Mitos que debes evitar para perder grasa

Seguro que has escuchado estos mitos sobre la pérdida de grasa en más de una ocasión. Conocer la verdad sobre estos temas es importante, ya que de lo contrario podríamos atentar contra nuestra propia salud.
Mitos que debes evitar para perder grasa
Elisa Morales

Revisado y aprobado por la pedagoga en Educación Física Elisa Morales.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 09 marzo, 2022

El mundo de la nutrición está rodeado de mitos. Tanto es así que en muchas ocasiones no sabemos si lo que estamos leyendo o hemos escuchado tantas veces es cierto o se trata de algo falso. Para que te deshagas de todas estas falsas creencias y logres de una vez por todas perder grasa, a continuación desmontamos algunos de los más populares.

Estar bien informado es fundamental para lograr los objetivos deseados. Sin un mínimo de conocimiento sobre nutrición, es imposible alimentarnos correctamente. Es por ello que resulta fundamental deshacerse de los mitos que trataremos en la siguiente enumeración.

Mitos que rodean a la pérdida de grasa

1. Tienes que contar las calorías diarias

La mayoría de los planes de pérdida de grasa se basan en un número de calorías que no se puede rebasar. Esto provoca que nos obsesionemos con estas cifras y estemos constantemente comprobando el número de calorías de cada alimento.

Lo cierto es que comprobar solamente el número de calorías no nos aporta ninguna información útil para perder peso. Si de verdad quieres saber qué alimento estás consumiendo, tienes que analizar más al detalle su composición nutricional.

Es allí donde podrás comprobar qué cantidad de cada nutriente contiene cada producto. Además, comprender estos datos es muy sencillo, puesto que aparece reflejado en forma de porcentaje y en relación con la cantidad diaria que se debe tomar.

Cuando analices la composición nutricional, te darás cuenta de que todas las calorías no son iguales. Por lo tanto, contar el número de calorías no es sinónimo de una mejor alimentación.

Reducir las calorías de tu dieta.

Es evidente que no es lo mismo tomar 10 calorías de lechuga que de salsa mayonesa. Es cierto que la cantidad calórica va a ser la misma, pero los nutrientes que va a recibir el cuerpo van a ser totalmente diferentes.

2. Elimina las grasas de tu alimentación

También es habitual que, a la hora de llevar a cabo una dieta, se opte por eliminar por completo la ingesta de grasas. Se supone que, al no ingerir este nutriente, el organismo se desprende de una forma más rápida de la grasa acumulada. Esto es un error garrafal, ya que las grasas son muy necesarias.

Tal y como ya hemos comentado en otras ocasiones, es fundamental ingerir todo tipo de nutrientes. Lo único que debes tener en cuenta es que cada uno de ellos debe tomarse en una cantidad determinada. Respecto a las grasas, deben representar el 20 % de las calorías totales ingeridas a lo largo del día.

Algunos de los beneficios de la ingesta de grasas son los siguientes.

  • Facilitan la absorción de vitaminas de tipo liposolubles.
  • Incrementan la fuerza y favorecen la coordinación.
  • Mantienen los niveles hormonales adecuados.
  • Favorecen la salud ocular.
Demasiados alimentos altos en grasa añaden calorías a tu dieta.

Eliminar las grasas de nuestra alimentación no solo perjudica la salud, también impide que lleves a cabo una dieta saludable y efectiva. Por lo tanto, dejar de tomar grasas es uno de los muchos mitos que en tantas ocasiones hemos escuchado.

3. No cenar favorece la pérdida de grasa

En muchas ocasiones hemos hablado acerca de la importancia de que la cena sea ligera. Esto se debe a que, después de esta comida, no vamos a realizar ningún ejercicio físico. Una ingesta demasiado contundente no sería consumida por el organismo y pasaría a convertirse en grasa.

Después de conocer estos datos, muchas personas deciden eliminar la cena de las comidas que realizan a lo largo del día. Se supone que, de este modo, no se acumula grasa en el organismo y se pierde peso de una forma más rápida. Lo cierto es que esta creencia es totalmente errónea.

En realidad, si no cenas, te despiertas con una sensación de hambre mucho mayor. Por lo tanto, desayunas más de lo que deberías y, seguramente, acabes tomando alimentos poco saludables. Hay también una gran probabilidad de que piques entre horas.

¿Por qué es bueno evitar entrenar con el estomago vacío?

Hay que tener en cuenta que la cena cumple una doble función, y por ello no debe faltar en la rutina diaria. Por un lado, nos aporta una cantidad reducida de nutrientes, necesaria para acabar el día con energía. Asimismo, regula la sensación de apetito y evita los atracones al día siguiente.

Ahora que ya conoces estos tres mitos, es hora de que dejes de creer en ellos. Recuerda que la alimentación equilibrada y el ejercicio regular son la única forma efectiva y saludable de perder grasa.

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