Carl Lewis, el hijo del viento
Mucho antes de los récords de Usain Bolt, un velocista estadounidense fue considerado el hombre más rápido del mundo. En este artículo te contaremos sobre la vida y la carrera de Carl Lewis, el famoso ‘hijo del viento’.
Carl Lewis, el máximo velocista
Nacido en Alabama, Estados Unidos, en 1961, Carl Lewis comenzó a competir en las pruebas de salto de longitud cuando tenía solo 15 años de edad. Sin embargo, como era muy veloz, también tuvo buenas actuaciones en las pruebas de velocidad de esa época.
En 1980 y con 19 años, fue seleccionado para formar parte del equipo olímpico estadounidense de atletismo. No obstante, el boicot que su país hizo a los Juegos Olímpicos de Moscú de ese año le impidieron debutar en la capital rusa. Tuvo que esperar cuatro años, hasta la cita olímpica de Los Ángeles, para dar inicio a lo que sería una carrera olímpica impresionante.
Las medallas doradas de Carl Lewis
Ya tenía 23 años cuando hizo arribo a la ciudad del oeste de Estados Unidos para cumplir con su promesa: ganar 4 medallas de oro. Se subió al podio en las pruebas de corta distancia (100 y 200 metros), de salto de longitud y de 4 X 100 en los relevos.
Los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984 fueron los primeros para este muchacho de 1,88 metros de altura que, sin dudas, se convirtió en una leyenda del atletismo.
El ‘hijo del viento’ fue el primer atleta que igualó la hazaña de Jesse Owens en Berlín 1936 y se colgó al cuello cuatro preseas doradas. Además, batió el récord de su compatriota al marcar 9,86 segundos en los 100 metros; en salto de longitud, asimismo, consiguió una marca de 8,54 metros.
En los siguientes Juegos Olímpicos (Seúl 1988) Carl Lewis era el favorito en las pruebas de atletismo y no decepcionó: se llevó dos medallas doradas y se convirtió en el primer atleta en ganar la competición de salto de longitud en dos juegos consecutivos.
Las controversias en las pruebas no tardaron en aparecer: en los 100 metros lisos se llevó el oro tras la descalificación del canadiense Ben Johnson debido a una prueba de dopaje positiva, información que se dio a conocer horas después de la competencia. Para algunos, fue ‘la carrera de la vergüenza’ y aumentó aún más la rivalidad entre ambos atletas.
También merece la pena destacar que Lewis ganó una medalla de plata -la única de su carrera- en los 200 metros lisos.
Tramo final de su carrera
Tenía 31 años cuando decidió competir en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. A diferencia de lo que muchos creían, siguió demostrando que era ‘el hijo del viento’. Se llevó un oro en salto de longitud (por tercer juego consecutivo) y otro en la prueba de relevos 4 X 100.
La última edición en la que compitió fue Atlanta 1996, en la que no se clasificó en las pruebas de velocidad ni formó parte en el equipo de relevos; sin embargo, sí ganó por cuarta vez en salto de longitud.
Así fue como consiguió su noveno y último oro olímpico. Si sumamos la de plata de 1992, Carl Lewis sumó un total de 10 preseas en los cuatro JJOO en los que participó.
Hasta el momento, los únicos atletas que han podido ganar oro en la misma prueba durante cuatro Juegos Olímpicos han sido el discóbolo Al Oerter, el regatista Paul Elvstrom y el nadador Michael Phelps.
Después de las medallas y la fama
Carl Lewis se retiró a los 35 años luego de Atlanta 1996 y ha sido reconocido como el mejor atleta masculino del siglo XX por la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo. No solo ha ganado 10 medallas olímpicas, sino también 10 medallas mundiales (8 de ellas doradas). Además, marcó 12 récords mundiales.
Tras dejar el deporte, Lewis se convirtió en actor y es vegano desde 1990. Según cuenta en su libro, tras ese cambio en la alimentación consiguió desempeñarse todavía mejor en el deporte.
Carl Lewis está presente en el salón de la fama del deporte mundial no solo debido a su decena de medallas olímpicas, sino también a sus récords y premios. Más allá de la controvertida ‘carrera de la vergüenza’, nada puede opacar la historia de este atleta bien representado por su apodo.
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