Entrenamiento de fuerza en personas jóvenes
Actualmente, uno de los temas en los que existe más desinformación es el entrenamiento de fuerza en personas jóvenes y edades tempranas. Como todos bien sabemos, un entrenamiento de fuerza con una mala estructura o que no esté adaptado a cada individuo puede resultar perjudicial para su salud.
Sin ir más lejos, el entrenamiento de fuerza en edades tempranas está respaldado por la ciencia. Por ejemplo, un estudio estadounidense demuestra que el entrenamiento de fuerza, siempre que esté correctamente diseñado, contemple una buena progresión tanto en intensidad y volumen y se haga bajo la supervisión de un profesional, puede ser beneficioso para el desarrollo psicológico y físico de personas jóvenes.
Asimismo, investigaciones recientes demuestran que un joven de alrededor de 12 años puede experimentar un progreso en su fuerzo similar al de un adulto, aunque no sean equiparables en términos absolutos, debido al factor hormonal. Estos trabajos admiten que esta mejora en la fuerza puede alcanzar un 30 % de su valor inicial.
Beneficios del entrenamiento de fuerza en personas jóvenes
Ahora que sabemos que esta población de personas jóvenes tiene el potencial suficiente para mejorar sus niveles de fuerza sin dañar su salud, deberemos plantearnos cuáles son los beneficios que esto les reporta:
- El entrenamiento de fuerza reduce el riesgo de lesión en cualquier actividad diaria o deporte. La mayoría de las actividades físicas implican un trabajo de fuerza muscular, que podrá desarrollarse de una mejor manera en jóvenes que hayan entrenado esta cualidad.
- La práctica temprana de ejercicios multiarticulares de fuerza puede repercutir en el rendimiento en otros deportes o actividades gracias al desarrollo motor de estos individuos.
- Al igual que en los adultos, un proceso controlado de entrenamiento de fuerza favorece al incremento de los niveles de mineralización ósea; se debe, en parte, al impacto articular.
- El entrenamiento de fuerza provoca una mayor sensibilidad a la insulina; de esta manera, aumenta la masa muscular y disminuye la grasa corporal. Eliminar o prevenir la grasa ayudará directamente a la autoconfianza del adolescente.
El entrenamiento de fuerza en jóvenes y su crecimiento
Uno los mitos más extendidos por toda la población en general, y en muchos casos provocado por la desinformación al respecto, es que el entrenamiento de fuerza en jóvenes atenta contra su crecimiento.
Actualmente no existe ninguna evidencia científica de que el trabajo de fuerza en edades tempranas altere el crecimiento óseo. Sin embargo, como comentamos anteriormente, sí que hay datos y evidencias de lo contrario.
Sin ir más lejos, un estudio de la Universidad de Hong Kong demuestra que el entrenamiento de fuerza supervisado y controlado aumenta la mineralización ósea en los sujetos como respuesta al entrenamiento, independientemente de la edad del practicante.
Precauciones apropiadas para este entrenamiento
Más allá de sus ventajas, es necesario tener en cuenta el riesgo lesional, que se produce por una mala ejecución o programación. Para ello, será fundamental atender una serie de precauciones:
- Al tratarse de jóvenes, es importante atender a la importancia del cartílago, puesto que nos encontramos en períodos de crecimiento. El cartílago es una sustancia que se encuentra en los huesos largos y es responsable del crecimiento; se debe tener cuidado con los pesos, debido que aún no está totalmente solidificado.
- Las lesiones producidas en este tipo de entrenamiento, independientemente de la edad, suelen darse por un mal uso del material o por la inseguridad de la instalación. Es necesario prestar más atención a ambas en este grupo poblacional.
- Se debe hacer hincapié en la técnica de ejecución de cada ejercicio y olvidar las prisas. Lo recomendable es llevar a cabo un entrenamiento perfectamente estructurado y diseñado para cada sujeto.
Consideraciones al entrenar fuerza en personas jóvenes
Mencionamos que el entrenamiento de fuerza puede resultar lesivo y peligroso si no se realiza bajo la supervisión de un profesional titulado y sin las medidas, la técnica y la adaptación correctas para cada individuo. Por lo tanto, habrá que prestar atención a las siguientes consideraciones acerca de este tipo de entrenamiento:
- Es importante tener presente que el joven practicante no es un adulto en versión reducida. Cualquier exceso de peso o un mal calentamiento podrán tener repercusiones en su desarrollo óseo.
- Las sesiones de entrenamiento deberán estar adaptadas a nivel de intensidad y volumen a la edad biológica del practicante. Es mejor comenzar siempre con intensidades muy bajas, que le permitan al joven adquirir la técnica adecuada.
- Basaremos el entrenamiento en ejercicios multiarticulares. Debe primar un entrenamiento funcional sobre el resto, para progresivamente aumentar la carga en torno a un 5 % o 10 %.
- No se deberá realizar ningún entrenamiento de fuerza en estas edades sin la supervisión de un profesional. Este se encargará de supervisar la correcta ejecución técnica de cada ejercicio y garantizará la seguridad del deportista.
Conclusiones
En síntesis, el mito de que el entrenamiento de fuerza en personas jóvenes es perjudicial para el crecimiento es erróneo. Esto se debe en gran medida a la desinformación. El entrenamiento de fuerza, siempre que sea correctamente diseñado y adaptado a cada nivel físico y edad, puede reportar una serie de beneficios para la salud de los practicantes jóvenes.
A mayores, servirá para que los jóvenes desarrollen una serie de aptitudes como el sacrificio o la autosuperación, que le serán de gran ayuda para su maduración tanto física como psíquica.
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