¿Cómo preparar la mente para subir una montaña?
Este artículo ha sido revisado en profundidad para garantizar que la información presentada sea lo más precisa posible, cumpla con nuestros estándares de calidad y presente datos respaldados por fuentes confiables, reflejadas en la bibliografía y los enlaces dentro del texto.
Todos los amantes del trekking seguramente se habrán planteado alguna vez cómo preparar la mente para subir una montaña. Realizar una hazaña como esta no es cuestión solo de tener buena disposición, tampoco es cuestión de suerte, sino que es la consecuencia de haber realizado una exhaustiva preparación física, mental y estratégica.
Es cierto que la preparación mental es algo personalizado, según las necesidades de cada persona, pero hay unas ciertos objetivos que se suelen repetir en todos los montañistas. Esto incluye el hecho de trabajar la planificación, la flexibilidad mental, la tolerancia a la fatiga o el control de los pensamientos negativos. Aun así, hay que tener en cuenta siempre lo que cada deportista necesita potenciar, al igual que en la preparación del físico. Si te planteas a corto plazo culminar alguna cima, a continuación te contamos cómo preparar la mente para subir una montaña.
Haz una planificación diferente por tramos
Subir una montaña es una situación totalmente opuesta a caminar por una cinta en el gimnasio, en el sentido de que las condiciones del terreno van cambiando y uno tiene que estar preparado para afrontar diferentes tramos. En este sentido, una planificación previa teniendo en cuenta los cambios es fundamental, tanto para poder llegar a la cima en las mejores condiciones como para no desfondarse en las primeras etapas.
Para conseguir este objetivo ayuda mucho pararse a pensar y examinar la ruta a seguir. También, hay que tener la suficiente flexibilidad mental como para comprender que cada montaña es diferente, por lo que aquello que se aplica adecuadamente a una formación montañosa en concreto puede que sea un error en otra.
Por otro lado, contar con la experiencia o los consejos de montañistas especializados es de gran utilidad para planificar una estrategia en función de las etapas. Nadie nace sabiendo y para ello se puede contar con los conocimientos de los más experimentados.
Presta atención al control de la respiración
En la práctica de cualquier deporte, tener control sobre la respiración es una tarea imprescindible. No solo para poder mantener el nivel de esfuerzo físico que requiera la tarea, también para poder estar en calma con uno mismo y regular de manera efectiva las emociones negativas. Seguramente todos los deportistas hayan escuchado que respirar bien aumenta su rendimiento, y muchos de ellos creen erróneamente que saben respirar bien, cuando la verdad es que normalmente solo se aprovecha una pequeña parte de lo que es la capacidad respiratoria completa.
La regulación de la respiración es especialmente importante en aquellas disciplinas donde por cuestiones físicas la disponibilidad de aire se puede ver comprometida, como es el caso de subir una montaña muy alta. Y no solo hay que tener cuenta la respiración cuando se está realizando la actividad en sí, sino también en momentos de descanso cuando se realiza en la propia montaña. Descansar bien en este contexto es difícil, pero también es necesario para poder restaurar el cuerpo y tener la mente suficientemente lúcida. En línea con lo anterior, un trabajo realizado por la Universidad de los Andes destaca como recomendaciones para descansar en la alta montaña:
- Evitar dormir en posturas boca abajo para no ejercer presión sobre el sistema respiratorio.
- Las posturas más adecuadas para dormir son boca arriba o de lado para garantizar una óptima apertura de las vías respiratorias.
- Dormir con un soporte elevado en la cabeza, de manera que esta quede por encima de la línea del cuerpo.
- Disponer de una estructura inflable para brindar al cuerpo la comodidad suficiente para permitir un óptimo descanso.
Utiliza las caminatas para distraerte, no para rumiar
Aquellas actividades físicas que tienen un importante componente repetitivo, como andar, running o senderismo, pueden convertirse en un arma con mucho poder. Por un lado, suponen una oportunidad fantástica para desconectar de la rutina y poder relativizar las preocupaciones; pero, por otro lado, también pueden convertirse en un momento para rumiar y seguir dando vueltas a las inquietudes.
Hay que intentar que esas salidas a la montaña se conviertan en un espacio para un mismo en el que la atención esté en el momento presente, y no en otras cosas secundarias. Para ello, ayudan mucho los ejercicios tipo focusing o grounding. Estos ejercicios buscan el centrar la atención en el momento presente a través de la percepción. La próxima vez que salgas a la montaña céntrate en cosas que puedes ver, oír, sentir y oler.
Prepara tu mente y no habrá montaña que se te resista
Coronar la cima de una montaña es todo un esfuerzo físico y mental, pero al alcance de cualquier deportista que luche por trabajarlo. La metáfora de escalar una montaña no podría ser más acertada en este sentido. Subir una montaña no es un hito que se consiga de la noche a la mañana, y el que se compone de pequeñas metas que hay que ir superando.
Lo mismo pasa con la preparación mental, el preparar la mente para subir una montaña es la meta última que se compone de pequeños pasos que el deportista tendrá que ir superando con paciencia. Desde aquí te recomendamos a que sigas esa preparación y notarás que disfrutas mucho más de este bonito deporte.
Te podría interesar...