¿Qué es el desgarro muscular y cuáles sus causas?
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El desgarro muscular es una de las peores lesiones musculares que se pueden sufrir. Esta dolencia mantendrá al deportista alejado de la actividad física durante una buena cantidad de tiempo.
Además, el individuo deberá asegurarse de obtener una recuperación total antes de volver tras un desgarro. A continuación, vamos a ver exactamente de qué trata esta lesión, así como sus principales causas.
¿En qué consiste el desgarro muscular?
Un desgarro muscular, también llamado rotura muscular, ocurre cuando se rompen fibras del músculo. Dependiendo de cuántas fibras se rompan, hablamos de un desgarro de nivel 1, 2 o 3. Por lo tanto, cuando hay un desgarro necesariamente debe haber cierta discontinuidad del músculo.
Hay que recordar que las fibras musculares tienen un gran riego sanguíneo para que puedan ejercer su función. Así, un desgarro cursa con dolor, inflamación y enrojecimiento, pero también habrá un hematoma más o menos grande e impotencia funcional.
Teniendo todo esto en cuenta, es más que probable que si sufres una lesión y tienes todos estos síntomas de manera local, hayas sufrido un desgarro muscular. Si bien un estudio realizado por expertos de la Universidad de Extremadura hablan de la existencia de muchas lesiones musculares, en realidad es difícil encontrar otra con estos mismos síntomas.
Causas del desgarro muscular
Al tratarse de una lesión grave, sus causas son significantes. Es decir, no es fácil sufrir esta lesión, sino que tiene que haber un factor importante detrás. Veamos pues cuáles son las causas más comunes:
Contracción súbita e intensa
La primera causa es también la más obvia: obligar al músculo a hacer una contracción para la cual no está preparada. Si estamos haciendo ejercicio físico y de repente realizamos una contracción máxima del músculo, podemos sufrir esta lesión.
Por supuesto, esto también es aplicable a las personas que no están realizando ejercicio físico. Una persona sedentaria que de manera súbita exige que su músculo realice una contracción máxima tiene muchas probabilidades de sufrir un desgarro.
Contracciones repetidas con el músculo fatigado
En segundo lugar, tenemos que tener cuidado con los músculos fatigados. Si un determinado músculo ya de por sí está cansado, no es capaz de ejercer la misma fuerza que cuando está descansado. Así, si está cansado por llevar ya un buen rato de deporte o por no haber descansado lo suficiente entre sesiones, es más probable que sufra esta lesión.
Por lo tanto, también hemos de tener cuidado de adecuar las sesiones de entrenamiento a lo que el cuerpo sea capaz de realizar. Recordemos que debemos progresar gradualmente, y no intentar hacerlo todo perfecto el primer día.
Mal calentamiento
La falta de calentamiento antes de practicar deporte es otra de las grandes causantes del desgarro muscular. En este caso, el músculo no está preparado para el esfuerzo que se le demanda, y se rompe.
El calentamiento es vital para cualquier deportista, para oxigenar bien los músculos, quitarles rigidez y empezar el ciclo contracción-relajación. Si lo ignoramos, estamos exponiendo el cuerpo a una lesión de este tipo.
Deshidratación
Por último, también es importantísimo estar bien hidratado al realizar deporte. Para contraerse y relajarse adecuadamente, así como para tener buena elasticidad, disponer de los elementos que proporciona el agua es vital.
Hidratarse bien no es solo beber mucho antes del deporte. Es preciso beber antes, durante y después de la actividad, para así aportarle a los músculos y a todas las estructuras del cuerpo los nutrientes que necesitan.
Vale la pena prevenir
El desgarro muscular puede tardar desde algo más de 1 semana —para el grado 1— hasta más de 3 meses —en los de grado 3— para recuperarse. Por lo tanto, vale mucho la pena tener en cuenta estas causas y cuidarse de no permitir su aparición.
Asimismo, hay ciertas enfermedades de la circulación que pueden afectar la sangre que llega al músculo, y por lo tanto, pueden predisponerlo a romperse. Contra esto, si ya se recibe el tratamiento indicado, no se puede hacer nada más.
Piensa que en un desgarro de grado 3, en el que hay una rotura de un gran número de fibras, puede ser necesario hasta una intervención quirúrgica. De hecho, un estudio publicado por Revista Chilena de Ortopedia y Traumatología señala la dificultad de obtener una regeneración muscular completa en tales circunstancias. En todos los casos deberemos reposar y poco a poco ir añadiendo métodos terapéuticos hasta recuperar la fuerza que el músculo tenía antes de la lesión.
Por lo tanto, para evitar estas dificultades, hemos de hacer deporte con cabeza, calentar siempre antes y estirar después del ejercicio y beber mucha agua, tanto antes como durante y después del entrenamiento.
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