¿Qué músculos se ejercitan en el fútbol?

El fútbol es uno de los deportes más practicados en todo el mundo. Es un deporte muy físico, que implica el trabajo de los músculos de todo el cuerpo. ¿Cuáles son los más exigidos en esta actividad?
¿Qué músculos se ejercitan en el fútbol?

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 30 mayo, 2023

El fútbol es uno de los deportes más exigentes que puedes practicar. De hecho, esta actividad pone en marcha principalmente los músculos de la parte inferior del cuerpo, a pesar de que también se utilizan en gran medida los brazos y el abdomen. En este artículo vamos a conocer qué músculos se ejercitan en el fútbol. ¡Descúbrelos a continuación!

Los futbolistas son conocidos por tener una muy buena condición física. Se debe a que los mejores jugadores de fútbol necesitan una combinación de velocidad, agilidad y resistencia para, entre otras cosas, superar a sus oponentes en el campo y golpear el balón.

No hay dudas de que, para jugar al fútbol, debes poseer un excelente estado cardiovascular. De hecho, en el fútbol los jugadores están en constante movimiento, alternando entre el cardio estable y la velocidad máxima.

Más allá de esto, también se necesita fuerza y resistencia para tener éxito en esta disciplina, ​​sin importar en qué posición del campo juegues. Ante todo esto, encontrar el equilibrio en tus entrenamientos es la mejor manera de convertirte en un jugador versátil; los trabajos de fuerza son la base de ese proceso.

Y es que hacer ejercicios de fuerza te ayudará a mantener el cuerpo fuerte y te permitirá aumentar tu velocidad, agilidad y resistencia, además de agregar algo de fuerza adicional al disparo. El dato positivo es que construir músculo para el fútbol no requiere de un equipamiento sofisticado.

¿Qué músculos se ejercitan en el fútbol?

A continuación, encontrarás la lista de músculos que se ejercitan en el fútbol. Con esta información, podrás conocer en cuáles es conveniente enfocar tus entrenamientos. ¡Toma nota!

1. Músculos de las piernas

Los músculos de las piernas son los más demandados en este deporte. Así, la musculatura de la parte inferior del cuerpo se activa para correr, golpear el balón y realizar los saltos. Más precisamente, los isquiotibiales y los cuadríceps son dos de los grupos musculares más empleados.

La historia del fútbol.

Más allá de esto, en el fútbol se llevan a cabo muy pocos movimientos con ambos pies en el suelo. De hecho, los movimientos laterales y verticales siempre salen de una base de un pie. Esto hace que el entrenamiento de una sola pierna sea de vital importancia.

Asimismo, si deseas ejercitar los músculos de las piernas, también puedes llevar a cabo trabajos simples, como correr a larga distancia, realizar ejercicios de carrera o sentadillas.

2. Glúteos y músculos de la cadera

Tener fuerza explosiva para vencer a otros jugadores en el fútbol requiere algo más que la acción de los músculos de las piernas. Los glúteos y los músculos de la cadera también son esenciales.

Toma en consideración que, al golpear la pelota ,existe una relación entre la velocidad de tu pie y la velocidad de la pelota. La velocidad de tu pie combina varios factores que incluyen, entre otros, la rotación de la cadera o la fuerza de tus glúteos.

3. Brazos, cuello y hombros, otros músculos que se ejercitan en el fútbol

No es suficiente entrenar la parte inferior del cuerpo y hacer ejercicios de cardio. También debes entrenar el tren superior para ser un buen futbolista.

Y es que la habilidad para chocar con los defensores y alejarlos del balón es también muy importante. En este caso, tener fuerza en los brazos y hombros también permitirá que realices mejores lanzamientos.

Asimismo, mantener el equilibrio y la postura para proteger la bola o recogerla requiere una parte superior del cuerpo fuerte. La musculatura del brazo es una parte importante de la fortaleza general de un jugador de fútbol.

En último lugar, los bíceps, tríceps y hombros desarrollados también ayudarán a aumentar el porte físico de un jugador, lo cual es útil para proteger el balón. Estos músculos actúan para equilibrar a un jugador mientras salta o corre con la pelota.

Repaso de la carrera del extremo holandes Arjen Robben.

4. Abdominales

Aunque resulte complicado de creer, los abdominales son unos de los músculos más empleados en este deporte. De hecho, todos los movimientos en el fútbol requieren el compromiso de tus músculos abdominales, oblicuos e incluso de la parte baja de la espalda.

Ya sea para luchar contra un jugador por obtener el balón, realizar un desplazamiento explosivo para vencer o regatear a un perseguidor en el área o golpear el esférico con todas las fuerzas, los abdominales desempeñan un papel clave en este deporte.

En definitiva, la naturaleza del fútbol demanda un alto compromiso de grupos musculares específicos. Si estos no se calientan, ejercitan y estiran adecuadamente, las consecuencias pueden ser graves. ¡Concéntrate en acondicionar cada uno de ellos para volverte un mejor futbolista!


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


    • Ekstrand, J., Hägglund, M., & Waldén, M. (2011). Epidemiology of muscle injuries in professional football (soccer). American Journal of Sports Medicine, 39(6), 1226–1232. https://doi.org/10.1177/0363546510395879
    • Hides, J. A., Brown, C. T., Penfold, L., & Stanton, W. R. (2011). Screening the Lumbopelvic Muscles for a Relationship to Injury of the Quadriceps, Hamstrings, and Adductor Muscles Among Elite Australian Football League Players. Journal of Orthopaedic & Sports Physical Therapy, 41(10), 767–775. https://doi.org/10.2519/jospt.2011.3755
    • Donnelly, C. J., Elliott, B. C., Doyle, T. L. A., Finch, C. F., Dempsey, A. R., & Lloyd, D. G. (2015). Changes in muscle activation following balance and technique training and a season of Australian football. Journal of Science and Medicine in Sport, 18(3), 348–352. https://doi.org/10.1016/j.jsams.2014.04.012

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.