¿Cuáles son las dietas más populares?
Las dietas más populares cuentan todas con una característica común, y es que son saludables, siempre y cuando se planteen de la forma adecuada. La mayor parte de los expertos en nutrición las recomiendan para asegurar el correcto funcionamiento del organismo.
A la hora de poner en marcha una dieta, es importante ejecutarla de forma que sea equilibrada desde el punto de vista energético. De lo contrario, podría experimentarse un incremento del peso corporal poco adecuado para el cuerpo humano.
La dieta mediterránea
La dieta mediterránea se caracteriza por la presencia de vegetales en grandes cantidades en la pauta diaria. Además, prioriza la ingesta de grasas vegetales sobre las de origen animal. Los lípidos procedentes de los aceites cuentan en su interior con ácidos grasos de tipo insaturado, con capacidad para reducir los niveles de inflamación del organismo.
Según un estudio publicado en la revista Nutrients, una dieta mediterránea bien planteada es capaz de reducir la incidencia de varios tipos de tumores. Esto se debe a la ingesta de fitonutrientes antioxidantes que neutralizan la producción de radicales libres y su posterior acumulación en los tejidos del organismo.
De todos modos, la dieta mediterránea permite la ingesta de ciertos productos considerados como poco saludables. Entre ellos hay que destacar el alcohol, una sustancia que es tóxica independientemente de la dosis consumida. Lo mejor es restringir su presencia en la alimentación para prevenir problemas de salud a medio plazo.
La dieta cetogénica
Se puso de moda como mecanismo para perder peso, pero lo cierto es que la primera aplicación de la dieta cetogénica tuvo que ver con el tratamiento de la epilepsia. La reducción de los carbohidratos de la dieta puede ayudar a prevenir y a tratar las crisis resistentes a la medicación, tal y como afirma una investigación publicada en la revista Arquivos de Neuro-psiquiatria.
De hecho, se propone su uso para el tratamiento de varios problemas de tipo neurológico. Incluso se estudia el efecto de la restricción de los carbohidratos en el desarrollo del alzhéimer. También se ha visto que puede suponer una estrategia coadyuvante a la quimioterapia en casos de cáncer, ya que disminuye sus efectos secundarios.
A pesar de sus posibles beneficios, la dieta cetogénica cuenta también con desventajas. Una de ellas es que limitar tanto el aporte de carbohidratos en la dieta puede provocar problemas de adherencia para muchas personas, lo que hace que este tipo de alimentación no resulte sostenible a medio plazo. Asimismo, se pueden experimentar efectos secundarios gastrointestinales durante los primeros días.
Lo más conveniente es introducirse de forma paulatina en este método dietético. La reducción de los azúcares ha de ser progresiva, para que esto no suponga un factor limitante a la hora de desarrollar este régimen alimenticio.
La dieta vegana
En los últimos años, se ha popularizado la dieta vegana debido a una mayor concienciación social sobre el sufrimiento animal. Se trata de un modo de alimentación con carencias a nivel nutricional, que tienen que ser evitadas por medio de la inclusión de suplementos de micronutrientes esenciales.
De todos modos, si se plantea de forma adecuada, la dieta vegana se considera buena para la salud. El mayor consumo de alimentos de origen vegetal asegura un aporte continuado de antioxidantes que modulan los procesos inflamatorios del organismo. Ahora bien, es importante evitar la presencia de ultraprocesados en la pauta y priorizar siempre los productos frescos.
En el caso de iniciar una dieta vegana, se recomienda consultar con un especialista en nutrición. Es importante asegurar una ingesta proteica adecuada, además de elegir los suplementos de vitamina B12 y hierro óptimos. De lo contrario, se podrían generan carencias que terminasen en la aparición de una anemia.
Las dietas más populares son saludables
Como has podido comprobar, las dietas más populares se pueden considerar como saludables. Ahora bien, es preciso plantearlas de forma correcta, asegurando el equilibrio energético y la mayor variedad posible en cuanto a alimentos consumidos. Si no se cumple con esto, se podrían experimentar alteraciones en la composición corporal.
Finalmente, para asegurar un buen estado de salud, no basta con comer bien. Es determinante practicar ejercicio físico de forma regular, priorizando el trabajo de fuerza muscular. Asimismo, es vital dormir 7 u 8 horas cada noche para que todos los procesos fisiológicos de recuperación se lleven a cabo de forma óptima.
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- Mentella, M. C., Scaldaferri, F., Ricci, C., Gasbarrini, A., & Miggiano, G. (2019). Cancer and Mediterranean Diet: A Review. Nutrients, 11(9), 2059. https://doi.org/10.3390/nu11092059
- Sampaio L. P. (2016). Ketogenic diet for epilepsy treatment. Arquivos de neuro-psiquiatria, 74(10), 842–848. https://doi.org/10.1590/0004-282X20160116