¿Qué es el exudado de las heridas y por qué se produce?

El exudado de las heridas es un fluido que sale a través de ellas, que puede ayudar a determinar si existen complicaciones en las mismas.
¿Qué es el exudado de las heridas y por qué se produce?
Leonardo Biolatto

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.

Escrito por Leonardo Biolatto

Última actualización: 10 julio, 2023

El exudado de las heridas es un conjunto de sustancias y elementos que se extravasan en una lesión o proceso inflamatorio. De forma común, las personas se refieren a ello como lo que sale de la herida, el líquido de la herida o el drenaje.

El exudado de las heridas puede parecer desagradable e incluso ser preocupante en algunos casos. La razón es que tiene un aspecto variable, en función de cómo sea la lesión. Por eso, sus características pueden dar mucha información clínica.

Además, este conjunto de sustancias cumple un papel muy importante en la cicatrización. Por ello, en este artículo te explicamos en qué consiste el exudado de las heridas, de qué está compuesto y qué tipos existen.

¿Qué es el exudado de las heridas?

El exudado de las heridas es un fluido de diferentes colores y viscosidades que está compuesto por diferentes sustancias. La palabra exudado como tal, hace referencia al líquido que se filtra de los vasos sanguíneos. Es similar al plasma. Es decir, la parte líquida de la sangre, con una concentración alta de proteínas y células sanguíneas.

Este líquido se filtra desde los capilares sanguíneos. El filtrado depende de la permeabilidad y de la diferencia de presiones entre el líquido intracelular y el extracelular. Lo habitual es que el filtrado vuelva a reabsorberse por los propios capilares.

Además, la pequeña cantidad que no es reabsorbida por el sistema circulatorio pasa al sistema linfático. Así vuelve de nuevo a la sangre. De esta manera, se mantiene una situación de equilibrio entre los líquidos de todo el cuerpo.

El exudado de las heridas se produce por el proceso inflamatorio que se desencadena al producirse una lesión. Cuando hay una agresión al organismo, se liberan una serie de sustancias que aumentan la permeabilidad de los capilares.

Al haber más permeabilidad, las células del sistema inmunitario y las sustancias proinflamatorias pueden desplazarse al lugar de la lesión. Por eso se produce un exceso de líquido que se filtra a través de la herida.

Atención de un exudado de la herida.
Las heridas resultan de agresiones y tienen de base un proceso inflamatorio.

¿Por qué se produce el exudado de las heridas?

El exudado de las heridas se produce como respuesta a la agresión. Según explica una publicación de la World Union of Wound Healing Societies, contiene diversas sustancias que cumplen funciones importantes en la cicatrización.

En primer lugar, el agua y los electrolitos, como el sodio, son componentes fundamentales. En el exudado de las heridas también hay células del sistema inmunitario (leucocitos), enzimas proteolíticas y mediadores inflamatorios.

Estos mediadores son sustancias que se encargan de estimular aún más la migración de las células del sistema inmunitario a esa zona. El exudado contiene factores de crecimiento que se encargan de estimular la proliferación celular para curar la herida.

Sin embargo, el exudado en las heridas puede tener otros efectos. En aquellas heridas que no cicatrizan y se cronifican, este compuesto presenta más mediadores inflamatorios y enzimas proteolíticas.

Beneficios del exudado de las heridas

Si bien las personas pueden percibir el exudado de las heridas como desagradable, este líquido tiene múltiples beneficios, dentro de los cuales destacan los siguientes:

  • Promueve el proceso de cicatrización.
  • Aumenta la migración de células y sustancias que favorecen la reparación d ela piel.
  • Aporta nutrientes para el metabolismo celular.
  • Permite la llegada a la herida de agentes inmunitarios y de crecimiento.
  • Facilita la separacón del tejido lesionado del tejido sano.

Principales tipos de exudado

El exudado de las heridas puede ser de diferentes tipos. Según explica una publicación de Wound Source, hay 5 principales: seroso, sanguíneo, serosanguinoso, purulento y hemorrágico. Cada uno se presenta de forma más típica en diferentes momentos de la curación.

1. Exudado serosanguinoso

El exudado serosanguinoso es el más frecuente. Tiene un aspecto fino, rosado y consistencia acuosa. La razón es que contiene pequeñas cantidades de células sanguíneas entremezcladas con líquido seroso.

2. Exudado seroso

El exudado de las heridas seroso es un líquido claro. Se considera que es la respuesta normal del cuerpo a la lesión. Es decir, que el proceso de cicatrización se está llevando a cabo de manera adecuada. Este exudado no huele ni es demasiado viscoso.

El líquido se produce debido a que la piel, a medida que se regenera, genera desechos. Por ejemplo, células muertas y proteínas. El problema es que, si se vuelve muy abundante, sí puede indicar un problema en la cicatrización.

3. Exudado sanguinolento

El exudado sanguinolento es un líquido rojizo, más intenso en color que el serosanguinolento. Se suele producir al limpiar la herida o cuando esta se mueve demasiado, sobre todo al poco tiempo de producirse.

