Dieta del metabolismo acelerado: ¿qué significa?
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La dieta del metabolismo acelerado es un modelo alimenticio que promete una pérdida de peso significativa en un tiempo récord de un mes, por lo que podría englobarse dentro de las dietas milagro. Se caracteriza por contar con tres fases, las cuales te describiremos a continuación.
Antes de entrar en materia, cabe destacar que la mayor parte de las dietas que aseguran resultados rápidos y espectaculares suelen ser contraproducentes para la salud. En primer lugar, porque no resultan sostenibles en el tiempo. Por otra parte, proponen una restricción excesiva de nutrientes que puede condicionar la aparición de déficits dietéticos importantes.
Principios básicos de la dieta del metabolismo acelerado
Este plan dietético se centra principalmente en la necesidad de evitar el consumo de alimentos ultraprocesados industriales, ya que se ha demostrado que son nocivos para la salud. Asimismo, se promociona la idea de realizar ejercicio físico de manera regular, así como de evitar los conflictos sociales y las situaciones de estrés.
Por otra parte, se aconseja también comer más, aunque ingerir fundamentalmente productos que se consideren saludables y con valor calórico reducido, como los vegetales. De este modo, se puede estimular la saciedad gracias aporte de fibra, tal y como postula un estudio publicado en Nutrition Reviews.
Fases de la dieta
La dieta del metabolismo acelerado se divide en tres fases que se suceden en la misma semana, teniendo en cuenta que cada cuatro semanas de dieta constituyen un ciclo. Durante la primera, solo se pueden consumir granos y frutas. En la segunda, se incluyen las verduras y las frutas alcalinas. A partir de la tercera, es posible empezar a ingerir grasas saludables.
Las cantidades de alimentos permitidas no están estipuladas, por lo que se ingerirá comida hasta que desaparezca la sensación de apetito, priorizando siempre el consumo de productos con escaso valor calórico, como los vegetales.
Se destaca también la necesidad de comer cinco veces al día, evitando además saltar comidas. Lo aconsejable según este modelo alimenticio es ingerir alimentos cada dos o tres horas.
Prohibiciones
Dentro de esta clase de dieta, existen varias prohibiciones que es necesario tener en cuenta. La primera es el trigo, ya que se considera que este alimento es difícil de digerir y que cuenta con un índice glucémico elevado. Del mismo modo, tampoco se permite el consumo de maíz.
Además, se deben restringir los lácteos, debido a la presencia de lactosa en todos ellos. Los principios de esta dieta aseguran que la lactosa es indigesta y que genera un estado inflamatorio en el organismo, aunque la literatura científica no respalda dicha afirmación.
Al mismo tiempo, se evitan la soja y los azúcares refinados. La primera porque se encuentra genéticamente modificada, y los segundos por ejercer un efecto nocivo sobre la salud metabólica y general. Tampoco se puede consumir cafeína, alcohol, edulcorantes artificiales o zumos de frutas.
Desventajas de la dieta del metabolismo acelerado
Por tratarse de una dieta restrictiva, este modelo presenta ciertos riesgos. El primero de ellos es el desequilibrio dietético que se produce durante algunas de sus fases, carentes en proteínas y en grasas.
El segundo problema es que rara vez se cubren los requerimientos en cuanto a lípidos a lo largo de este plan. Esta situación puede incrementar el desarrollo de patologías a medio y a largo plazo.
Además, tampoco resulta óptimo limitar el trigo o la lactosa en aquellas personas que no han sido diagnosticadas de una intolerancia. De hacerlo, podrían desarrollar un problema digestivo ante estos nutrientes a la larga.
No obstante, esta dieta sí tiene ciertas cosas positivas, como el hecho de promocionar la actividad física y de prohibir el consumo de alcohol o de algunos aditivos, como los edulcorantes artificiales.
La dieta del metabolismo acelerado, un plan para perder peso
A pesar de que se sustenta sobre ciertas bases saludables, la dieta del metabolismo acelerado no supone la mejor opción para perder peso. No resulta un método adecuado que genere adherencia a largo plazo, ya que cuenta con demasiadas restricciones en su espectro.
En cambio, a la hora de buscar una reducción del tejido adiposo, lo más adecuado es promocionar un cambio de hábitos, incluyendo el ejercicio físico como pilar esencial. Además, restringir el alcohol y los zumos puede resultar beneficioso, pero permitiendo el consumo de alimentos proteicos y con grasas saludables.
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