Leche de avena o almendras: ¿cuál elegir?

¿No te sienta bien la leche de vaca? En ese caso, te vamos a contar cuál es mejor opción entre la leche de avena y la de almendras para que la incluyas en la dieta regular.
Leche de avena o almendras: ¿cuál elegir?
Sául Sánchez Arias

Revisado y aprobado por el nutricionista Sául Sánchez Arias.

Última actualización: 26 mayo, 2023

La leche de avena o la de almendras son 2 buenas opciones para sustituir a la tradicional, procedente de la vaca, cuando se experimentan problemas con la digestión de la lactosa. Sin embargo, es importante revisar primero los etiquetados para asegurarse de que no contienen azúcares añadidos en su interior.

Este tipo de bebidas se caracterizan por su fácil digestión. Además, contribuyen a mejorar el estado de hidratación del organismo, aunque cuentan con una densidad energética superior a la del agua mineral. Conoce cuál es mejor opción entre ambas para que recurras a ella si te sienta mal la leche de vaca.

Características de la leche de avena

En líneas generales, agua y avena son los ingredientes principales de la leche de avena. El porcentaje del cereal es pequeño, pero sirve para aportar una cierta cantidad de micronutrientes esenciales, entre los que se encuentran el zinc, calcio, hierro y magnesio. Todos ellos son precisos para asegurar un buen estado de salud a medio plazo.

Además, es posible encontrar opciones enriquecidas con calcio. Este mineral es determinante para mantener un buen nivel de densidad mineral ósea, según evidencia un estudio publicado en la revista Nutrients. Ahora bien, para garantizar una buena absorción de calcio, es necesario que los depósitos de vitamina D estén llenos.

Por otra parte, la leche de avena cuenta con una cierta cantidad de carbohidratos complejos, siempre y cuando no hayan sido añadidos azúcares simples. Para asegurarse de esto último, basta con comprobar la información ofrecida en el etiquetado. Los carbohidratos complejos ayudarán a mantener los niveles de energía estables a lo largo del día.

Características de la leche de almendras

La leche de almendras cuenta con variedad de nutrientes para la salud.

La leche de almendras, por su parte, cuenta con una composición en la que destacan el agua y las almendras como ingredientes principales. Los frutos secos se pueden encontrar en proporción variable, aunque vuelve a ser determinante elegir las versiones que no cuentan con azúcares añadidos o con edulcorantes artificiales. Estos últimos han demostrado ser nocivos para las bacterias que habitan en el intestino, según un estudio que publicó Nutrients.

Desde el punto de vista nutricional, hablamos de un alimento que cuenta con un aporte de carbohidratos muy pequeño. La leche de almendras destaca sobre todo por la presencia de una cierta porción de grasas de alta calidad en su interior, de tipo insaturado.

También coexisten en esta leche una serie de proteínas, aunque son de bajo valor biológico. Esto quiere decir que no contienen todos los aminoácido esenciales.

Por otra parte, y del mismo modo que en el caso anterior, es posible encontrar micronutrientes esenciales como el hierro, calcio, selenio y zinc. Estos elementos son fundamentales para fortalecer el sistema inmune y mantener la homeostasis —autorregulación para el equilibrio del organismo— a nivel interno.

¿Cuál es mejor opción?

En líneas generales, la mejor opción es siempre consumir leche de almendras. Esto se debe a que cuenta con más proteínas y lípidos en su interior y con menos carbohidratos. Es posible encontrar en el mercado algunas versiones que han sido suplementadas con otros micronutrientes como la vitamina D, lo que permite un mayor aporte a nivel nutricional.

De todos modos, lo más importante es cerciorarse de que no cuentan con aditivos artificiales. En ocasiones, estos elementos químicos pueden afectar negativamente al funcionamiento de la microbiota, lo que daña la salud intestinal a medio plazo. Siempre es preferible el uso de ingredientes naturales.

Leche de avena o de almendras, dos productos para intolerantes a la lactosa

Vaso de leche de avena.

Como norma general, y siempre que sea posible, es preferible el consumo de leche de vaca antes que el de cualquier bebida vegetal. Esta cuenta con una densidad nutricional mucho más elevada, ya que concentra en su interior proteínas de alto valor biológico y micronutrientes esenciales en cantidades superiores.

No obstante, algunas personas han desarrollado ciertos problemas con la digestión de la lactosa. En estos casos, la ingesta de leche de avena o de almendras puede resultar una buena opción para sustituir a la procedente de la vaca. También puede ser una buena alternativa si se padece de alergia a las proteínas de la leche del animal.

En cualquier caso, la calidad nutricional de la leche de almendras es ligeramente superior a la de la leche de avena. Ahora bien, será importante mirar la concentración del fruto seco que presenta el producto. Asimismo, como remarcamos con anterioridad, habrá que asegurarse de la ausencia de azúcares añadidos.


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