¿Existe un tipo de alimentación para los niños con TDAH?
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad o TDAH afecta a la conducta e interfiere en el rendimiento intelectual del niño; puede también presentar síntomas como trastornos del sueño, depresión y problemas de relación entre otros.
En el tratamiento del TDAH, la alimentación puede jugar un papel importante, ya que puede ayudar a disminuir los síntomas. No obstante, es fundamental pautar correctamente la medicación y vigilar los hábitos de vida en general.
Alimentos beneficiosos
Elige una dieta natural y saludable, que incluya frutas y verduras frescas, cereales integrales naturales, carnes orgánicas y productos lácteos, legumbres, cereales integrales y frutos secos. Los suplementos, como los ácidos grasos esenciales, vitaminas del complejo B, C, D y E, minerales como magnesio, hierro y zinc, y coenzima Q 10, esenciales para mantener una función saludable del cerebro.
La dieta puede ser un factor importante en el tratamiento del TDAH, por lo que son aconsejables los alimentos orgánicos saludables, es decir aquellos que no presentan aditivos ni contaminantes. Incluso se ha llegado a sugerir que algunos suplementos, como los probióticos, podrían ser eficaces a la hora de facilitar el manejo de la patología. Así lo evidencia un estudio publicado en Nutrients.
Los especialistas suelen indicar que los niños con TDAH tomen un complemento de Omega-3, ya que este afecta a la función cerebral, según una investigación publicada en Neuropsychopharmacology; que se toman en forma de cápsulas de aceite de pescado.
Puedes encontrar Omega-3 en el pescado azul; yema de huevo; frutas, como la piña y la fresas; algas marinas; frutos secos, como las almendras y las nueces; vegetales, como el pepino, coles, coles de Bruselas, espinacas, soja y lechuga entre otros, y en especial las semillas de lino.
Aumenta la fibra de la dieta, para mantener los niveles de azúcar en la sangre; elige cereales integrales, verduras y legumbres. De este modo se reducirá el riesgo de desarrollar otros problemas crónicos como la diabetes. Esta patología metabólica puede también determinar negativamente la salud.
Los alimentos con alto contenido en proteínas también pueden estabilizar los niveles de glucosa, como pollo, leche, queso, huevos, cereales integrales y yogur. De hecho, se ha demostrado que la ingesta de algunos aminoácidos podría ser de utilizar para el tratamiento de la enfermedad.
ALIMENTOS PERJUDICIALES
Evita los aditivos, colorantes y aquellos alimentos con pesticidas, que pueden afectar a la concentración del pequeño y aumentar la hiperactividad en algunos niños.
Cobra gran importancia limitar los alimentos procesados y precocinadas, ya que están llenos de conservantes y colorantes artificiales, que pueden afectar negativamente a un niño con TDAH; también es bueno evitar las grasas hidrogenadas, trans, fritos o carnes procesadas, las cuales deben de ser eliminadas.
Es recomendable eliminar de la dieta, los alimentos que contienen azúcar moreno, jarabe de maíz, glucosa, dextrosa, fructosa y galactosa, y los edulcorantes artificiales como el aspartamo.
Muchos niños con este trastorno presentan sensibilidad al gluten, por lo que también puede ser recomendable evitar los alimentos realizados a base de trigo, cebada, centeno y avena, o que presentan trazas de los mismos.
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El tratamiento farmacológico resulta determinante en la hiperactividad
A pesar que de el manejo dietético es clave, y que los hábitos pueden ayudar a mejorar el bienestar del niño, el control por medio de la farmacología resulta un elemento indispensable en el manejo del TDAH.
Existe un compendio de elementos que se utilizan de forma regular para el tratamiento de esta patología, mejorando así la capacidad de concentración. Estos pueden ayudar a mejorar los resultados académicos de los niños durante sus primeras etapas, ya que en este momento los síntomas de la enfermedad se vuelven más acusados.
Es importante tener en cuenta las interacciones entre los fármacos y otros alimentos o remedios, para evitar situaciones poco recomendables o agradables. Por supuesto, se debe evitar combinarlos con alcohol. Este punto se vuelve peligroso cuando el niño alcanza la pubertad y comienza a tomar costumbres propias de los adultos, aunque a veces a edades demasiado tempranas.
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La dieta es fundamental en los niños con hiperactividad
Una dieta equilibrada debería ser un requisito para cualquier niño; pero más aún cuando hablamos de niños con algún tipo de trastorno o necesidad especial, como puede ser un niño con TDAH.
Es importante que estos niños tengan un horario organizado de comidas, así como un menú equilibrado y variado. Hay que vigilar que los niños coman y se hidraten correctamente. En ocasiones, la medicación les provoca una disminución del apetito que hay que controlar también.
De todas formas, lo mejor que puedes hacer es consultar con su médico sobre las mejores opciones para el niño, dado que una dieta por sí sola no funcionará como tratamiento del TDAH.