Beneficios del entrenamiento con fitball
La que presentaremos a continuación es una rutina ideal para tonificar y fortalecer los músculos abdominales y de la zona lumbar. Los beneficios del entrenamiento con fitball, una pelota de grandes dimensiones, son increíbles. Belleza y salud son sus más grandes aportes.
Fitball y salud
Conocida como balón suizo, esta pelota tiene un diámetro que oscila entre 35 y 85 centímetros. Suele usarse en el gimnasio, pero también en rehabilitación y fisioterapia para bebés y en el tratamiento neurológico de adultos con problemas ortopédicos.
El alivio del dolor lumbar es otro de los beneficios del entrenamiento con fitball, pues la pelota hace trabajar los músculos estabilizadores. Si la dolencia está relacionada con el nervio ciático, estenosis espinal o artritis de la columna vertebral, el entrenamiento con este balón también será de gran ayuda.
Como prevención ante el surgimiento de esos padecimientos, el método fitball es un gran aliado. Trabajar con este elemento mejora la postura y la estabilidad general, pues aumenta la fuerza de los músculos de la zona.
El fitball ideal para cada quien dependerá de su estatura. Para personas con una altura menor a 1,53 m, la pelota debe ser de 45 centímetros. Entre 1,54 m y 1,70 m, podrá ser de 55 cm. Si la estatura está entre 1,71 m y 1,81 m, el fitball deberá ser de 65 cm y de 75 cm para personas con más de 1,80 metros de altura.
Ejercicios con fitball
En primer lugar, las extensiones de espalda son un excelente ejercicio para aliviar dolores lumbares. Para realizarlas, nos acostamos boca abajo, con el balón a la altura del estómago y las piernas estiradas.
Luego, apoyados sobre las puntas de los pies, colocamos las manos sobre la nuca y miramos el techo durante unos segundos. Para culminar, volvemos a la posición inicial.
También podemos apoyar la espalda sobre el balón para estirar la columna vertebral y los músculos del abdomen. Simultáneamente, ubicamos los pies sobre el suelo y dejamos caer los brazos alrededor del balón durante unos 30 segundos.
Por otro lado, sentados sobre el fitball obligamos al cuerpo a mantener el equilibrio, lo que potenciará el trabajo de los músculos estabilizadores. También podemos rebotar sobre el balón con los pies sobre el suelo. Este es un excelente ejercicio cardiovascular que, además, ayuda a aumentar la estabilidad, pues obliga a la columna a mantenerse recta.
En esa misma posición, también podemos transferir el peso a diferentes zonas del cuerpo. Esto lo lograremos levantando un brazo y luego el otro. También podemos elevar las piernas y alternar brazo y pierna para obligar al cuerpo a mantener el equilibrio, reajustando su posición.
Beneficios del entrenamiento con fitball
Estos ejercicios evidencian los beneficios del entrenamiento con fitball. Con ellos, no solo tonificamos y fortalecemos los músculos del cuerpo, sino que podemos aliviar diversas dolencias. Además, se corrige la postura corporal, se previenen lesiones y mejora el equilibrio y la estabilidad.
Ideal para los músculos del core
Los lumbares, los glúteos, la pelvis, los abdominales y los músculos de la columna, conocidos como músculos del core, reciben considerables beneficios del entrenamiento con fitball.
Por ejemplo, con el simple acto de arrodillarnos sobre el balón e intentar mantener el torso erguido durante pocos segundos, fortaleceremos la zona. Si se tiene poca práctica, hay que empezar apoyándose en una pared.
En tanto, las flexiones abdominales se ejecutan apoyando la zona lumbar en el balón y los pies en el suelo, separados según el ancho de las caderas. Es un ejercicio sencillo y verdaderamente efectivo.
Al realizarlo, las rodillas permanecen flexionadas y las manos sobre la nuca, mientras sube el torso. Una variante de este ejercicio es levantarse hacia los lados de manera alterna, para trabajar los abdominales oblicuos.
Estos mismos músculos pueden trabajarse de otra manera. Acostados lateralmente sobre el fitball, con el apoyo en la cadera, estiramos las piernas. Los pies se apoyan de lado en el suelo o en la pared, para conseguir estabilidad.
Una vez en esa posición, lo siguiente será colocar las manos sobre la nuca, elevar el torso y volver a la posición inicial. Después, cambiamos de lado.
Entrenamiento con fitball: más trabajos de abdominales y piernas
Para trabajar la zona abdominal, también hay otras posibilidades. Para realizar una de ellas, de rodillas sobre el suelo o una colchoneta, apoyamos los antebrazos en la pelota; luego, la hacemos rodar hacia adelante, mientras extendemos los brazos y los abdominales. Finalmente, volvemos a la posición inicial.
Este ejercicio está recomendado para personas con un buen trabajo abdominal previo, ya que requiere un gran esfuerzo. Hay que recordar que son rutinas progresivas y el avance debe hacerse al ritmo de cada persona.
En última instancia, para trabajar los isquiotibiales y los glúteos, realizaremos el empuje de cadera. Como primer paso, nos acostamos boca arriba en el suelo con las piernas estiradas, apoyando los talones sobre el fitball. Podemos extender los brazos hacia los lados para ganar estabilidad.
El movimiento consiste en elevar la cadera a la vez que apretamos los glúteos y atraemos el balón ligeramente hacia nosotros. Lo mejor es empezar con pocas repeticiones y, poco a poco, ir aumentando.
En definitiva, ha quedado claro que el entrenamiento con fitball ofrece muchísimas posibilidades. Más allá de esto, si lo practicas con regularidad podrás apreciar sus grandes resultados. ¡Incorpóralo a tu rutina semanal!
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