3 propiedades del cacao
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El cacao es un producto que, en ocasiones, poco tiene que ver con el chocolate comercial. Este último es el resultado de añadirle azúcar y otros aditivos para potenciar su sabor a pequeñas cantidades de cacao.
De hecho, el producto original no es dulce, sino amargo. No obstante, conserva un color marrón oscuro y se trata de una sustancia muy aromática.
Además, posee ciertas propiedades que resultan beneficiosas para la salud humana. Desgraciadamente, el chocolate comercial no permite disfrutar de estos beneficios, a no ser que su contenido en cacao sea superior al 80 %.
El cacao, un excelente antioxidante
Una de las propiedades más importantes del cacao es su potencial antioxidante. Del mismo modo que otras sustancias amargas como el café, este producto es capaz de reducir el daño celular.
Por lo tanto, resulta beneficioso a la hora de luchar contra el envejecimiento, según un artículo publicado en la revista Molecules. Los flavonoides son los responsables de esta capacidad.
Debido a esta razón, la ingesta regular de cacao resulta beneficiosa para la salud, aunque esta ha de encuadrarse dentro de una dieta saludable. También es beneficioso combinar este alimento con otros productos ricos en flavonoides, como el café.
Posee ácidos grasos
A nivel de composición nutricional, el cacao es rico sobre todo en ácidos grasos. Se trata de lípidos mono y pollinsaturados que ayudan a combatir la inflamación, tal y como evidencia un estudio publicado en la revista Journal of Medicinal Food.
El contenido del cacao en cuanto a ácidos grasos omega 3 es inferior al de otros alimentos como los pescados azules. No obstante, este aporte sirve para completar los requisitos diarios.
Cabe recordar que una ingesta apropiada de esta clase de lípidos ayuda a combatir la enfermedad cardiovascular. Asimismo, es capaz de modular ligeramente el perfil lipídico y reduce la tasa de oxidación de la lipoproteína LDL, a la que se le atribuye la propiedad de formar placas de ateroma.
De este modo, el cacao resulta un alimento cardioprotector. Es beneficioso combinarlo con la ingesta regular de pescado azul, aceites vegetales y frutos secos. Así, podremos equilibrar la relación entre los ácidos grasos omega 3 y omega 6 y regular con ello la inflamación sistémica.
El cacao tiene propiedades organolépticas
Otra de las cualidades del cacao es su versatilidad en cuanto a su utilización. Su fuerte aroma y sabor permiten que sea usado como condimento en platos salados o como protagonista en postres dulces.
Una posibilidad es mezclarlo con otras especias como el curry para aportar aromas variados e intensos. Además, esta combinación resulta muy poderosa desde el punto de vista de su capacidad antioxidante.
A pesar de todo, es necesario tener precaución con el tipo de cacao que se utiliza. Lo recomendable es comprar este producto puro, amargo, sin azúcares añadidos. De lo contrario, estaríamos recurriendo a una alimento de menor calidad, que probablemente sea excesivo en carbohidratos y en aceites hidrogenados, ambos nocivos para la salud.
El cacao, un alimento imprescindible
Por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, el cacao debe ser uno de los elementos recurrentes de la dieta. Como mencionamos, es capaz de ayudar a reducir el riesgo cardiovascular y también presenta la propiedad de retrasar el envejecimiento, a partir del bloqueo de la formación de radicales libres.
En la Antigüedad, e incluso hoy en día, se ha utilizado como componente en cremas y mascarillas para mejorar la apariencia y salud de la piel.
No obstante, es necesario recalcar que el cacao es un producto diferente al chocolate que nos encontramos habitualmente. Este último contiene grandes cantidades de azúcares, aditivos y grasas trans en su composición.
Estas sustancias resultan nocivas para la salud a medio y largo plazo. Además el chocolate es un alimento pobre en cacao, este se utiliza en la cantidad mínima como para aportar color y aroma.
¿Cómo elegir un buen cacao?
A la hora de elegir un cacao, es importante decantarnos por aquel que nos ofrezca una mayor pureza. Una vez que contamos con él, su versatilidad lo convierte en un producto muy socorrido en la cocina, ya que es posible utilizarlo en platos dulces y salados.
Incluso está la posibilidad de combinarlos con especias o con otros alimentos ricos en flavonoides para aumentar todavía más este poder antioxidante. Por último, es mejor recurrir a las variedades orgánicas para disfrutar de unas características organolépticas todavía más intensas.
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