudios establecen que es de especial interés en la detección de patologías respiratorias obstructivas (EPOC).

¿En qué consiste la espirometría?

La espirometría es un estudio que emplea un instrumento especial llamado espirómetro. El espirómetro consiste en una boquilla conectada a un aparato especial, el que se encargará de medir el flujo de aire. Durante la prueba, el médico le pedirá que respire con total normalidad, aunque en ocasiones puede ser necesario realizar respiraciones profundas.

La espirometría es capaz de medir una gran cantidad de variables relacionadas con el flujo de aire en los pulmones. No obstante, los parámetros que tienen mayor valor a la hora de la detección de enfermedades, según un artículo de la revista “Neumología y cirugía de tórax”, son los siguientes:

  • Capacidad vital forzada (CVF): es la cantidad total de aire exhalado después de una inspiración profunda.
  • Volumen espiratorio forzado en el primer segundo (VEF1): es la cantidad total de aire que se espira en el primer segundo posterior a una inhalación profunda. El valor normal de este parámetro es mayor al 80 %.
  • Cociente VEF1/CVF: es la fracción de aire que exhala la persona en un segundo con respecto a su capacidad vital forzada.

Por fortuna, la espirometría es un estudio rápido que cualquier persona mayor de 5 años puede realizar. No conlleva grandes riesgos y tiene muy pocas contraindicaciones.

Niño con asma que debe realizarse espirometría.
Cuando hay sospecha de asma o se quiere corroborar la evolución de la enfermedad en un paciente, la espirometría aporta datos valiosos.


¿Para qué sirve?

Uno de los principales usos de la espirometría es la detección de enfermedades respiratorias, sobre todo aquellas que cursan con obstrucción. Esta prueba es de especial utilidad a la hora de diagnosticar asma y establecer su gravedad .

Además, también permite detectar las siguientes afecciones:

  • Fibrosis intersticial pulmonar y otras patologías restrictivas.
  • Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
  • Fibrosis quística.

El estudio también determina la causa de síntomas anormales, como falta de aire, tos y sibilancias. Es de especial utilidad para medir la efectividad y respuesta al tratamiento. Por último, puede indicarse para evaluar la función pulmonar antes de una cirugía.

Preparación para la prueba

Al ser una prueba no invasiva, no es necesaria una preparación rigurosa previa. Las personas pueden seguir estas recomendaciones:

  • Usar ropa cómoda y holgada el día del examen.
  • Evitar fumar o exponerse al humo de cigarrillo al menos 1 hora antes.
  • No ingerir bebidas alcohólicas al menos en las 4 horas previas a la espirometría.
  • Evitar las comidas pesadas y la actividad física intensa el día del examen.
  • Los antigripales, la cafeína y las bebidas carbonatadas también deben evitarse.

Los fármacos broncodilatadores, como el salbutamol y otros inhaladores, pueden interferir con los resultados de la prueba. Las personas deberán preguntar si es necesario suspender su uso antes de la realización de la espirometría.

Procedimiento

Al inicio deberá estar cómodo, evitando utilizar prendas ajustadas o que compriman el tórax. El médico o la enfermera le indicarán que se siente y procederán a colocar una pinza que comprima ambas fosas nasales. La pinza se coloca con la finalidad de evitar que el aire se escape por esta vía.

Posteriormente, el médico le pedirá que tome una inspiración profunda y que contenga la respiración durante unos segundos. Luego, deberá colocar sus labios en la boquilla del espirómetro, tratando de que queden sellados. Una vez tenga los labios la boquilla, deberá exhalar lo más fuerte y rápido que pueda, hasta que se quede sin aire en sus pulmones.

El procedimiento deberá repetirse al menos en 3 ocasiones para obtener resultados precisos. El intento con los valores más altos será el que se emplee como resultado final. En términos generales, la prueba dura entre 15 y 30 minutos, dependiendo de la cantidad de veces que se repita.

Cuando existen manifestaciones evidentes de una patología respiratoria, el médico podría administrar broncodilatadores y repetir la prueba. El objetivo es observar el efecto de estos fármacos en la función pulmonar y ver si la misma mejora.

Espirometría para una paciente con EPOC.
La prueba no demanda mucho tiempo. Dependerá de la cantidad de veces que haya que repetir la exhalación.

¿Qué significan los resultados de una espirometría?

Los resultados de la espirometría deberán ser evaluados por un neumólogo. Las cifras consideradas como normales dependerán de la edad, el sexo, la raza y el peso de las personas. En términos generales, los resultados normales son aquellos que se encuentran por encima del 80 % en todas las variables.

La CVF estará disminuida en aquellos procesos obstructivos como la bronquitis crónica o el enfisema pulmonar. Por su parte, el VEF1 permitirá determinar la gravedad de la situación, ya que mientras el valor sea menor, la obstrucción inferida será mayor.

Una prueba segura, rápida y confiable

La espirometría es un estudio sencillo que permite medir el funcionamiento pulmonar de forma rápida. Suele realizarse en el consultorio médico y no dura más de 30 minutos en la mayoría de los casos.

Los resultados de la prueba permiten detectar una gran cantidad de afecciones respiratorias, así como la gravedad de las mismas. El procedimiento conlleva pocos riesgos, aunque tiene algunas contraindicaciones, por lo que cualquier duda debe ser aclarada con el médico tratante.


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