Las mejores rutas en bicicleta por España
Hacer turismo es uno de los placeres de la vida; recorrer nuevos caminos y disfrutar de paisajes hermosos, es una experiencia gratificante. Cuando además se colabora con el ambiente, hay una satisfacción adicional. ¿Por qué no pedalear entonces? Las rutas en bicicleta por España son maravillosas.
El ciclo turismo en la península ibérica tiene muchos seguidores. España dispone de numerosos senderos pensados para ello y las distancias entre un punto y otro pueden ser considerables. Viajar en coche hasta el paraje natural y luego cubrir en bicicleta el recorrido, es una buena opción para no desfallecer en el intento.
Con la práctica, la intensidad dependerá de la resistencia y la experiencia de cada deportista. Trechos planos, encumbrados, boscosos, montañosos y citadinos son parte de la oferta en toda la geografía española. Pero es importante que la elección de la ruta se adecue a la condición física cada persona.
Conviene además usar ropa fresca y cómoda, calzado adecuado, accesorios de protección solar, y los complementos necesarios para la seguridad. Coordinado todo esto, sólo resta tomar el mapa y disfrutar del paseo.
Opciones de rutas en bicicleta por España
La ruta más popular y famosa de España es la denominada “Camino de Santiago”. Con una fuerte carga espiritual y cultural, este viaje se ha emprendido a pie durante varios siglos. Pero hacerlo en bicicleta es mucho más estimulante. El inicio del trayecto varía, la ruta más amplia comienza en el puerto de Roncesvalles, y culmina en Santiago de Compostela.
El itinerario tradicional del Camino de Santiago incluye iglesias, monumentos, catedrales, hoteles y puentes. Sin embargo, ir en un vehículo de dos ruedas permite descubrir vistas idílicas y majestuosas.
Muchos tramos tendrán una gran exigencia exigentes, con subidas muy pronunciadas y bajadas que cortan el aliento. La mejor forma de sortear las dificultades es haciendo paradas continuas y garantizando una buena hidratación. Mientras se admira el paisaje y la arquitectura, llevar una cámara no está demás.
Riqueza cultural en cada paso
Otro destino que no debe obviar al planificar rutas en bicicleta por España, es el Camino del Cid. Al igual que el de Santiago, el paseo está cargado de historia y cultura; andarlo es sumergirse en los sitios descritos en el “Cantar del mío Cid”. Es seguir los pasos de las aventuras literarias del Cid Campeador.
Las sendas están catalogadas por temas. Así se encuentra el tramo Burgos-Soria-Guadalajara, que “habla” sobre “El destierro”, y el Guadalajara-Zaragoza-Soria, que descubre “Tierras de Frontera”. En total son unos dos mil kilómetros de carretera y otros 1.400 de asombrosos caminos.
Un recorrido similar comprende la Ruta de Don Quijote, que también se basa en la literatura. En 2.500 kilómetros, el ciclo turista tiene la oportunidad de conocer 148 ayuntamientos de Castilla-La Mancha. A eso se le suman parques y reservas naturales, aderezadas con infraestructuras históricas, riberas y plataformas de ferrocarriles antiguas. Un lugar para soñar.
Naturaleza en todo su esplendor
Estar en contacto con el medio ambiente, es quizá el principal atractivo para quienes pedalean turísticamente. En España las alternativas son múltiples. Una de ellas es la ruta que va de Teruel a Valencia, y que se bautizó como la “Vía Verde de Ojos Negros”.
El trazado se hace por una vía de ferrocarril en desuso, que conduce a puentes, túneles, sierras y embalses. El paisaje deslumbra, y los pueblos pintorescos sirven para descansar y comer los productos que se cosechan en esas tierras. La belleza de los cultivos valencianos, enmarcados por el imponente Mediterráneo, resulta encantadora para cualquiera.
No menos seductora es La Vía Verde del Aceite. El aroma de los olivares que perfuma cada sendero es un regalo para el olfato; el tramo se inicia en Jaén y termina en Alcaudete. Para completarlo es preciso atravesar 11 viaductos, algo realmente deslumbrante para los espíritus aventureros.
Ecosistema y aire puro
En la zona norte de A Coruña se esconde un entramado que los amantes de la naturaleza valorarán; va de Ferrolterra a Rías Altas. Son tierras protegidas que se hallan en estado salvaje, cobijadas por el mar. En total 21 municipios y pueblos costeros conforman el destino; la ciudad de Ferrol puede servir de estancia urbana.
La Costa da Morte, también en A Coruña, brinda panorámicas alucinantes para el ciclista. Rodar por sus caminos es rendirse ante la hermosura de acantilados, arenales, cabos y las mejores puestas de sol. Muxía, la ruta de los Dólmenes y Cabo de Finisterre, son sitios de la costa gallega que vale la pena conocer.
El Parque natural del Montseny ofrece una bocanada de aire fresco. A diferencia de otros parques naturales, este se distingue por sus variantes ecosistemas.
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