Aléjate del sedentarismo con movimientos de tu vida diaria
Se trata de uno de los males de la vida moderna: el número de afectados por la falta de actividad física en sus vidas no para de crecer año a año. Las excusas son muchas, pero el cambio no solo es necesario, también es perfectamente posible. Te contamos cómo acabar con el sedentarismo de tu gimnasio de manera sencilla.
No solo los modos de vida sedentarios tienen que aprender a actuar; aún los más activos pueden moverse todavía más. Solo se requiere incorporar algunas rutinas adicionales dentro de la cotidianidad para dejar atrás el sedentarismo.
Quienes tengan la disposición, tanto económica como de tiempo, pueden romper la monotonía y mantenerse siempre activos con cambios fáciles. No obstante, serán siempre aquellos que no se ejercitan regularmente los que más necesiten seguir estos consejos.
Apuntarse a un gimnasio siempre será buena idea, pero no es imprescindible para llevar una vida lo más sana posible. Solo se requieren 150 minutos de actividad moderada a la semana para romper el círculo vicioso. Esto es igual a dos horas con treinta minutos, un lapso de tiempo que puede fragmentarse en cuantos bloques diarios sean necesarios.
Estrategias para acabar con el sedentarismo de tu gimnasio
A caminar
Para superar la falta de actividad física, caminar es la opción número uno. No se requieren accesorios especiales —solo unos zapatos cómodos— ni pagar ninguna cuota mensual. Tampoco hay que sumarse a grupos —lo que no es mala idea— o ir hasta un parque. Caminar se puede hacer siempre, en cualquier parte y a cualquier hora.
Entonces, por ejemplo, para romper con el sedentarismo de tu gimnasio, camina a la oficina. Si las distancias hasta el lugar de trabajo son muy largas y hay que tomar el coche o el transporte público, también hay opciones para poder desplazarse a pie. Una es aparcar el vehículo a cierta distancia de la entrada al trabajo o bajarse del bus algunas paradas antes.
Asimismo, la lista de tareas cotidianas que incluyen caminar y que pueden hacerse con el motivo expreso de moverse es sumamente amplia. Estas van desde sacar a pasear al perro o ir al supermercado a por la lista de la compra. Incluso ir a un centro comercial de compras permite dar unos cuantos pasos.
En bicicleta
Las razones para desempolvar este medio de transporte o adquirir uno nuevo son muchas. Además de ser amigable con el medio ambiente y no generar ruidos molestos o congestiones de tránsito, andar en bicicleta es un excelente ejercicio.
Las escaleras son aliadas, no el enemigo
Ascensores y escaleras mecánicas son dos de las soluciones que los avances industriales y tecnológicos han encontrado al ascenso dentro de edificaciones. Son equipos que sin dudas resultan necesarios, pero no hay que abusar de ellos.
Subir dos pisos o acceder a la calle desde la estación del metro escalón a escalón son dos de las mejores maneras para romper con el sedentarismo de tu gimnasio. Además de que si se vuelve rutina, las piernas mostrarán orgullosas la favorable evolución de todos sus músculos.
En la oficina también hay que moverse
Ordenadores, teléfonos, correos electrónicos; todo al alcance de un clic, sin moverse de la silla. Horas y horas, día a día, semana a semana sentado ante un escritorio, trabajando frente a un ordenador.
Con jornadas laborales que copan todo el día y responsabilidades que no dan lugares a demasiadas distracciones, moverse puede ser una verdadera misión imposible. Pero hay que hacerlo posible.
Las posibilidades son muchas: por ejemplo, no utilizar el teléfono para consultar o comunicar algo a personas que estén dentro de la misma oficina, tampoco enviar un correo electrónico, sino caminar hasta el puesto de trabajo del interlocutor.
Si se deben subir o bajar escaleras en el trabajo, mucho mejor. Asimismo, se recomienda no llevarse una botella de agua hasta el escritorio personal; mejor levantarse cada 45 minutos para mover el cuerpo y además, hidratarse.
A jugar como niños
En casi todos los grupos familiares hay niños pequeños: hijos, hermanos, sobrinos o primos. Salvo excepciones de fuerza mayor, los pequeños están siempre activos, brincando, moviéndose, jugando. Participar de estos juegos es una buena idea para tener mucha actividad física.
Practica algún deporte
Con referencia a esta última alternativa que planteamos, las opciones son infinitas: fútbol, baloncesto, balonmano, tenis, atletismo, escalada, tiro con arco, natación. Se puede escoger entre disciplinas grupales o individuales.
Bailar es otra actividad aeróbica muy beneficiosa. Una canción que se baila tres veces al día suma en torno a 10 minutos diarios. Por lo tanto, ya sea con esta o cualquiera de las otras costumbres para acabar con el sedentarismo, solo hay que proponérselo y dejarse llevar.
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