Beneficios de la postura del perro boca arriba de yoga

El yoga es una practica que aporta salud y estabilidad, tanto a nuestro cuerpo como a la mente, y la postura del perro es una de las más características
Beneficios de la postura del perro boca arriba de yoga
Yamila Papa Pintor

Escrito y verificado por la periodista deportiva Yamila Papa Pintor.

Última actualización: 04 febrero, 2024

Dentro de esta disciplina ancestral, existen diversas posiciones, o asanas, y cada una de ellas nos ofrece sus beneficios. En este artículo te contaremos sobre la postura del perro boca arriba de yoga, una de las más básicas y que más ventajas nos regala.

¿Cómo es la postura del perro boca arriba de yoga?

Su nombre en sánscrito es Urdhva Mukha Svanasana, pero la conocemos por su traducción en español: postura del perro boca arriba. Es una de las asanas más habituales dentro de las prácticas del yoga y su principal objetivo es estirar toda la parte posterior del cuerpo: cuello, espalda, caderas, glúteos y piernas. También sirve para descansar el vientre y la cabeza.

Para llevar a cabo esta postura del perro boca arriba de yoga, debemos tumbarnos en la colchoneta y estirar bien las piernas mientras apoyamos el vientre. Luego, colocamos las palmas de las manos a la altura del pecho y las estiramos por completo.

De esta manera, la espalda se llevará hacia atrás y el vientre y pelvis se despegarán de la colchoneta. No hay que olvidar que la cabeza se mantiene recta, con la vista mirando hacia adelante y los hombros relajados.

En todo momento, las piernas se dejan estiradas y los empeines apuntando hacia abajo, aunque los que más ejercen presión contra el suelo son los dedos de los pies.
La postura del perro boca arriba de Yoga es una buena forma de iniciarse en esta disciplina.

Empuja un poco con las manos y pies para que el cuerpo —a excepción de esas dos partes— quede suspendido en el aire. Presta atención a no hiperextender los codos —que no queden hacia afuera—, porque puede generar dolor. Abre bien los dedos de las manos para apoyarte lo máximo posible.

Inspira profundamente al momento de despegarte del piso y, cuando sueltes el aire, arquea la espalda un poco más hacia atrás, con el fin de que la zona lumbar se extienda. Mantén unos segundos y desciende.

¿En qué nos beneficia la postura del perro boca arriba de yoga?

Esta asana tiene varios beneficios, como por ejemplo mejorar la circulación de la sangre, trabajar la fuerza de los brazos y la espalda, estirar la columna, mantener una postura correcta y activar los músculos de los glúteos y las caderas.

También esta postura estimula los órganos abdominales, vigoriza el cuerpo (nos da mucha energía, por eso, es recomendable cuando nos sentimos cansados) y evita contracturas en el cuello, tan habituales hoy en día.

Las otras dos posturas del perro en yoga

Además de la postura del perro boca arriba de yoga, también podemos encontrar otras dos asanas relacionadas con este animal. ¡Y lo mejor de todo es que se pueden combinar para conseguir mejores resultados!

La postura del perro boca abajo es otra de las más comunes en la práctica de esta disciplina; su nombre en sánscrito es Adho Mukha Svanasana y se realiza de la siguiente manera:

En primer lugar, ponte en posición cuadrúpeda, con la espalda recta, las manos apoyadas en el suelo al ancho de los hombros y las rodillas sobre la colchoneta, formando una línea imaginaria con las caderas.

Levanta las rodillas mientras estiras las piernas y sube lo más que puedas las caderas, las plantas de los pies y las palmas de las manos son los únicos contactos con el piso. Mete la cabeza entre los hombros y mírate el ombligo. La idea es que formes una V invertida con tu cuerpo y tu espalda se estire por completo.

La otra postura del perro (Eka Pada Adho Mukha Svanasana o perro de tres patas) es similar a la tradicional, pero un poco más difícil.
Imagen: widemat.com

La otra postura del perro (Eka Pada Adho Mukha Svanasana o perro de tres patas) es similar a la anterior, pero un poco más difícil. Una vez que hayas elevado las caderas y te encuentres equilibrado, levanta la pierna derecha y déjala estirada, como si quisieras tocar el techo con la punta del pie. Tras unos segundos, desciende lentamente y repite con la pierna izquierda.


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