4 riesgos de las dietas líquidas

Las dietas líquidas están indicadas para el tratamiento de problemas digestivos agudos. Sin embargo, no están exentas de riesgos si se mantienen en el tiempo.
4 riesgos de las dietas líquidas
Sául Sánchez Arias

Revisado y aprobado por el nutricionista Sául Sánchez Arias.

Última actualización: 30 mayo, 2023

Existen muchos tipos de protocolos de alimentación, pero no todos son adecuados cuando se pretende mejorar el estado de salud. Lo mejor siempre es optar por un patrón lo más variado y equilibrado posible. En esta ocasión, vamos a comentarte cuáles son los riesgos de las dietas líquidas, que se utilizan en ocasiones para bajar de peso.

La aplicación médica de la dieta líquida tiene que ver con el proceso de recuperación de un problema intestinal. Esta se utiliza normalmente para reintroducir la pauta normal tras un periodo de gastroenteritis, con el objetivo de facilitar la digestión y evitar vómitos que condicionen el aporte de nutrientes.

Posibles consecuencias de las dietas líquidas

A continuación, expondremos los principales riesgos de plantear una dieta líquida a medio plazo. No pasará nada por ponerla en práctica durante unos días, sobre todo si así lo indica el médico, pero la idea será volver lo antes posible a una pauta de alimentación sólida normal.

1. Pueden provocar desnutrición

El aporte de proteínas de las dietas líquidas es muy escaso. Estos nutrientes son indispensables para conseguir mantener un buen estado de salud. De acuerdo con un estudio publicado en la revista Annals of Nutrition & Metabolism , es necesario asegurar una ingesta proteica diaria superior a 0,8 gramos de proteína por kilo de peso corporal en personas que no hacen ejercicio.

Si no se cubren estos requerimientos, es posible que progresivamente se experimente una reducción de la masa magra, lo que generará problemas graves de salud a medio plazo. De hecho, la pérdida de fuerza y músculo en edades avanzadas se relaciona con un mayor riesgo de mortalidad por cualquier causa, por lo que es algo que hay que evitar.

Por mucho tiempo se pensó que la l-carnitina favorecía la pérdida de peso.

2. Son capaces de generar un efecto rebote

Cuando las dietas líquidas se ponen en marcha con el objetivo de bajar de peso, es muy probable que se experimente un marcado efecto rebote. Al implementarla, primero se consigue reducir kilos debido al elevado déficit energético.

Sin embargo, esta pauta se vuelve insostenible con el paso del tiempo. Llega un momento en el que aparece la ansiedad y la persona vuelve a comer más que al principio.

A esto hay que sumarle que la composición corporal se ha visto negativamente alterada. La masa magra se ha reducido, por lo que el gasto energético basal es inferior al que existía en un principio. Esto incrementa el riesgo de obesidad, lo que se ha relacionado con un empeoramiento alarmante de la salud.

3. Podrían dañar el intestino

El tracto intestinal está preparado para digerir alimentos sólidos. Para ello, produce una serie de enzimas encargadas de disolver o romper ciertas estructuras, con el objetivo de aprovechar todos los nutrientes. Si durante un tiempo solo se administran líquidos, puede que la capacidad para sintetizar esas enzimas se reduzca, lo que condicionará negativamente las digestiones posteriores.

Asimismo, hay que destacar que un aporte excesivo de líquidos puede resultar nocivo. Está claro que beber agua es fundamental, pero cuando se excede cierta cantidad, si el balance de sodio no es óptimo, podría generarse una situación de hiponatremia. Así lo evidencia una investigación publicada en la revista Journal of the American Society of Nephrology .

4. No está indicada para pacientes con patología renal

Una de las consecuencias de las dietas líquidas son las complicaciones renales.

Las personas con problemas renales en ocasiones tienen que limitar la cantidad de líquido de la dieta. De lo contrario, estos órganos podrían sobrecargarse y provocar la progresión de la patología. En este contexto, no resulta útil la aplicación de las dietas líquidas, ni siquiera para recuperar un proceso digestivo agudo.

Las dietas líquidas tienen varios riesgos para la salud

Como has podido comprobar, las dietas líquidas tienen sus riesgos cuando se mantienen durante un largo periodo de tiempo. Pueden estar bien como estrategia terapéutica para tratar un problema intestinal agudo, pero es importante volver a la pauta normal lo antes posible.

No olvides que, para conseguir que el cuerpo funcione correctamente, es preciso asegurar un aporte óptimo y variado de nutrientes. Para ello, hay que priorizar el consumo de alimentos frescos y sólidos en la pauta. Es necesario reducir los ultraprocesados industriales y garantizar una correcta hidratación. Asimismo, se aconseja la práctica de ejercicio físico de forma regular y dormir bien cada noche.


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