Las 3 mejores alternativas al pollo para sumar a tu dieta
Existen una serie de alternativas al pollo que se pueden incluir en la dieta para mejorar el aporte proteico, garantizando así una variedad adecuada. Y es que consumir alimentos distintos es importante para evitar déficits de nutrientes esenciales, lo que podría condicionar negativamente el funcionamiento del organismo humano.
Antes de comenzar hay que indicar que la presencia de la carne en la pauta se considera fundamental. Esta clase de comestibles cuentan con proteínas de alto valor biológico en su interior y con otros micronutrientes de mucha calidad, como los minerales. Gracias a ellos se incrementa la eficiencia en los procesos fisiológicos internos.
Mejores alternativas al pollo para agregar a tu dieta
A continuación, te vamos a comentar cuáles son las mejores alternativas al pollo para agregar a tu dieta. Piensa que siempre hay que conseguir que esta sea equilibrada, es decir, que se ingieran las mismas calorías más o menos que se gastan. En algunos escenarios podría romperse la balanza para ganar músculo o para perder grasa, pero serían casos concretos y transitorios.
Pavo
La carne de pavo cuenta en su interior también con proteínas de alto valor biológico. Estos nutrientes tienen todos los aminoácidos esenciales y presentan una buena puntuación en cuanto a digestibilidad. Son importantes para prevenir el desarrollo de patologías que afectan a la masa magra, como es el caso de la sarcopenia. Así lo apunta una investigación publicada en la revista BioMed Research International.
Además se trata de un alimento que aporta poca grasa. Por este motivo es poco denso desde el punto de vista energético. Se podría incluir sin problemas en una dieta con objetivo de pérdida de peso, logrando así estimular la movilización y la oxidación de los lípidos. Eso sí, para lograr este fenómeno será determinante asegurar la práctica de ejercicio físico de forma regular.
Soja texturizada
La soja texturizada es un producto de origen vegetal que también concentra proteínas en su interior, por lo que puede resultar útil en alguna ocasión para sustituir a la carne de pollo. Normalmente se prepara con verduras o en platos elaborados, consiguiendo mejorar la textura de los mismos. Es fácil de manipular y de integrar en muchas recetas diferentes.
Ahora bien, hemos de tener siempre en cuenta que las proteínas de origen vegetal cuentan con una calidad inferior a las animales. Por una parte suelen ser deficitarias en algún aminoácido esencial. Por otro lado no se aprovechan en su totalidad. Al fin y al cabo a lo largo del día es importante lograr cubrir los requerimientos proteicos y de ciertos elementos, como la leucina. Dicho constituyente cuenta con un papel determinante en los procesos de construcción muscular, según un estudio publicado en la revista The Journal of Physiology.
Atún en lata
En prácticamente todas las recetas se puede sustituir el pollo por atún en lata, sobre todo cuando se utiliza como acompañamiento a pasta, arroces u otro tipo de alimentos con alto contenido en carbohidratos. Incluso funciona excelente en las ensaladas. En este caso hablamos de unos de los pescados de mayor calidad que se pueden consumir de forma regular.
Por una parte concentra en su interior proteínas de la más alta calidad. Por otra, es fuente de ácidos grasos de la serie omega 3. Estos lípidos poliinsaturados son capaces de reducir los niveles de inflamación en el medio interno, lo que ayuda a prevenir el desarrollo de muchas patologías crónicas y complejas a medio plazo. Han de aparecer en la pauta de manera frecuente para que la fisiología del organismo funcione de manera correcta.
Conoce las mejores alternativas a la carne de pollo para incluir en la dieta
Como has podido comprobar, existen una serie de alternativas a la carne de pollo para incluir en la dieta válidas para todos los gustos. De este modo se asegura el aporte proteico al tiempo que se consiguen otros nutrientes de calidad y diferentes características organolépticas. Esto no quiere decir que la carne de pollo sea nociva, que no lo es, sino que conviene tener cierta variedad para que la pauta funcione correctamente.
Por último, no olvides que para mantener un buen estado de salud no solo basta con comer bien. Habrá que promocionar una serie de buenos hábitos en su conjunto a medio plazo. De entre todos ellos hay que destacar la necesidad de practicar ejercicio físico de forma regular, enfatizando sobre todo el trabajo de fuerza muscular. Así se mantiene bajo control la inflamación y se evitan pérdidas en el tejido magro, lo que podría aumentar el riesgo de muerte por cualquier causa.
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