¿Por qué no puedes perder peso corriendo?
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Quizá te hayas iniciado en el mundo del running por salud, en busca de un nuevo reto personal o para conseguir un nuevo resultado, y no solo el de una competición, sino al que uno se enfrenta cuando se sube a una báscula. ¿Qué factores se deben considerar para perder peso corriendo?
Muchas veces, ya desesperada, la persona en cuestión tira la toalla, ya que por muchos kilómetros que se hagan corriendo, no se consigue bajar esos kilos demás. Es probable que esto ocurra debido a que no se han tenido en cuenta ciertas claves que serán fundamentales para perder peso corriendo. A continuación, te las presentamos.
¡No te fíes de la báscula!
Normalmente, cuando alguien se sube a la báscula y observa el peso, se suelen sacar las siguientes conclusiones:
- Cuando el peso es superior al último tomado: se piensa que se ha engordado y fracasado.
- Si el peso es inferior en comparación con el último pesaje: se relaciona con la pérdida de grasa y se acepta de forma positiva.
- Si el peso se mantiene igual: se piensa que no se ha obtenido ningún cambio, de manera que el esfuerzo realizado ha sido en vano.
No obstante, lo cierto es que la báscula convencional no refleja los cambios físicos reales que se dan en el cuerpo. Esta no tiene en cuenta si los kilos que se han ganado o perdido son el resultado del aumento o la pérdida de masa muscular o masa grasa, por ejemplo. Y en el caso de que el pesaje se mantenga igual, tampoco se refleja si ha habido algún cambio físico.
En cambio, las máquinas de bioimpedancia o la antropometría sí son una herramienta de precisión y fiabilidad (José Rodríguez, 2016) si se quiere tener una referencia de los cambios físicos que se van realizando en el cuerpo.
Correr no puede ser una escusa para comer más
Si se corre porque se busca bajar de peso o más bien reducir la grasa acumulada, la actividad física aeróbica o anaeróbica que se realiza no justifica la ingesta de comida no saludable o hipercalórica.
Esto se debe a que si la suma de las calorías que se han quemado durante el día —en reposo, durante la actividad diaria y corriendo— es inferior a la suma de las calorías ingeridas durante el día, no se creará ningún déficit calórico.
También hay que tener en cuenta que no solo se trata de contar calorías. Hay que saber de qué macronutrientes proceden y qué vitaminas y minerales aportamos a nuestro cuerpo. Por eso, cuando se habla de bajar de peso, es recomendable acudir a un nutricionista.
Suma entrenamientos de fuerza
Si lo que se busca es perder grasa, el running puede ser un gran aliado, ya que ayuda a quemar más calorías durante el día. Además, al tratarse de un ejercicio aeróbico, las grasas son su fuente de energía principal.
Sin embargo, existen otras alternativas que pueden aportar grandes beneficios con relación a la pérdida de grasa, como es el levantamiento de peso. Este trabajo, además de favorecer al aumento de la masa muscular, también acelera el metabolismo. Cuanto más masa muscular se consiga, más calorías se quemarán en reposo.
El cuerpo se adapta a las circunstancias
El cuerpo es más inteligente de lo que normalmente se piensa. Cuando se realiza una actividad con frecuencia, el cuerpo se termina adaptando a ella, y así acaba minimizando el esfuerzo físico que conlleva.
Por lo tanto, no será necesario realizar ningún cambio físico para afrontar la misma actividad y se caerá en el estancamiento. En el caso del corredor, sería interesante introducir un nuevo estímulo, como podrían ser los entrenamientos interválicos.
Esto quiere decir alternar altas intensidades de carrera con recuperaciones activas. Está comprobado, que este tipo de entrenamiento favorece la perdida de grasa (Boutcher, 2008).
Media hora no alcanza para perder peso corriendo
Si solo se sale a correr durante 30 minutos y el resto del día se pasa en el sofá o sentado frente al ordenador, la quema de calorías será muy baja. Por esta razón, es necesario mantenerse activo durante el día para quemar más calorías de las que se consumen al final de la jornada.
¡El running ayuda, pero no lo es todo!
Para concluir, a pesar de que el running puede ser un gran aliado en la lucha contra el sobrepeso, no es la base fundamental. La alimentación junto a una vida activa juegan un papel imprescindible en este sentido.
Finalmente, existen otras actividades físicas con las que se puede compaginar el running, como son el culturismo o los entrenamientos interválicos, los cuales serán de gran ayuda para poder reducir el porcentaje graso corporal.
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