Calambres musculares, por qué aparecen y cómo evitar sufrirlos

Los calambres musculares no son peligrosos ni demasiado perjudiciales, pero si pueden ser dolorosos y si se producen muy a menudo podría ser necesario que acudas a un médico
Calambres musculares, por qué aparecen y cómo evitar sufrirlos
Abel Verdejo

Revisado y aprobado por el fisioterapeuta Abel Verdejo.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 08 marzo, 2022

A todos nos ha pasado que al realizar cierto movimiento se contrae el músculo con un dolor punzante y mucha rigidez, es decir: un calambre. Los calambres son contracciones involuntarias de los músculos, normalmente dolorosas. En este post te contamos por qué se producen y cómo evadirlos. ¡Sigue leyendo!

El espasmo muscular o calambre puede producirse por distintos motivos como falta de oxígeno en los músculos, frío, movimientos rudos, entre otros. Los calambres son comunes durante la menstruación, al estirar el cuerpo cuando despiertas, o cuando se hace alguna actividad física extremadamente demandante.

Los calambres musculares llegan a ser muy molestos para cualquier persona, pero en especial para los deportistas. Puesto que además de ser dolorosos, interrumpen el ejercicio y pueden inflamar la zona afectada.

¿Por qué aparecen?

Los calambres musculares son sencillos de identificar. Básicamente, un espasmo muscular es la contracción prolongada del músculo; entra en la categoría de calambre cuando la contracción no puede ser controlada voluntariamente.

Como tratar calambres musculares.

Las razones por las que normalmente los calambres aparecen son las siguientes:

  • Poca circulación en la zona.
  • No haber calentado o estirado antes de hacer deporte.
  • Hacer actividad física en temperaturas bajas.
  • Agotamiento muscular.
  • Deshidratación.
  • Deficiencia de magnesio o potasio.
  • Hacer un mal movimiento, o forzar el músculo a estar en una posición no natural.

¿Cómo puedo evitarlos?

Los calambres causan un dolor intenso, por lo que sufrirlos es sumamente incómodo. Por esta razón, es recomendable hacer lo posible por evitarlos. Prevenir los calambres musculares es muy sencillo; en realidad se trata de cuidar los pequeños detalles que a menudo olvidamos. Ten muy en cuenta estos aspectos:

  • Hidrátate lo suficiente: no importa si vas o no a realizar ejercicio. Mantente hidratado en todo momento del día. De lo contrario, aumenta el riesgo de calambres por cualquier movimiento que puedas hacer.
  • Estira: antes y después de hacer ejercicio haz un buen estiramiento. Si tiendes de sufrir calambres al dormir, haz un estiramiento corto antes de acostarte. Es importante destacar que cuando estira tus músculos deben estar relajados, y a su vez debes respirar suavemente.
  • Que no te falte el potasio ni el magnesio: la deficiencia de estos elementos te hace más propenso de sufrir calambres. ¡Así que hazte amigo de las bananas y los cacahuetes!
  • Evita acumular ácido láctico en los músculos: el ácido láctico se genera por ejercicios muy intensos. Acumular demasiado ácido láctico en los músculos es extremadamente perjudicial; de hecho solo promovería la existencia de calambres. Para reducir el ácido láctico debes estirar, entrenar regularmente y mantener los músculos oxigenados.
Hombre con calambre muscular en el gemelo.

¿Debo ir al médico?

¿Es necesario acudir al médico si me da un calambre? No, usualmente los calambres son pasajeros y no dañan la estructura o funcionamiento del músculo. Sin embargo, hay algunos síntomas que pueden necesitar la revisión de un profesional. Por lo que debes prestar atención a los siguientes puntos:

  • Si los espasmos musculares aparecen muy frecuentemente y en los mismos grupos de músculos.
  • Si están asociados a enrojecimiento o cambios de la piel e inflamación del área.
  • Cuando el dolor es demasiado intenso e inaguantable.
  • Si no desaparecen con los cuidados preventivos.
  • Cuando no presentas razones aparentes para tener calambres.

Es primordial que no te automediques por tener calambres, ingerir medicamentos sin tener un diagnóstico médico no es conveniente. Además de poner en práctica los métodos preventivos, puedes ingerir bebidas isotónicas para hidratar mejor los músculos. Pero nunca tomes antibióticos o remedios sin visitar antes a un doctor.

Calambre no es contractura

Es significativo no confundir un calambre con una contractura. Si bien, el síntoma es muy parecido; dolor y contracción del músculo. Sin embargo, las contracturas pueden incluso durar días o meses. Y son mucho más serias que un calambre, no desaparecen ni con masajes o estiramientos.

Las contracturas pueden darse por tensión nerviosa, exceso de ejercicio o malas posturas. Un ejemplo de contractura es la tortícolis. Así que ten cuidado con los síntomas que presentas y acude a un profesional para que te ponga en tratamiento, mientras puedes poner hielo en la zona afectada.

Los calambres no son tema para preocuparse, sin embargo, no está de más cuidar nuestro cuerpo. Y a su vez, evitar los dolores innecesarios que un calambre pueda causar. Asimismo, si comienzas a sospechar de algún otro síntoma que acompañe a los espasmos musculares, no dudes en acudir al médico.

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