¿Cómo recuperarse de una lesión?
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Tanto si eres deportista como si no, lo lógico es que en algún momento de tu vida sufras alguna lesión. Existen muchísimos tipos de lesiones distintas, pero hay unos cuantos puntos que todas tienen en común. ¿Quieres saber lo básico sobre recuperarse de una lesión? Aquí van unos consejos.
Conoce el alcance de la lesión
Este primer punto es evidente y esencial. Debes realizar las pruebas necesarias para saber exactamente qué lesión tienes y a qué tejidos afecta.
En ciertos casos, puede ser beneficioso obtener una segunda opinión. Por ejemplo, si se trata de una lesión compleja, o una que va a requerir cirugía o un tratamiento invasivo o potencialmente peligroso.
En cualquier caso, ve a que te hagan pruebas. Puede ser tentador dejarse llevar por el «a un amigo le pasó algo parecido», o un «si, ese dolor lo tuve yo y era…», pero no tiene por qué ser lo mismo, y tratar algo de manera incorrecta va a dar lugar a una serie de problemas nuevos, seguramente peores que la lesión inicial.
Mantén la positividad
Uno de los problemas psicológicos que más complican la recuperación es la catastrofización. Esto es darle mucha más importancia a la lesión de la que tiene. Pensar que el dolor lo vas a tener siempre, o que nunca te vas a recuperar, o que la patología es más seria de lo que en realidad es, son pensamientos de este tipo.
A su vez, estos pensamientos van a llevarte a pasar por otras fases negativas, como pueden ser la evitación del dolor, la ansiedad o el estrés. En cuanto a la evitación del dolor, esto quiere decir que no harás cosas en el día a día porque crees que te va a doler.
En otras palabras, el fisioterapeuta te ha dicho que hagas vida normal porque necesitas ganar movilidad en el hombro, pero no coges ese tarro del armario superior por si acaso o te pones las camisetas con el brazo lo más quieto posible.
En este tipo de casos, es preferible hacer lo máximo que se pueda para acostumbrar al cuerpo de nuevo. Si te impones limitaciones, estarás frenando la recuperación. En el caso que se haga y cause dolor, sabrás que de momento no debes hacer ese gesto, pero si lo intentas y se puede, adelante.
Por todo esto, siempre será mejor llevar la rehabilitación de manera positiva. Saber que te recuperarás cuando sea posible, que saldrás adelante y que posiblemente dentro de unas semanas no será más que una anécdota.
Sigue las pautas de rehabilitación al pie de la letra
Si se trata de una lesión músculoesquelética, es probable que el médico o fisioterapeuta que te atienda haya visto ya cientos de casos similares. Por lo tanto, sabrán cuál es el mejor plan de acción y a qué velocidad debe ir la recuperación. De igual modo, si se te ha recetado medicación, también debes seguir las pautas al pie de la letra.
Si te dicen que hagas ciertos ejercicios 10 veces, hazlos 10 veces. Si te dicen que los hagas la cantidad de veces que sea posible, hazlos muchas veces todos los días. Lo importante de una recuperación es no saltarse días o pensar que ya no hace falta hacer ciertas cosas. Si te las han recomendado, por algo será, aunque sea un movimiento que pienses que no tiene utilidad.
Una vuelta al deporte con cautela
Aunque el médico o fisioterapeuta te diga que puedes volver a realizar deporte, debes tomarlo con calma. Recuperarse de una lesión incluye el volver al estado físico que tenías antes de ella; por lo tanto, tras varios días o semanas inmovilizados y reaprendiendo a hacer gestos básicos, no puedes ir a entrenar como si nada.
En cambio, tendrás que pasar de nuevo por las fases del entrenamiento, empezando con sesiones ligeras, y aumentar la intensidad poco a poco.
Ármate de paciencia
Este último consejo engloba varios de los anteriores. Si sabes el tiempo que vas a necesitar para recuperarte y que la vuelta al deporte será escalonada, debes aceptarlo. No queda otra, a menos que quieras volver a lesionarte o sufrir una lesión peor.
A menos que se trate de una patología severa, lo lógico es que una persona pueda recuperarse de una lesión totalmente. Solo necesitas entender que tu cuerpo está sufriendo, y que necesita los procesos adecuados para poder recuperarse del todo. Así que sigue estos consejos, y en un abrir y cerrar de ojos, habrás vuelto a tu vida normal.
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