¿Cómo la nutrición puede afectar tu estado de ánimo?
La nutrición afecta de forma determinante al estado de ánimo. Por este motivo, es fundamental ajustar la dieta con el objetivo de evitar desórdenes que puedan terminar mermando la sensación de bienestar. Si existen dudas lo mejor es consultar con un profesional, ya que también hay suplementos que pueden ayudar.
Antes de comenzar hemos de destacar que mantener una pauta equilibrada y variada reducirá el riesgo de desarrollar patologías complejas con el paso de los años. Conviene combinar una buena alimentación con otra serie de hábitos para asegurar la homeostasis en el medio interno y que todo funciona sin alteraciones.
La microbiota y el estado de ánimo
Cuando hablamos de cómo la nutrición afecta al estado de ánimo debemos empezar haciendo referencia a la microbiota. El conjunto de microorganismos que habitan en el intestino guarda ciertas relaciones estrechas con el funcionamiento del sistema nervioso central. Por este motivo, habrá que asegurar su densidad y diversidad para prevenir problemas en un futuro.
Con este objetivo se pueden incluir alimentos fermentados e incluso suplementos de probióticos en la pauta de manera regular. De acuerdo con un estudio publicado en la revista Neuroscience and Biobehavioral Reviews, tanto los prebióticos como los probióticos pueden tener un efecto ansiolítico, reduciendo la frecuencia y la intensidad de las depresiones. Eso sí, habrá que usar la cepa adecuada.
Del mismo modo, con el objetivo de cuidar la microbiota habrá que reducir en la dieta la presencia de grasas trans, de azúcares simples y de aditivos. Estos se encuentran en muchos alimentos ultraprocesados y podrían llegar a ser muy dañinos para el organismo y para las bacterias que habitan en el tubo.
La importancia de los micronutrientes
Por otra parte, será clave evitar déficits de micronutrientes esenciales para que los procesos fisiológicos normales no se descontrolen. Por ejemplo, un aporte adecuado de magnesio ha demostrado mejorar la calidad del sueño, algo que será determinante de cara a evitar alteraciones en el estado de salud mental. La suplementación no siempre genera beneficios, pero cubrir los requerimientos diarios sí.
Asimismo, ciertos aminoácidos pueden presentar importancia a la hora de actuar como precursores de neurotransmisores relacionados con la sensación de placer o de felicidad. El triptófano sería el más destacado de todos ellos. Para asegurar que se consume en cantidades suficientes conviene incluir en la pauta alimentos de origen animal a diario.
Suplementos dietéticos que afectan el estado de ánimo
Como hemos comentado, en lo que a nutrición para mejorar el estado de ánimo se refiere podemos hacer mención a una serie de suplementos dietéticos que resultan bastante eficaces. El primero de todos es la melatonina, una neurohormona que regula los ciclos de sueño y de vigilia. Esta sustancia ayuda a dormir mejor y a que el descanso sea más reparador, lo que beneficia al estado de salud mental.
También existen otros compuestos como el propio triptófano o el 5-HTP que se pueden incluir en la pauta de manera regular para generar este tipo de efectos beneficiosos. Eso sí, será clave tener cuidado en el caso de estar tomando algún tipo de pauta farmacológica. La combinación de estos suplementos con los medicamentos podría generar somnolencia u otro tipo de efectos secundarios en algunos casos. Siempre habrá que consultar primero con el especialista.
Del mismo modo, de poco servirá incluir suplementos en la pauta si esta no está equilibrada ni es variada. Lo primero es asegurar que los requerimientos nutricionales se cumplen. A partir de ahí se puede comenzar a pensar en incluir ciertos productos para mejorar la calidad de vida.
Con una buena nutrición se puede mejorar el estado de ánimo
Según has podido comprobar, optimizar la nutrición afecta al estado de ánimo de un modo significativo. De este modo se pueden plantear ciertas estrategias a nivel dietético para reducir la incidencia de las depresiones y para incrementar la calidad del sueño, lo que repercutirá positivamente sobre el estado de bienestar.
Ahora bien, no solo llegará con comer bien. Será necesario poner en marcha una serie de buenos hábitos en su conjunto. Conviene, por ejemplo, practicar ejercicio físico de manera regular. Habrá que poner el foco en el trabajo de fuerza, ya que de este modo se mantiene controlada la inflamación en el medio interno.
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