Enfermos del chándal: lo que debes saber

En los últimos años, se ha denominado «enfermos del chándal» a las personas obsesionadas con el ejercicio físico. Esta patología tiene consecuencias negativas para la salud física y mental.
Enfermos del chándal: lo que debes saber
Gloria Redondo Rincon

Revisado y aprobado por la psicóloga deportiva Gloria Redondo Rincon.

Última actualización: 26 mayo, 2023

El término «enfermos del chándal» cada vez está cobrando más popularidad en la actualidad. Sin embargo, son muchos los que no saben identificar a quienes padecen este problema, y por eso suelen pasar inadvertidos.

Para todo aquel que este término le resulte desconocido, los enfermos del chándal son aquellas personas que están obsesionadas con el ejercicio físico y el entrenamiento. Esta obsesión puede venir por muchas causas: para verse mejor físicamente, por la sensación adictiva que se produce después del entrenamiento o como una estrategia de evitación de otros problemas.

Riesgos de los enfermos del chandal

Sea cual sea la razón, la adicción al ejercicio es un problema que puede llegar a tener consecuencias muy negativas para la salud mental. Por eso, a continuación te contamos todo lo que necesitas saber sobre los enfermos del chándal.

El riesgo de lesionarse es mayor

Una característica muy destacada de los adictos al ejercicio físico es que tienen ideas erróneas sobre el deporte y la salud. El problema no solo viene de estos conceptos en sí, sino que aceptan que estos son completamente ciertos y los cumplen a rajatabla.

Entre estas ideas está que cuanto más se entrene, más se mejora. Pensar cosas como esta es peligroso, pues está lejos de la realidad y aumenta el riesgo de lesionarse.

La relación entre horas de entrenamiento y progreso no es lineal, sino más bien como una asíntota. Es decir, al principio sí que es cierto que incrementar las horas se traduce en una mejora, pero hasta que se alcanza cierto punto. A partir de ahí, un aumento del entrenamiento no se traduce en avances, sino en fatigas y en complicaciones físicas.

Entrenar con una lesión en el hombro es posible, pero hacen falta ciertas precauciones.

Produce alejamiento de los allegados y se dejan de lado aficiones

Otro aspecto esencial de los enfermos del chándal es que organizan su vida por y para entrenar. El aspecto de frecuencia es la principal razón que distingue a una conducta obsesiva de una normal.

Las personas adictas al deporte dejan progresivamente otros intereses en pos del entrenamiento. Esto es una conducta muy poco saludable, ya que la vida no puede girar en torno a un aspecto. 

Además, estos individuos no solo se alejan de sus aficiones, sino también de sus familiares y amigos. Es habitual que pongan excusas para no quedar con ellos y así no perder tiempo del entrenamiento. Esto es especialmente notable cuando la reunión implica comer fuera y no pueden controlar la dieta.

Conlleva síntomas físicos

La adicción al ejercicio es un trastorno mental, pero también genera problemas físicos. Otras adicciones como el internet, las compras o los videojuegos solo tienen el componente mental o comportamental, pero no implican cambios en el plano físico.

Los enfermos del chándal experimentan muchos cambios y desajustes corporales consecuencia del fuerte estrés al que someten su cuerpo. En el caso de las mujeres, se habla de la «triada de la atleta femenina», compuesta por la detención de la menstruación, la osteoporosis y los trastornos alimentarios.

Por otro lado, las personas que son adictas al ejercicio también son más propensas a tomar sustancias como los esteroides y los anabolizantes para aumentar el tamaño de los músculos. El uso continuado de estas sustancias tiene consecuencias perjudiciales para la salud, como daño en los riñones e hígado, hipertensión, mayor riesgo de sufrir ictus e infertilidad.

Las hernias deportivas se dan en la zona de la ingle.

Lo mejor que puedes hacer es ayudar

Las personas que sufren de vigorexia, es decir, los enfermos del chándal, raramente admiten que tienen un problema. Esto dificulta enormemente el proceso de recuperación, ya que el primer paso para superar la adicción al ejercicio es, precisamente, reconocer que no se tiene una relación sana con la actividad sana.

Por esa razón, el apoyo de otras personas es fundamental para que se pueda superar la adicción. Aquellos que vayan a ayudar tienen que hacerlo con mucha empatía, respetando las reacciones emocionales y las posibles recaídas que el afectado pueda tener. El proceso puede ser lento y parecer que no acaba, pero está en juego la salud de una persona, por lo que habrá que tener paciencia.


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