Es normal que aparezca durante la etapa inflamatoria. En este momento, es habitual que se filtre un poco de sangre a la herida. No obstante, si aparece de manera posterior, cuando ya se había comenzado a regenerar el tejido, suele ser por un traumatismo sobre la propia lesión.



4. Exudado purulento

El exudado de las heridas de tipo purulento tiene un aspecto más viscoso y espeso. Puede poseer un color grisáceo, verde o amarillento. La razón de ese aspecto es que tiene una mayor cantidad de glóbulos blancos y bacterias. Por eso es indicativo de una infección.

5. Exudado hemorrágico

El exudado hemorrágico puede confundirse con el exudado de las heridas de tipo sanguinolento. Sin embargo, este indica la lesión de un vaso sanguíneo debido a una infección o un trauma. En este caso, el color es más rojizo y tiene una consistencia más espesa.

Otros aspectos del exudado de las heridas

Hay una serie de aspectos importantes que hay que tener en cuenta al valorar el exudado de las heridas. Según explica una publicación de FFPaciente, el color es uno de los parámetros en los que hay que fijarse. El color claro o ligeramente amarillento se considera normal.

Sin embargo, si el líquido tiene un aspecto más turbio puede indicar una infección. Sobre todo, si posee una coloración verdosa o marrón. Puede asociarse incluso a la aparición de tejido necrótico. El color rojizo, como señalamos antes, es indicativo de la presencia de sangre.

La viscosidad del exudado de las heridas también es determinante. Cuando es demasiado viscoso o espeso señala una infección y alto contenido de proteínas. Sin embargo, si es un líquido acuoso el contenido proteico es bajo.

Herida con exudad hemorrágico.
Las hemorragias en las heridas son exudados con un franco contenido de sangre.

¿De qué depende la cantidad de exudado?

La cantidad de exudado también influye en su evaluación. Cuando la herida está en proceso de cicatrizar, lo normal es que el exudado se reduzca de forma progresiva. Sin embargo, si no cicatriza como es debido es posible que la producción persista.

De esta manera, hay una cantidad excesiva que hace que el proceso inflamatorio se mantenga. Además, las condiciones de humedad interfieren en la cicatrización. La escasez de exudado también es contraproducente, ya que genera una herida seca y retrasa la cicatrización.

Por otra parte, hay más factores que pueden influir en la cantidad de exudado. Lo primero es la extensión de la herida. Cuanto mayor es la superficie, más drenaje se producirá. Lo mismo sucede con el tipo de herida. Las quemaduras, las úlceras venosas y las inflamatorias suelen tener exudados abundantes.

Del mismo modo, si hay edema periférico o infección, es más común que sea un exudado abundante. Si la herida se encuentra en la pierna y esta se mantiene en posición baja, el líquido tiende a salir por gravedad.

Hay heridas que tienen poco exudado por su naturaleza. Por ejemplo, las úlceras isquémicas. Son aquellas que se producen por falta de riego sanguíneo.

Recomendaciones para el control del exudado

La cantidad de exudado presente en la herida es fundamental para lograr la correcta cicatrización de la misma y evitar complicaciones. Una cantidad excesiva favorece a la aparición de infecciones, mientras que muy poco exudado retrasa la cicatrización.

En este sentido, es necesario tener un control adecuado del exudado de las heridas. Para lograr este cometido se deben seguir algunas recomendaciones, dentro de las cuales destacan las siguientes:

  • Evitar el uso de gasas como principal tratamiento, ya que disminuye la circulación y aumenta el dolor.
  • Usar apósitos para el manejo del exudado en las heridas.
  • Escoger un apósito que retenga la cantidad necesaria de exudado para mantener una humedad adecuada.
  • Realizar cambios periódicos con al menos 12 o 24 horas de separación.

Por otro lado, también es necesario controlar cualquier patología que conlleve un aumento del exudado. En este sentido, se debe tratar la insuficiencia cardiaca o el edema en caso de estar presente. El manejo adecuado del exudado de las heridas también dependerá de la ubicación y composición, por lo que las medidas pueden variar dependiendo de cada caso.

Apósito ideal para controlar el exudado

Como ya lo hemos mencionado, los apósitos son fundamentales para el control del exudado de las heridas. El material debe permitir absorber la humedad excesiva y evaporarla a través de su parte posterior. Los apósitos absorbentes pueden variar en su diseño y el material que los componen.

Los materiales absorbentes simples como las gasas permitirán retener el líquido y pasarlo a la parte posterior. Por su parte, otros productos como los alginatos cambian su composición de seco a gel al entrar en contacto con el exudado.

También existen productos sofisticados que absorben solo una parte del exudado y concentran las proteína beneficiosas en la superficie de la herida. Lo ideal es que todos estos apósitos retengan el líquido incluso cuando se les aplica presión.

El exudado de las heridas es orientativo

Lo que debemos recordar es que el exudado de las heridas es algo normal. Se produce en respuesta a la lesión, para fomentar el proceso de cicatrización y la curación. Sin embargo, si es una herida crónica el exudado puede interferir de forma negativa.

Además, debemos tener presente que las características del exudado, como el color o la viscosidad, son determinantes. Pueden ayudar a descubrir si hay una infección o una hemorragia.


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