Estas son las señales que la violencia psicológica deja en el cuerpo

Pese a la ausencia de signos físicos que evidencien el maltrato, la violencia psicológica deja también algunas señales en cuerpo. Te contamos cuáles son algunas de ellas.
Estas son las señales que la violencia psicológica deja en el cuerpo
Bernardo Peña

Revisado y aprobado por el psicólogo Bernardo Peña.

Última actualización: 21 octubre, 2022

El maltrato es un tipo de interacción social o personal en el que hay una clara intención de causar un perjuicio a la otra parte. Dicho daño también puede producirse de manera sutil, hasta el punto de pasar desapercibido. Este es el caso de la violencia psicológica, que aunque no sea física, deja señales en el cuerpo.

A continuación te contaremos cuáles son algunos de sus efectos en el organismo y los problemas de salud a los que pueden conllevar.

¿Qué es la violencia psicológica?

La violencia psicológica es un tipo de maltrato verbal (no físico) en el que el perpetrador trata de someter a otra persona, abusando de su poder sobre ella. Tiene lugar por medio de humillaciones, descalificaciones, vejaciones, insultos, aislamiento o acoso que atentan contra la dignidad de la víctima.

Dado que no hay evidencias visibles, como golpes, rasguños o moratones, a veces resulta difícil de demostrar, ya que es la palabra de uno contra la del otro.

Violencia psicológica

Señales que la violencia psicológica deja en el cuerpo

1. Trastornos del sueño

Un maltrato psicológico deriva por lo común en trastornos del sueño. Las altas dosis de presión y violencia verbal provocan cuadros de ansiedad y estrés, los cuales se relacionan a menudo con el insomnio o un descanso de menor calidad.

Tal y como señala un estudio del Instituto de Neurociencia de los Países Bajos, esos estados de alerta constante se asocian a problemas para dormir, lo que, a su vez, repercute sobre el malestar que se experimenta durante el día.

Es decir, en estas circunstancias el sueño no repara la situación de estrés que vive la víctima y esta se va debilitando aún más, sin posibilidad de afrontar ese dolor de manera efectiva.

Se inicia, pues, toda una cadena de alteraciones en la que otros sistemas del organismo se ven al final implicados. Así ocurre tanto a nivel metabólico como cardiovascular, según apunta una reciente revisión dirigida por investigadores de la Universidad de Seúl (Corea del Sur).

2. Hipertensión

En relación con lo anterior y como indica también la publicación que acabamos de citar, la hipertensión es otra de las señales que la violencia psicológica deja en el cuerpo. Y es que el hecho de vivir en una continua sensación de alarma se vincula a una tensión arterial más elevada.

El cerebro informa al organismo de estar ante un riesgo o peligro, con lo que el bombeo sanguíneo aumenta. Esto les ocurre, por ejemplo, a las personas que residen en lugares conflictivos o en los que se exponen a amenazas constantes. En el caso del maltrato psicológico, se terminan produciendo efectos similares.

2. Trastornos alimentarios

Como se explica en un actual trabajo del doctor Markus J. Rantala y su equipo, los desórdenes en la alimentación se encuentran mediados por la respuesta de estrés que da cada individuo.

Si esta se cronifica, una de las posibles consecuencias es la variación de hábitos básicos como el de la dieta. Así sucede que las víctimas de violencia psicológica sufren perturbaciones como:

  • Pérdidas de apetito.
  • Falta de control en la ingesta.
  • Inseguridad y despreocupación por lo que se come.

En estos cambios influyen factores como el sentimiento de soledad, la frustración, la rabia contenida o el desamparo. Estos son rasgos que, a menudo, caracterizan al dolor que se vive y que hacen aún más intenso el estrés emocional al que la persona se ve abocada.

4. La depresión es otra de las señales que la violencia psicológica deja en el cuerpo

En esta clase de maltrato el componente psicológico del daño adopta formas como las siguientes:

  • Chantajes.
  • Celos desmedidos.
  • Privación de la libertad.
  • Invasión de la intimidad.
  • Dominio y sometimiento.
  • Insultos y apodos humillantes.
  • Relaciones sexuales no consentidas.
  • Gritos, descalificaciones y menosprecios.
  • Control del dinero, la ropa o las relaciones sociales.

Ante estos ataques, el afectado llega a presentar algunos de los síntomas que son propios de la depresión. Si estos se mantienen durante un largo período, el deterioro de la autoestima en la víctima puede ser devastador y derivar en trastornos del estado de ánimo significativos.

Y es que, aún sin evidenciar signos físicos, se cae en un estado de desolación tan profundo en el que, incluso, es posible contemplar el suicidio como única vía de escape.

Además, se suma el agravante de que, por lo común, el agresor suele ser la pareja o un miembro cercano de la familia.

¿Qué hacer, pues, ante las señales que la violencia psicológica deja?

Las señales que la violencia psicológica deja pueden no ser evidentes a simple vista, pero si se presta un poco de atención, se puede ver que están allí y que afectan la calidad de vida de la persona.

Por tanto, si detectas que te encuentras en una situación de este tipo y, además, identificas ciertas señales como las que hemos comentado, pedir ayuda es una prioridad.


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