¿Qué hay de cierto en que la cerveza hidrata?

La cerveza es la bebida alcohólica más consumida en el mundo, y pese a las constantes advertencias sobre el consumo de este tipo de bebidas y los riesgos que conllevan, también suele ser frecuente ver algunos argumentos a favor de su ingesta, alabando unos supuestos beneficios que "no se valoran los suficiente"; es el momento de esclarecer la verdad
¿Qué hay de cierto en que la cerveza hidrata?
Nelton Ramos

Revisado y aprobado por el médico Nelton Ramos.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 26 mayo, 2023

Es una de las frases más escuchadas por los defensores acérrimos de los beneficios de esta bebida, pero ¿qué hay de cierto en que la cerveza hidrata? Analizamos sus virtudes y características para contrastar esta teoría.

¿Aporta la cerveza muchos minerales?

Es posible leer que la cerveza tiene una alta capacitad de hidratación por dos razones distintas: su alto contenido en minerales y por el propio hecho de que no deja de ser ingerir un líquido. ¿Qué hay de cierto en esto? ¿Es verdad que aporta tantos micronutrientres como se pregona?

Para responder a estas preguntas vamos a hacer un ejercicio muy sencillo. Comparar los micronutrientes que aporta una cerveza con los que aporta un vaso de leche.

Cantidad de minerales en la leche en comparación con la cerveza

Empezamos con el calcio, una caña de cerveza aporta 14 mg de calcio frente a 186 mg que contiene una taza de 150 mL de leche, es decir, 13 veces mas. Se puede pensar que este es una comparación un tanto evidente pues donde esta presente el Calcio sino es en la leche o en sus derivados, vamos con otro micronutrientre.

Otro de los componentes que podemos comparar es el potasio. Este micronutriente tiene fama de estar presente en la cerveza y no destacar tanto por su presencia en la leche. Prueba a teclear en Google “cerveza + potasio”, y verás cientos de artículos en los que se alaba a la cerveza por su alto contenido en Potasio.

La leche es una de las mejores fuentes de calcio naturales.

Pues aunque no sea tan conocido, una taza de leche contiene 3.5 veces más de Potasio que una caña. Tan solo hay 64.75 mg de Potasio presentes en una caña frente a 235.5 mg que tiene una taza de leche.

Y por ultimo, el Fósforo. Una taza de leche contiene 25.5 mg de Fósforo, ¿cuanto crees que tiene la cerveza?. Como consejo, si realmente quieres incluir Fósforo en tu dieta lo más recomendable son las sardinas ( 270 mg por cada 100 gramos) y mariscos (200 mg por cada 100 gramos).

El huevo (210 mg por cada 100 gramos) también destaca por su contenido en Fósforo y en especial, tiene un alto contenido de este mineral en la yema (590 mg por cada 100 gramos).

Acabamos de ver que por su contenido en minerales la cerveza no se puede considerar nada espectacular. Simplemente con bebernos un vaso de leche lo superaríamos con creces. Ahora, es momento de abordar el otro argumento defensivo de la cerveza, el tema de los líquidos.

Efecto del alcohol en los líquidos del cuerpo humano

Todos sabemos que la cerveza, como cualquier alcohol, aumenta las ganas de orinar. Esto tiene una explicación muy sencilla, ya que el alcohol actúa sobre una hormona importante en el proceso de excreción, la hormona antidiurética (a partir de ahora ADH).

La función de la ADH es que los riñones reabsorban el agua que se usa para disolver las sustancias tóxicas y desechos que necesitamos eliminar, y que están presentes en nuestra sangre. Para este proceso, el organismo usa mucha agua, pero no está dispuesto a perderla. Para evitarlo entra en juego la ADH, que se encarga de que ese agua pase de nuevo al organismo.

Cerveza o leche, ¿cuál es más beneficiosa?

Pero no nos vayamos del tema, ¿qué tiene que ver todo esto con el alcohol? Pues es bastante simple, el alcohol inhibe la secreción de la hormona antidiurética, y por lo tanto, el alcohol tiene un efecto diurético. Aunque  parezca un trabalenguas mental, si nos paramos a pensarlo con lógica, es muy sencillo.

En ultima instancia, lo que el alcohol provoca es que perdamos mas agua y los minerales contenidos en ella más  rápidamente. Esta es la razón principal por la que notamos que después de tomar alcohol tenemos muchas más ganas de ir al baño.

Ya sabemos que la deshidratación y la pérdida de minerales no son nada buenos para la recuperación muscular. Por lo tanto, después de entrenar no es el mejor momento para tomarse una cerveza.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.