Síntomas de la deficiencia de vitaminas
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La deficiencia de vitaminas puede condicionar negativamente el estado de salud. Estos nutrientes son necesarios para garantizar el buen funcionamiento de las reacciones fisiológicas que tienen lugar a diario en el organismo. Si no se aportan por medio de la dieta, se pueden producir ineficiencias.
De hecho, tener bajos los niveles de vitaminas puede conducir al desarrollo de patologías, tanto agudas como crónicas. Por ello, es importante identificar esta condición en sus fases iniciales, para así ponerle remedio y evitar complicaciones posteriores.
El cansancio, síntoma de la deficiencia de vitaminas
Muchas de las vitaminas que componen la dieta actúan modulando el sistema metabólico del organismo. Esto quiere decir que intervienen en las reacciones que provocan la descomposición de los nutrientes en sus componentes fundamentales. A partir de estos procesos, es posible obtener energía eficiente para el desarrollo de las actividades cotidianas.
Incluso algunas vitaminas están relacionadas con la fuerza o la función muscular, como es el caso de la vitamina D. Un estudio reciente publicado por el International Journal of Sports Science afirma que tener los niveles de este nutriente bajos puede cursar con sensación elevada de fatiga, e incluso podría influir sobre el riesgo de padecer roturas del tejido.
El hecho de no cubrir los requerimientos en lo que a vitaminas se refiere puede, por lo tanto, generar una situación en la que el cuerpo es incapaz de producir energía de manera eficiente. Esto se refleja en una situación de cansancio crónico que resulta, en algunos casos, incapacitante.
La falta de vitaminas puede generar niveles bajos de otros nutrientes
Algunas de las vitaminas que se consumen a diario intervienen en la capacidad de absorción de ciertos minerales a nivel intestinal. Serían ejemplos de ello la vitamina C, que modula el metabolismo del hierro, y la vitamina D, haciendo lo propio con el calcio.
El hecho de no administrar las dosis necesarias de cada uno de estos nutrientes puede manifestarse con valores anómalos de minerales en las analíticas de sangre. Por este motivo, cuando se observa un déficit de hierro en suero, suele apostarse por la suplementación con vitamina C y el propio elemento mencionado, para así conseguir revertir el proceso.
De todos modos, y de acuerdo con una investigación publicada en la revista JAMA, no siempre el refuerzo dietético con estas dualidades de nutrientes consigue un efecto significativo a nivel de salud. Pueden ser más factores los que interfieran en el proceso.
Problemas agudos originados por deficiencia de vitaminas
Existen ciertos casos en los que la deficiencia de vitaminas conlleva la aparición de algún trastorno agudo, peligroso para la salud. Uno de los casos más claros es el del escorbuto, generado a partir de un aporte ineficiente de vitamina C. La buena noticia es que se puede corregir aumentando el consumo del nutriente.
Otro de los ejemplos característicos es el de la anemia causada por un déficit de vitamina B12 en el caso de los sujetos que llevan una dieta vegana sin suplementar. Dado que este micronutriente solo se encuentra en los alimentos de origen animal, se produce un vaciamiento progresivo de los depósitos que termina en una situación de bajos niveles. A partir de ello, se experimentan alteraciones en la formación de células de la serie roja, lo que termina en una ineficiencia en el transporte de oxígeno.
Deficiencias de vitaminas, un problema dietético común
A pesar de que mucha gente no es consciente de ello, es relativamente común experimentar deficiencias de vitaminas. Esto es así sobre todo en los países occidentales, donde muchas veces se prioriza el consumo de ultraprocesados frente al de alimentos frescos, por lo que es posible detectar aportes insuficientes de nutrientes.
La manera de corregir o prevenir esta situación es mediante el ajuste de la dieta, procurando que esta sea variada y equilibrada. De lo contrario, se incrementará el riesgo de desarrollar patologías a medio plazo.
Otra de las opciones disponibles es recurrir a la suplementación, aunque esta no debe sustituir a una buena alimentación. Por otra parte, antes de comenzar a consumir suplementos es recomendable visitar a un especialista. Este podrá indicar cual es el producto adecuado, así como la dosis que se debe administrar para conseguir un efecto óptimo y solucionar el problema.
Cabe destacar que, en ocasiones, aun llevando una dieta adecuada, puede ser preciso recurrir a esta clase de productos. Generalmente se da cuando hay un incremento de los requerimientos, debido a causas que pueden ser variadas.
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