Calorías malas vs buenas: ¿por qué es importante?

Te vamos a mostrar las principales diferencias entre las calorías malas y buenas para que sepas porqué hay que priorizar la presencia de los alimentos frescos en la dieta.
Calorías malas vs buenas: ¿por qué es importante?
Sául Sánchez Arias

Revisado y aprobado por el nutricionista Sául Sánchez Arias.

Última actualización: 26 mayo, 2023

Es importante saber diferenciar las calorías malas de las buenas. Aunque desde el punto de vista termodinámico son lo mismo, nos referimos a elementos que presentan distinciones en cuanto a densidad nutricional. Lo ideal es evitar aquellas de peor calidad en la dieta, en la medida de lo posible.

Antes de comenzar hay que destacar que en ocasiones el hecho de adelgazar o de engordar responde simplemente a una cuenta matemática. No obstante, cuando existen disfunciones y patologías de por medio puede no ser tan sencillo. No basta con crear un entorno hipocalórico, sino que será preciso optimizar la utilización de los nutrientes.

¿Qué son las calorías malas?

Las razones para no contar las calorías de tu dieta son varias, y muy importantes.
Las calorías malas son nocivas para el organismo.

Con el nombre de calorías malas conocemos a una serie de sustancias energéticas que proceden de alimentos de baja densidad a nivel nutricional. Normalmente provienen de elementos como los azúcares simples y las grasas de tipo trans. Estos lípidos consiguen incrementar los niveles de inflamación en el medio interno, aumentando el riesgo de enfermar. Así lo evidencia una investigación publicada en Diabetes & Metabolic Syndrome. 

Por su parte, los azúcares simples pueden afectar al correcto funcionamiento del metabolismo con el paso de los años. Se ha demostrado que un consumo excesivo de los mismos en el contexto del sedentarismo incrementa la incidencia de patologías como la diabetes. Por este motivo, hay que limitar su presencia en la pauta. Conviene priorizar los hidratos de carbono de tipo complejo.

Como norma general, esta clase de calorías se encuentran en los alimentos ultraprocesados de origen industrial. Muchas veces se utilizan ingredientes de baja calidad en su confección, buscando optimizar las características organolépticas. Sin embargo, se puede poner en peligro el buen funcionamiento del organismo a medio plazo a partir de su ingesta.

¿Y qué son las calorías buenas?

Las calorías buenas son aquellas que proceden de alimentos con elevada densidad nutricional, que aportan compuestos de buena calidad para el organismo. Podemos destacar, por ejemplo, los alimentos de origen animal. Estos concentran en su interior proteínas de alto valor biológico y una cantidad importante de vitaminas y de minerales. Satisfacer los requerimientos diarios de estas sustancias es imprescindible para que el cuerpo funcione bien.

De hecho, se recomienda que el 90 % de las calorías de la dieta sean de este tipo, procedentes de los alimentos frescos. Así se asegurará también la inclusión en la pauta de compuestos con actividad antioxidante. Dichos elementos neutralizan la formación de los radicales libres y su posterior acumulación en los tejidos, lo cual podría dar lugar a daños a medio plazo.

Antes que contar las calorías que necesita un deportista, es mejor fijarse en su procedencia.

Cuidado con los tóxicos

Un ejemplo de producto que cuenta con calorías malas son las bebidas alcohólicas. Hablamos de un elemento que resulta tóxico para el organismo independientemente de la dosis consumida. Consigue alterar las glucemias, el equilibrio hormonal, las concentraciones de minerales y muchas funciones fisiológicas importantes. Su consumo de forma regular se asocia con mayor incidencia de patologías complejas.

Por este motivo, es clave evitar la ingesta de bebidas alcohólicas, y de otros tóxicos, en la dieta. De este modo se evitará que el cuerpo se vuelva ineficiente en sus funciones vitales, lo que podría dar lugar a un envejecimiento temprano y a problemas de salud crónicos durante la edad adulta. Hay que tener presente que la mejor herramienta para garantizar un buen estado de hidratación es el agua, carente prácticamente de calorías.

Diferencia las calorías malas de las buenas para mejorar la salud

Según has podido comprobar, resulta determinante diferencias las calorías malas de las buenas para evitar la inclusión de las primeras en la dieta. De lo contrario el estado de salud podría verse afectado con el paso del tiempo. La mayor parte de la pauta de alimentación ha de estar conformada por productos frescos con elevada densidad a nivel nutricional. Estos aportan proteínas, ácidos grasos, carbohidratos y micronutrientes de mucha calidad.

Para terminar, ten en cuenta que cuando el objetivo es mejorar el estado de salud no solo basta con cuidar la dieta. Hay que poner una serie de buenos hábitos en marcha en conjunto. De entre ellos podemos destacar la práctica regular de ejercicio físico, poniendo el foco en el trabajo de fuerza. Así se mantendrá bajo control la inflamación, siendo este uno de los mecanismos que se esconden detrás de muchas enfermedades de tipo crónico.


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