5 consejos para mantener tu dieta
Para mantener la dieta a lo largo del tiempo hay que tener en cuenta una serie de consejos que te vamos a comentar y que pueden marcar la diferencia. De este modo, se logrará generar adherencia, lo que evitará que aparezca la ansiedad entendida como la antesala del abandono. Así se previenen efectos rebote indeseados.
Antes de comenzar hay que destacar que la mejor alternativa a la hora de iniciar un plan dietético es consultar con un profesional. Con la ayuda apropiada de un especialista en nutrición se podrá confeccionar un menú fácil de seguir y que satisfaga los requerimientos nutricionales, que pueden variar según el contexto.
Consejos para mantener la dieta
A continuación, vamos a mostrarte los consejos clave que conseguirán hacerte mantener la dieta a lo largo de los años, consiguiendo así incrementar las probabilidades de éxito. Estos son los tips que debes tener en cuenta:
Apuesta por la saciedad
Cuando se pretende bajar de peso hay que garantizar un ligero déficit energético. Pero esto no significa pasar hambre. Para garantizar el éxito habrá que introducir en la pauta alimentos con baja densidad calórica, pero que sean voluminosos. Así bloquearán el apetito y provocarán un estado de satisfacción mayor.
Es importante tener en cuenta que tanto la fibra como las proteínas y las grasas consiguen estimular la saciedad de manera mucho más eficiente que los carbohidratos. Así lo evidencia una investigación publicada en la revista European Journal of Clinical Nutrition. Con estos elementos se produce un vaciado gástrico lento, lo que contribuye a mantener los niveles de glucosa en sangre estables.
La variedad es clave
La mayor parte de las dietas que fracasan según avanzan las semanas cuentan con una característica común, y es que son monótonas y aburridas. Es positivo incluir muchos alimentos diferentes en la pauta, aunque se cocinen por medio de mecanismos simples. De este modo se reduce también el riesgo de sufrir un déficit de nutrientes esenciales, lo que podría condicionar el estado de salud.
Recuerda que en la pauta han de predominar los alimentos frescos. Estos cuentan con una densidad superior a nivel nutricional. Por otra parte, no concentran en su interior elementos como las grasas trans o los aditivos artificiales. Estos podrían resultar muy negativos, ya que en algunos casos han demostrado incrementar los niveles de inflamación.
Adapta la dieta a los horarios
No siempre funciona el esquema de 5 comidas. Tampoco el protocolo de ayuno intermitente. Lo que verdaderamente marcará la diferencia será la capacidad de adaptar la pauta dietética a los hábitos, horarios y circunstancias individuales, tratando así de sacarle el máximo provecho. Lo que está claro es que, la dieta ha de ser equilibrada y variada, pero las posibilidades en cuanto a planteamiento son varias.
Evita las distracciones
Uno de los problemas de muchas personas es que no se centran en el acto de alimentación cuando se disponen a comer. Suelen realizar otra actividad de manera paralela, como ver la tele, chatear con el móvil o trabajar con el ordenador. Esto influyen de manera negativa sobre la saciedad y sobre la sensación de satisfacción al terminar la ingesta. Por lo tanto se trata de un hábito nocivo que es bueno evitar.
Bebe suficiente agua
Consumir agua también calma el apetito. Además es un elemento clave para que las reacciones que tienen lugar en el medio interno se lleven a cabo de manera eficiente. Una buena estrategia consiste en ingerir un vaso de agua mineral fresca antes de cada una de las comidas principales. Eso sí, será clave evitar los refrescos y, por supuesto, el alcohol.
Sigue los consejos para mantener la dieta
Como has podido comprobar, los consejos para mantener la dieta son realmente sencillos. Si implementas estas consideraciones en las rutinas diarias resultará mucho más sencillo seguir la pauta de alimentación, lo que a medio plazo repercutirá positivamente sobre el estado de salud. Eso sí, ante la duda conviene consultar primero con un profesional.
Para terminar, recuerda que cuando el objetivo es prevenir enfermedades no solo basta con cuidar la alimentación. Será determinante promocionar otros hábitos, de entre los cuales destaca la práctica de actividad física de manera regular. Sobre todo habrá que poner énfasis en el trabajo de fuerza, ya que así se mantendrán los niveles de inflamación y de oxidación controlados.
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