¿Cómo se debe medir el porcentaje de grasa corporal?
La información de este artículo proviene de fuentes científicas que presentan datos basados en evidencia. El artículo ha sido revisado y/o escrito por profesionales de la salud para garantizar la más amplia precisión médica basada en estudios científicos actuales, cumpliendo además con los estándares Fact Checked.
Existen varios métodos para medir el porcentaje de grasa corporal, aunque no todos cuentan con el mismo nivel de precisión. Conocer el estado de composición corporal puede ser importante para saber si la situación es óptima o si es preciso cambiar los hábitos dietéticos.
La mayor parte de los métodos para medir el porcentaje de grasa corporal que vamos a presentar cuentan con un cierto nivel de imprecisión. Por este motivo, pueden ser útiles para medir la evolución, pero no debemos tomar una medida aislada como demasiado rigurosa.
Antropometría mediante toma de pliegues para medir el porcentaje de grasa corporal
Se trata de uno de los métodos más utilizados en todo el mundo para medir el porcentaje de grasa corporal. Consiste en la toma de pliegues cutáneos con un lipocalibre.
Acto seguido, se introducen los datos obtenidos en una fórmula predefinida y se obtiene un resultado que muestra el peso graso del individuo. Se trata de un mecanismo que requiere de experiencia y que cuenta con una certificación acreditada.
En un artículo publicado en al revista The Indian Journal of Medical Research se explica este método con más profundidad. Hay que tener en cuenta que se trata de un proceso complejo. La toma de muestras ha de realizarse de manera rigurosa y en unos puntos del cuerpo determinados, previamente definidos.
Dependiendo de la fórmula que se utilice para el cálculo de la grasa se obtendrá un valor u otro, lo que da idea de la inexactitud del mecanismo. De todos modos, es útil para medir la evolución de un atleta a lo largo del tiempo.
Bioimpedancia para medir el porcentaje de grasa corporal
En la actualidad, se han desarrollado métodos basados en modelos matemáticos que permiten hallar el porcentaje de grasa corporal. Un ejemplo es la bioimpedancia.
Este mecanismo se basa en la emisión de un impulso eléctrico a través de unos electrodos y la medición del tiempo que tarda en atravesar los tejidos del organismo. Dado que la velocidad de propagación es diferente según pase por una zona grasa o magra, se puede obtener una referencia del valor graso y muscular.
Un estudio publicado en la revista Meat Science ofrece una información más precisa sobre el método, así como información acerca de su precisión. No obstante, no se trata de un mecanismo demasiado fiable, aunque también puede utilizarse para determinar la evolución a lo largo del tiempo, al igual que en el caso anterior.
Resonancia magnética
Se trata del método más confiable para medir el porcentaje de grasa corporal, aunque también el más caro. De hecho, no se suele utilizar con este fin, ya que está destinado fundamentalmente al diagnóstico de enfermedades y de lesiones.
La resonancia magnética resulta muy eficaz porque trabaja a partir de la emisión de radiación y de la elaboración de un mapeado corporal según la velocidad de propagación de los núcleos de hidrógeno emitidos por los tejidos. Es una tecnología compleja, pero muy precisa.
Este método se cataloga como el gold standard —‘el parámetro perfecto’— para la medición de la composición corporal. Aun así, recalcamos que es poco utilizado con este propósito. Solamente los hospitales suelen contar con máquinas de resonancia magnética, y es habitual tener que guardar una larga lista de espera para poder someterse a una prueba con este aparato.
Es posible medir el porcentaje de grasa corporal
Como ves, los métodos más accesibles para la medir el porcentaje de grasa corporal son también los menos precisos. El resultado obtenido ha de ser cogido con pinzas y correctamente interpretado; el margen de error es amplio.
No obstante, si se sistematiza el método, puede ser muy útil de cara a medir la evolución de un determinado sujeto, así como la eficiencia de un tratamiento dietético o de una determinada actividad física. Estos métodos suelen utilizarse en los equipos deportivos profesionales, salvo la resonancia magnética, que tiene otros usos más específicos, como el diagnóstico de lesiones estructurales.
Lo más recomendable es que estos métodos sean puestos en práctica por parte de especialistas en la materia. De este modo, se minimizará el error y se podrá obtener un resultado que sirva para la extracción de conclusiones.
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