Conecta cuerpo y alma con la danza contemporánea
La danza contemporánea surge a finales del siglo XIX, momento en el cual la danza clásica predominaba en el mundo artístico. Sin embargo, la sed de mayor libertad, expresión y movimiento dio lugar a lo que para entonces llamaban ‘danza moderna’.
Hasta finales de la Segunda Guerra Mundial, se le llamaba ‘danza moderna’ a un estilo de danza que buscaba una alternativa a la rigidez del ballet clásico. Se practicaba con los pies descalzos y los movimientos eran mucho más libres.
De esta manera, alrededor del año 1940 ya no se utilizaba el término ‘danza moderna’, sino que se comenzó a llamar danza contemporánea. Hoy en día es un estilo de danza practicado por muchas personas y con gran valor artístico.
Expresión de lo intangible
La tristeza, felicidad, rabia, nostalgia, esperanza, entre otros sentimientos, son intangibles para el ser humano. El hecho de ser intangibles da un sinfín de posibilidades de expresión, como la pintura, la música, la escritura, el teatro y, por supuesto, la danza.
Asimismo, la danza contemporánea tiene como fin construir un puente entre lo intangible y lo que es visible para el ser humano. Esto da como resultado una experiencia única para los bailarines, y también para los espectadores.
El movimiento siempre está presente
Entre las características más representativas de la danza contemporánea están los movimientos pronunciados y libres que realizan. Se abandona la estética firme y estructurada del ballet clásico para dar paso a un estilo mucho más abierto.
Una de las figuras representativas de este tipo de danza es Isadora Duncan, quien en su biografía titulada Mi vida escribió:
“Nací a la orilla del mar. Mi primera idea del movimiento y de la danza me ha venido seguramente del movimiento de las olas…”.
Por consiguiente, la danza contemporánea se trata de afianzar los lazos de inspiración entre las cosas que producen cierta emoción dentro de nosotros para reflejarlas a través del movimiento; este es el caso de Duncan y su idea del movimiento de las olas.
Los movimientos del género contemporáneo están mucho más sujetos a lo humano, e incluso terrenal. Además, las presentaciones no necesariamente deben seguir una estructura lineal; la historia o el mensaje que se quiere transmitir puede ser mostrado de muchas maneras.
Exigencia física de la danza contemporánea
La danza contemporánea está llena de movimientos naturales anclados a la expresión de diversos temas. No obstante, hay muchos pasos y coreografías que requieren cierto nivel físico para ser puestos en práctica.
A pesar de que los movimientos son los más fieles a la naturaleza humana, el estilo contemporáneo posee una técnica corporal significativa para construir las piezas que se llevan al escenario. Una sesión de clase de danza contemporánea puede contener los siguientes elementos:
- Acondicionamiento físico: se realiza una serie de ejercicios para fortalecer y dar flexibilidad al cuerpo. Son sumamente importantes, pues se trata de la adquisición de resistencia, fuerza y control del cuerpo.
- Laboratorio de movimientos: gran parte de la sesión gira en torno a los movimientos que se experimentan individualmente o en grupo, normalmente acompañados de música.
- Composición: consolida los movimientos mencionados anteriormente. Es decir, trabaja la arista psicomotora para el desarrollo de la pieza.
- Observación: se estudia todo lo que se puso en práctica. De esta forma, se estimula el espíritu crítico y la capacidad de tener nuevas ideas.
De este modo, a nivel físico la danza contemporánea exige un esfuerzo similar al caso del ballet clásico, en el que se debe ejercitar el cuerpo y emplearlo para movimientos que normalmente no se harían.
Sin embargo, es precisamente bajo la premisa del acondicionamiento físico, el laboratorio de movimientos, la composición y la observación que se construye y reafirma la conexión entre lo que se siente y cómo es posible proyectarlo usando el cuerpo como material.
¿Todos pueden bailar danza contemporánea?
La danza contemporánea suele ser un estilo llamativo debido a todo lo que expresa y la forma en que lo hace. Por lo tanto, es un género de danza abierto a cualquier persona que tenga el deseo de experimentar cosas nuevas y reforzar el lazo entre cuerpo y alma.
Si estás buscando una nueva forma de explorar lo que llevas dentro y transmitirlo de una manera distinta, entonces la danza contemporánea es una opción que no debes dejar pasar. ¡Anímate a hacer de lo intangible algo visible!
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