4 mitos sobre las ensaladas

Seguramente consumes ensaladas de forma frecuente, ya que se las considera saludables. Sin embargo, existen una serie de mitos sobre estas preparaciones que es mejor conocer.
4 mitos sobre las ensaladas
Sául Sánchez Arias

Revisado y aprobado por el nutricionista Sául Sánchez Arias.

Última actualización: 26 mayo, 2023

Las ensaladas son preparaciones que suelen aparecer en el contexto de la dieta saludable. Estas constituyen una comida que cuenta con muchas propiedades positivas para la salud y es posible prepararlas de formas muy distintas. A continuación, vamos a contarte una serie de mitos sobre las ensaladas para que no tengas un concepto equivocado sobre ellas.

Antes de empezar, vale la pena destacar que no es adecuado plantear una dieta solamente con este tipo de elaboraciones. Este es un error muy frecuente cuando se quiere bajar de peso, pero no es recomendable. En cambio, sí es determinante asegurar la variedad en la alimentación.

Mitos sobre las ensaladas

Ya sea al incluirlas dentro de tu plan de alimentación o incluso antes de preparar una, procura tener presentes los siguientes mitos sobre las ensaladas.

1. Tienen pocas calorías

No siempre las ensaladas son platos hipocalóricos. Esto depende en gran parte de los ingredientes que se utilicen para aliñarlas. Por ejemplo, si cuentan con grandes cantidades de aceite de oliva virgen extra o con salsas, su densidad energética se dispara. De hecho, se deben limitar ambos ingredientes en el caso de querer perder peso.

El aceite de oliva virgen extra es un producto considerado como saludable, pero en su justa medida. Este líquido cuenta con ácidos grasos omega 9 que han demostrado ser beneficiosos para el sistema cardiovascular, como explica una investigación publicada por The New England Journal of Medicine.

El aceite de oliva contiene grasas saturadas.

No obstante, se trata de un alimento muy energético, capaz de aportar 900 calorías por cada 100 mililitros. Lo justo es utilizar como máximo 2 o 3 cucharadas soperas de este aceite para aliñar.

2. No aportan proteínas

La mayor parte de las ensaladas son carentes en proteínas, pero esto no tiene por qué ser siempre así. Basta con añadir algún lácteo, como el queso, o un pescado en lata, como el atún, para mejorar el contenido en macronutrientes de estas preparaciones. De hecho, cuando se plantean como plato único, es importante asegurar que cuentan con proteínas en abundancia.

Cabe recordar que estos nutrientes son esenciales para el mantenimiento de la masa magra y de su funcionalidad. De acuerdo con una investigación publicada en la revista Annals of Nutrition & Metabolism, es importante asegurar una ingesta diaria superior a 0,8 gramos de proteína por kilo de peso en personas sedentarias. En el caso de los deportistas, estos requerimientos se duplican con facilidad.

3. Son aburridas

Existen cientos de recetas diferentes de ensaladas. Muchas de ellas cuentan con alimentos con alto contenido en carbohidratos, como arroz, quinoa, pasta o legumbres. Solamente hay que elegir la forma óptima de prepararlas en cada momento, según la actividad que se vaya a desarrollar a continuación.

Por ejemplo, para las cenas suele ser buena idea limitar el aporte de carbohidratos, por lo que priorizar los vegetales y la proteína será lo más acertado. Sin embargo, en la comida se pueden incluir legumbres o granos, sobre todo si se va a realizar ejercicio más adelante. De esta forma, se garantiza que los depósitos de glucógeno estarán llenos.

4. Dan gases

Algunas personas tratan de evitar las ensaladas en la dieta porque afirman que les producen gases. Sin embargo, esto no siempre tiene que ser así. Es cierto que algunos alimentos como la lechuga cuentan con una cantidad significativa de fibra que fermenta en el tubo digestivo. Basta con eliminarla de la receta para que la digestión de la ensalada sea más sencilla.

Hay suplementos que ayudan a mejorar el bienestar por sus beneficios para la salud física.

Asimismo, muchas veces un exceso de producción de gas no está tan relacionado con la calidad de la dieta como con la composición de la microbiota intestinal. Por este motivo, puede ser buena idea consultar con un especialista en nutrición si se suelen experimentar alteraciones intestinales. La inclusión de probióticos en la dieta podría evitar estos inconvenientes.

Las ensaladas son preparaciones de gran calidad

Como norma general, se aconseja la inclusión de ensaladas en la dieta. No importa si el objetivo es perder peso, ganarlo o simplemente mejorar el estado de salud. Estas preparaciones se pueden adaptar dependiendo de los objetivos individuales. Existen muchos ingredientes susceptibles de ser incluidos en la receta, con los cuales varía totalmente el contenido nutricional de las ensaladas.

De todos modos, la variedad es uno de los pilares esenciales en la dieta. Por este motivo, no se debe ser demasiado repetitivo en la pauta. Por muy densa desde el punto de vista nutricional que sea una preparación, es preciso asegurar que aparece en el plan en su justa medida para prevenir déficits de nutrientes esenciales que puedan condicionar el estado de salud.


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