Descubre el método etíope de entrenamiento
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Nadie puede negar la superioridad de los atletas africanos en las pruebas de atletismo en cuanto a rendimientos se refiere. En los Juegos Olímpicos, son los que se llevan más medallas y en las carreras los que quedan en los primeros puestos.
Algunos dicen que se trata de una cuestión genética, sin embargo, enfocarse en esa única variable es un reduccionismo. Desde hace décadas se lleva a cabo lo que se conoce como método etíope de entrenamiento, que busca reclutar a las “promesas” y convertirles en los más rápidos del mundo.
¿Por qué los etíopes son los más veloces?
Keniatas y etíopes son los más rápidos en las competencias de atletismo en Juegos Olímpicos y Mundiales. A partir de los años 30 en estos países se introdujeron ciertos deportes tras la llegada de las potencias europeas y luego, se le dio una gran importancia a la práctica durante la década del 70.
Estos hechos tan significativos en la historia de África han marcado un antes y un después en el mundo del atletismo. En el caso particular de Etiopía, son la potencia en la disciplina. El primero en llevarse una medalla dorada fue Abebe Bikila en los Juegos Olímpicos de Roma 1960 (maratón) y desde ese entonces en los podios podemos ver al menos un representante etíope colgándose una presea al cuello.
En cuánto a los mundiales de atletismo, Etiopía participa desde la primera edición (Helsinki 1983) y el debut fue con una medalla de plata en maratón obtenida por Kedebe Balcha.
¿Cómo es el método etíope de entrenamiento?
La superioridad etíope ha sido estudiada desde hace años y hoy en día podemos saber algunos de los “secretos” para destacar tanto en competencias de atletismo. Es que este deporte se vive de una manera diferente en un país donde la pobreza es la regla y los jóvenes no siempre pueden estudiar o siquiera comer.
El gobierno etíope invierte mucho en los campos de entrenamiento, unos centros donde los niños a edades muy tempranas empiezan a dar sus primeros pasos en el deporte.
Como primera medida, se detecta los talentos en los pueblos. Uno de los casos más renombrados es el del pueblo de Bekoji, que recluta a 50 adolescentes (mitad mujeres y mitad hombres) para comenzar su carrera de maratonista, velocista o fondista.
Los jóvenes que ingresan (algo que no es tan sencillo debido a la exigencia de las pruebas iniciales) pasan allí dos años, como si fuese un internado. En ese tiempo se identifica a los mejores y una vez que se gradúan se los lleva a la capital del país, Addis Abeba.
En esta ciudad está el training camp del equipo nacional. Sin embargo, los que no llegan a la elite del atletismo en Etiopía tienen la opción de seguir entrenando en campus intermedios. Otros pueden ser reclutados para clubes privados.
Desde el momento que un atleta ingresa en un training camp recibe un sueldo, el cual va ascendiendo a medida que avanza en la educación. También se les otorga alojamiento, comidas, material deportivo, etc. Además de la subvención del gobierno, varios patrocinadores se hacen cargo de estos gastos.
Correr acompañado y entre los árboles
El método etíope de entrenamiento tiene dos “bases” principales. Una es entrenar en equipo y la otra es hacerlo en el bosque. Los training camps cuentan con un entrenador principal (la máxima autoridad) y es el encargado de indicar la rutina, muy estricta y con disciplina militar. Se presta mucha atención a la técnica de la carrera y al acondicionamiento físico. Además, los ejercicios se hacen en fila con un atleta detrás del otro.
Por otro lado, el hecho de correr en el bosque es algo curioso y al mismo tiempo, eficaz. Se trata de un entrenamiento en zigzag esquivando árboles que surgió en Bekoji (debido a la cantidad de eucaliptos en la zona).
Una vez que completan la primera hora de ejercicio, cambian el sentido (o sea, hacen el camino de regreso) entre los árboles que están ubicados a dos o tres metros de distancia. Esto les sirve para reforzar los músculos tanto de las caderas como de las piernas. Por último, el método etíope de entrenamiento incluye correr en zigzag… ¡Aunque no haya obstáculos! Es decir, en un prado o campo abierto. ¿Por qué lo hacen? Para trabajar la coordinación, básicamente.
Es claro que la genética no es la única responsable de la superioridad etíope en las pruebas de atletismo. Los campus y el tipo de entrenamiento hacen la diferencia. Si tras leer esto te preguntas si es posible correr como un etíope, debes saber que existen muchos entrenamientos que buscan «emular» sus métodos. Sacando de lado la genética o las condiciones climáticas, podemos por ejemplo incluir en nuestra rutina el zigzag, el cambio de sentido o el esquive de árboles u otros obstáculos (naturales o artificiales). ¡Hasta hay un libro de un autor español «Corre como un etíope” que explica cómo conseguirlo.
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