Combate el trastorno afectivo estacional con ejercicio

El invierno es para la mayoría de las personas una estación gris. La tristeza estacional es un sentimiento muy común, pero si no se trata puede evolucionar a algo más grave: el trastorno afectivo estacional.
Combate el trastorno afectivo estacional con ejercicio
Gloria Redondo Rincon

Revisado y aprobado por la psicóloga deportiva Gloria Redondo Rincon.

Última actualización: 26 mayo, 2023

Muchas personas han sufrido un episodio de trastorno afectivo estacional sin ser conscientes de ello, y quizás se hayan recuperado de él gracias al ejercicio físico.

Los cambios de estación son momentos sensibles que producen cambios en el cuerpo y el estado de ánimo. Estos suelen suceder con mayor probabilidad con la llegada del invierno, y con la llegada del buen tiempo los síntomas suelen remitir.

El estado de ánimo depresivo es un síntoma principal del trastorno afectivo estacional, pero no el único. El apetito voraz por los carbohidratos, el aumento de peso o la fatiga son también indicios característicos.

A pesar de que es una depresión estacional y que con el tiempo remite, no conviene pasar por alto el malestar ya que se puede cronificar.

Por estas razones, a continuación te ofrecemos pautas sobre cómo combatir el trastorno afectivo estacional a través del ejercicio y la actividad física.

Realiza ejercicio con otras personas

Personas aprovechando los beneficios de los tipos de flexiones

El invierno es una época en la que realizar planes sociales resulta complicado. El mal tiempo o las obligaciones laborales hacen que pasar tiempo de calidad con otras personas se vea significativamente reducido.

Para cualquier persona las relaciones sociales son una fuente natural de placer y sentimientos positivos. Por lo que la falta de vida social que se da en invierno es un factor de riesgo para el trastorno afectivo estacional.

Con esto, una forma de combatirla es aumentar los contactos con las personas más cercanas. Realizar ejercicio con otras personas parece un método muy interesante ya que se obtiene una doble recompensa. Por un lado las emociones positivas por hacer ejercicio y por el otro, enriquecer la vida social.

Entrenar al sol aumenta los niveles de Vitamina D

Aunque entrenar al aire libre durante el invierno pueda parecer una actividad poco apetecible, lo cierto es que en algunas circunstancias aporta muchos beneficios.

Aprovechar los días en los que brilla el sol de invierno para entrenar es una fantástica decisión para aumentar de forma natural los niveles de Vitamina D, implicada en la regulación del estado de ánimo. Esto es más difícil de realizar en verano debido a las altas temperaturas y al riesgo que supone para la salud.

En línea con lo anterior, un artículo realizado por el Hospital Universitario de Basurto afirma que hacer ejercicio fuera de casa es un tratamiento eficaz contra la depresión estacional. Además, lo mejor de este tratamiento es que no es farmacológico, por lo que no aparecerá ningún efecto secundario.

El ejercicio reduce el estrés y la ansiedad

Uno de los beneficios psicológicos más notables del ejercicio físico es su capacidad para mejorar el estado de ánimo. Parece hasta mágico como después de entrenar, aunque uno se sienta exhausto, las emociones positivas inundan al cuerpo.

Es tal la capacidad terapéutica del ejercicio que cada vez son más los médicos que prescriben un estilo de vida activo como una manera de tratar los trastornos emocionales leves. De hecho, la Clínica Mayo recomienda el ejercicio físico habitual para combatir el trastorno afectivo estacional.

Las mejoras sobre el estado de ánimo son inmediatas y acumulativas. Esto quiere decir que se empiezan a notar desde el primer entrenamiento, pero además conforme se va avanzando son más notables.

Mujer deportista aprovechando los beneficios de correr con música

Pon al mal tiempo buena cara

Las estaciones son un aspecto sobre el que no se tiene ningún control. Ya que no se pueden cambiar, la única alternativa eficaz es modificar la manera de tomarse dichas modificaciones en el tiempo y saber aprovecharlas al máximo.

La manera de combatir más eficazmente al trastorno afectivo estacional es mediante la prevención. Lo mejor es hacerlo en el momento que empiezan a aparecer los primeros síntomas. Cuando la tristeza se instaura es mucho más difícil ponerse en marcha.

Por último, hay que tener en mente que para tratar el trastorno afectivo estacional es fundamental realizar algunos cambios en el estilo de vida. Por ejemplo, llevar un horario de sueño, hacer ejercicio habitualmente y seguir una dieta sana y equilibrada son algunos de los principales pilares.


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  • Gatón Moreno, M. A., González Torres, M. Á., y Gaviria, M. (2015). Trastornos afectivos estacionales," winter blues". Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría35(126), 367-380.

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