Hernia de disco cervical: precauciones a la hora de entrenar

Cuando se padece una hernia de disco cervical, es importante tomar ciertas precauciones a la hora de entrenar. Saber cómo y cuándo ejercitarse evitará mayores daños.
Hernia de disco cervical: precauciones a la hora de entrenar
Nelton Ramos

Revisado y aprobado por el médico Nelton Ramos.

Escrito por Nelton Ramos

Última actualización: 30 mayo, 2023

Más allá de que el ejercicio es la mejor opción para evitar recaídas, es necesario que quienes padecen de hernia de disco cervical tomen ciertas precauciones a la hora de entrenar. Te ofrecemos algunas recomendaciones a continuación.

Los discos intervertebrales amortiguan el impacto y favorecen la movilidad de la columna. Estas almohadillas acolchadas, planas y redondas separan las vértebras. Están conformados por el núcleo pulposo o nucleus pulposus, que es la parte central, gelatinosa y suave. La capa exterior es dura y fibrosa y se la conoce como annulus fibrosus.

¿Qué son las hernias de disco?

Cuando estos discos se deterioran o se salen de su sitio, se producen las hernias. El dolor en el cuello y los brazos se hace presente y es necesario recurrir al tratamiento, que no siempre implica cirugía.

La gravedad dependerá de la compresión que se ejerza sobre los nervios adyacentes y las limitaciones que esto ocasione al paciente. Otros síntomas son hormigueo o falta de fuerza.

La degeneración del anillo fibroso comienza a partir de los 25 años y afecta generalmente a personas menores de 50 años. Son factores de riesgo la debilidad muscular, la obesidad, la genética, el tabaquismo o llevar un estilo de vida sedentario.

Los trabajos que impliquen levantamiento de pesos elevados también son un factor de riesgo. La falta de ejercicios o su práctica incorrecta, sumado a una inadecuada postura, juega también un papel importante.

Dolores lumbares por levantar mucho peso.

¿Hernia de disco cervical o lumbar? ¿Con o sin dolor?

Las hernias discales pueden ser cervicales o lumbares; estas últimas son las más frecuentes, ya que esa parte de la espalda es una zona de mayor presión. No obstante, las cervicales han ido en aumento como resultado del estilo de vida que imponen las nuevas tecnologías.

En algunos casos se manifiestan con dolor, lo que demanda suspender el entrenamiento hasta superar esa fase aguda. Otras veces, su descubrimiento es obra de la casualidad y no representan impedimento para la práctica deportiva. La evaluación médica es necesaria en ambas situaciones.

Ejercicio recomendado

Esta dolencia necesita cierto reposo pero no impide ejercitarse; precisamente, el deporte es uno de los mejores métodos para aliviarla. Si entendemos el ejercicio como parte de la rehabilitación, que además reduce el riesgo de recaídas, practicarlo será una necesidad.

El objetivo de la terapia física es mejorar la flexibilidad y la resistencia. Se trata de un programa de ejercicios de estiramientos para mejorar la flexibilidad y de fortalecimiento de ciertos músculos. También incluye trabajos aeróbicos para aumentar la resistencia y mejorar la circulación.

Lo principal es comprender en cuáles zonas deberemos enfocarnos durante el entrenamiento. Es recomendable fortalecer los músculos del cuello, la espalda, los glúteos y los abdominales que intervienen en el movimiento de los discos. En cambio, deben evitarse aquellos que requieran una flexión del tronco, como los abdominales clásicos.

Hernia de disco cervical: ¿con cuánta frecuencia ejercitarse?

La frecuencia también es determinante. Tres horas a la semana de estos ejercicios para zonas específicas es lo ideal. De este modo, se permitirá al músculo la recuperación y no se forzará el área afectada.

Los aeróbicos pueden realizarse a diario, siempre que no generen impacto sobre la lesión. La bicicleta estática, la natación o caminar son ejercicios aeróbicos que no afectan la columna vertebral.

En caso de presentarse algún tipo de dolor, cualquier actividad física debe suspenderse hasta lograr el alivio. Las sentadillas con barra no son recomendadas, pues el peso se apoya en la columna. En tanto, los estiramientos deben hacerse con suavidad.

Con una bicicleta elíptica en baja intensidad, se pueden quemar unas 225 calorías en media hora.

En todos los casos es indispensable cuidar la postura. Una espalda recta o en una posición cómoda es lo ideal mientras se practican ejercicios. De igual manera, en la vida diaria también debe cuidarse la actitud postural para garantizar una espalda sana y prevenir posibles lesiones.

Otros consejos para la vida diaria

A los pacientes con hernia de disco cervical se les recomienda dormir boca arriba, con una almohada enrollada debajo de la nuca. También es posible hacerlo de lado, con una almohada entre las piernas, pero nunca boca abajo.

Si hay que permanecer mucho tiempo de pie, es apropiado distribuir el peso de manera uniforme. Al caminar, hay que hacerlo con la espalda erguida, la cabeza elevada y los hombros hacia atrás. Cuando vayamos en coche conduciendo, lo haremos con las dos manos y a la distancia necesaria para que los pies lleguen a los pedales sin esfuerzo.

Por su parte, a las mujeres se les recomienda utilizar zapatos de tacón alto solo en ocasiones especiales. Cuando se levante peso, se deben flexionar las rodillas sin inclinar la espalda ni hacer presión con ella.

Si tomas estas precauciones a la hora de entrenar, la hernia de disco cervical mejorará en poco tiempo. Hay que acostumbrarse a una buena postura y a no ejercer presión innecesaria sobre la espalda, para así garantizar una mejor calidad de vida.


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