Prueba del habla para la intensidad del ejercicio
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La prueba del habla es una de las herramientas más útiles para conocer cuál es la intensidad que llevas al realizar ejercicio. Quizá no sea la más convencional y la tecnología de vanguardia se ha encargado de relevarla poco a poco, pero su utilidad continúa vigente.
Conocer la prueba o test del habla es quizá uno de los requisitos más importantes para un entrenador. No solo por contar con mayores recursos ante cualquier imprevisto, sino porque puede ser una manera inicial de aproximarse a la persona que estás entrenando.
Incluso, se aconseja que las personas inmersas en el mundo del entrenamiento, sin necesidad de ser entrenadores, conozcan la prueba del habla. El objetivo final será conocer la intensidad a la cual realizan un ejercicio.
Prueba del habla para conocer la intensidad del ejercicio
En términos generales, la prueba del habla consiste en conversar de manera fluida mientras llevas a cabo un ejercicio. Lo ideal es sostener una conversación normal con otra persona para determinar cómo te encuentras a nivel físico.
Básicamente es la manera más rápida para establecer un aproximado de la intensidad mediante la cual ejecutas un ejercicio.
Esto ocurre debido a la relación que existe entre el habla y el esfuerzo físico, los cuales dependen de la frecuencia cardiaca y respiratoria.
Por lo tanto, entre más intenso sea el ejercicio, mayor será la dificultad para sostener la conversación. Ya que, en este punto tanto la frecuencia cardiaca como la respiratoria se habrán incrementado impidiendo el paso suficiente de oxígeno para emitir el habla a través del aparato fonador.
Lo contrario ocurre cuando el ejercicio es de poca intensidad. En este punto la oxigenación será adecuada para sostener una conversación en condiciones normales.
¿Cómo se utiliza la prueba del habla?
Normalmente la prueba del habla para conocer la intensidad del ejercicio se utiliza en el running. Sin embargo, puede ser empleada en cualquier tipo de entrenamiento.
Para utilizarla de manera correcta muchos entrenadores dividen la toma de la intensidad en tres grandes grupos como intensidad leve o suave, intermedia y alta o elevada.
Intensidad leve
La intensidad leve, también conocida como suave, es aquella en la que el organismo se encuentra realizando un ejercicio de poca exigencia.
Dentro de la prueba del habla se determina por medio de una conversación totalmente fluida durante un tiempo prolongado. Esto indica que la frecuencia cardiaca y la respiratoria no deben realizar un esfuerzo considerable y el organismo se encuentra perfectamente adaptado a la demanda.
Intensidad intermedia
El ejercicio empieza a ser mucho más exigente con relación a la intensidad leve. Dentro de la intensidad intermedia se presentan fallas a la hora de conversar. Generalmente es posible emitir el habla, pero se hacen necesarias algunas pausas para terminar las frases.
Dicha incapacidad para conversar de manera normal se asocia con una frecuencia cardiaca entre el 60 o 70 por ciento de la capacidad total, aproximadamente.
Intensidad alta
La intensidad alta o elevada se determina por medio de la prueba del habla al momento en que no puedes conversar de ninguna manera.
En este punto de intensidad lo más probable es que emitas únicamente sonidos o monosílabos pertenecientes a las palabras. Incluso, también puedes decir algunas palabras sin sentido debido al agotamiento del organismo.
Sumado a ello, es posible evidenciar gestos exagerados con los cuales quieres expresar las palabras que no puedes decir. No ocurre en todos los casos, pero puede ser probable.
No obstante, lo más aconsejable es evitar llegar a intensidades tan altas. Esto se debe al bienestar físico, el cual se puede alterar en este tipo de exigencia.
Usar la prueba en compañía
Aunque parezca algo poco lógico, la prueba del habla puede ser realizada en soledad. Lo único que debes hacer es tratar de sostener una conversación contigo mismo, a la cual tendrás que responder normalmente.
Sin embargo, usar la prueba del habla en compañía es mucho más recomendable. Así, no solo puedes evitar contestarte a ti mismo o buscar temas forzados, sino que tendrás un registro más preciso de la intensidad en la que te encuentras.
Para ello, planifica una rutina de entrenamiento dentro de la cual tengas un acompañante. Lo ideal es que la persona que te acompañe cuente con buen estado físico con el objetivo de ir a tu ritmo.
Busca un profesional para usar la prueba del habla
Más allá del consejo de realizar la prueba del habla en compañía, te recomendamos que sea bajo la supervisión de un profesional en el área del entrenamiento.
De esta manera, tendrás mayor certeza a la hora de conocer la intensidad del ejercicio que llevas a cabo. Además, si tienes dudas respecto a este tipo de test, el entrenador podrá aclararlas sin problema alguno.
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