¿Cómo ayuda cambiar de deporte a evitar lesiones?
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Cambiar de deporte es esencial para evitar lesiones. Si tienes dudas sobre este punto, en este artículo trataremos de aclarar por qué esto es así para que puedas implementarlo cuanto antes previniendo patologías por sobreuso.
A continuación, vamos a analizar las principales razones por las cuales permanecer con un mismo deporte puede ser perjudicial.
¿Hay que cambiar de deporte para evitar lesiones?
El primer punto que hay que tener en cuenta es que el riesgo de lesión depende del tipo de deporte y la frecuencia e intensidad con la que lo practicamos. Y puede ser tan malo pasarse como hacer demasiado poco. Es decir, podemos lesionarnos si entrenamos a alta intensidad cuatro días seguidos, pero también si no hacemos deporte con frecuencia y un día echamos una pachanga con amigos. En ambos casos, la probabilidad de lesión es alta.
A efectos de este artículo, vamos a partir de la base de un deportista que practica deporte de manera frecuente. Asumimos que es una persona que practica deporte varias veces a la semana intensa. Y desea saber si es bueno o malo cambiar de deporte.
Fuerza vs resistencia
Empezaremos respondiendo a la pregunta anterior: En cuanto a nuestra salud, es positivo cambiar de deporte. Los estudios así lo avalan.
La primera razón por la cual cambiar de deporte nos ayuda a evitar lesiones es porque nuestro cuerpo lo podemos fortalecer de dos formas. Podemos trabajar la fuerza y la resistencia. Habitualmente, los deportes priorizan una sobre la otra. Y si solo entrenamos una y dejamos de lado la otra, aumenta el riesgo de lesión.
Es decir, si jugamos al tenis y es lo único que hacemos, el hombro y el codo con el que sujetamos la raqueta acabarán sufriendo. En cambio, si pasamos del tenis a la natación, pasaremos de trabajar la fuerza explosiva -golpes lo más fuertes posibles- a la resistencia. Así, el cuerpo se acostumbra a un nuevo tipo de estímulo.
Estructuras fatigadas
El segundo factor por el cual conviene cambiar de deporte para evitar lesiones es porque en cada deporte el cuerpo trabaja de forma ligeramente distinta. Los músculos, tendones, ligamentos, articulaciones e incluso la distribución del peso corporal trabajan de una forma diferente en cada disciplina. Y si no cambiamos, vamos a trabajar siempre sobre estructuras fatigadas .
Pensemos en el fútbol. Carreras explosivas, parones súbitos y chutes fuerte de balón, habitualmente con la misma pierna. Todos estos factores tensionan los músculos y ligamentos de las piernas y del complejo tobillo-rodilla-cadera constantemente.
Cambiando el fútbol incluso por una disciplina que parezca similar ya hay grandes diferencias. Pensemos que lo cambiamos por el tenis. Siguen habiendo aceleraciones y frenazos. Pero en este caso, vamos de lado a lado en vez de adelante y atrás. Así, ya son otros ligamentos los que más trabajo reciben. Así como otras partes del cuádriceps. Al no tener que chutar, ya es un esfuerzo menos para nuestra pierna dominante. Y tampoco nos vamos a chocar con rivales, por lo que eliminamos otro obstáculo.
Imagina que coges una goma elástica, metes los dedos índice a ambos lados y empiezas a estirar, relajar, estirar y relajar. Después de un tiempo cambias la posición de los dedos dentro del círculo que traza la goma. ¿A que hay menos posibilidades de que se rompa que si hubiéramos seguido tensionando desde los mismos puntos de apoyo? Algo así sucede tanto con los músculos, como con ligamentos, tendones etc.
Por otra parte, en cada deporte hay estructuras que apenas reciben trabajo. Al cambiar de deporte, también evitamos lesiones al darles a estas estructuras olvidadas algo de movimiento.
Riesgo exponencial
Cada deporte conlleva una serie de riesgos de lesión implícitas por el tipo de disciplina. Y habitualmente estas lesiones asociadas se producen por acumulación. Es decir, cuanto más tentamos a la suerte, mayor es el riesgo lesivo.
Si practicamos siempre el mismo deporte, estamos aumentando el riesgo de sufrir las lesiones que tiene asociadas dicha actividad. Pero al cambiar, y por lo tanto, cambiar también los riesgos, reducimos significativamente el riesgo de los primeros, ya que eliminamos el factor acumulativo.
Un cambio positivo
Como vemos, cambiar de deporte contribuye a evitar lesiones de varias maneras.
Si quieres ser un deportista de élite está claro que tienes que centrarte en una disciplina concreta y asumir los riesgos de hacerlo. Pero si practicas deporte por ocio, siempre será más beneficioso mezclar varios deportes y darle variedad de estímulos a tu cuerpo.
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