Hipotensión ortostática al hacer ejercicio

Factores como las altas temperaturas o los movimientos bruscos pueden producir efectos negativos en el cuerpo. La hipotensión ortostática es uno de ellos. ¿Sabes en qué consiste?
Hipotensión ortostática al hacer ejercicio
Abel Verdejo

Revisado y aprobado por el fisioterapeuta Abel Verdejo.

Escrito por Yamila Papa Pintor

Última actualización: 30 mayo, 2023

La presión baja o hipotensión ortostática puede ser un problema cuando queremos hacer ejercicio. Se produce al realizar algún movimiento brusco o cuando nuestro cuerpo cambia de posición rápidamente. Entérate más en este artículo.

Qué saber sobre la hipotensión ortostática

La presión arterial normal gira en torno a los 90/60 mmHg y los 120/80 mmHg. Los valores inferiores a estos se consideran hipotensión y pueden estar causados por diferentes factores. En el caso de la hipotensión ortostática, se produce por un cambio muy brusco en la posición de cuerpo, principalmente de la cabeza.

La tensión baja puede ser un problema al momento de practicar ejercicio; en ocasiones, puede hacernos detener el movimiento y no volver a empezar por un rato. Debes tener en cuenta que, cuando los síntomas aparecen, es probable que se mantengan durante unas 12 horas, o incluso por todo el día.

La también conocida como hipotensión postural se produce, por ejemplo, cuando estamos de pie, bajamos la cabeza y la elevamos muy rápido. El mareo puede ser leve y durar unos minutos o extenderse por más tiempo, experimentando aturdimiento, pitidos en los oídos o problemas de visión.

La hipotensión ortostática es más probable en personas que sufren de tensión baja, la cual se ve aumentada por el ejercicio o las altas temperaturas. El principal signo es el mareo, aunque también se pueden experimentar taquicardias, visión borrosa, falta de aire, desmayos y problemas de entendimiento.

¿Puedo hacer ejercicio si sufro hipotensión ortostática?

En el caso de que te hayan diagnosticado hipotensión ortostática, tendrás que tomar ciertas medidas para no experimentar ningún síntoma durante un entrenamiento en el gimnasio, en casa o en el parque:

1. Haz calentamiento

Esto es muy importante para que el cuerpo se empiece a poner en marcha de a poco, aumente la irrigación sanguínea en todos los músculos y evites también lesiones.

Mareos en el entrenamiento.

2. Hidrátate continuamente

No esperes a tener sed para beber agua, porque quiere decir que ya estás deshidratado. No reponer a tiempo los líquidos que se pierden durante el ejercicio es una de las principales causas de la baja tensión.

3. Empieza con ejercicios más tranquilos

No importa qué actividad física realices, si tienes hipotensión ortostática, te recomendamos que, tras el calentamiento, los primeros ejercicios sean lentos y tranquilos. Si comienzas haciendo burpees, los cuales requieren de muchos cambios de posición corporal, es probable que te baje la presión.

4. Evita ejercitar si hace calor

Las altas temperaturas son uno de los principales enemigos de la hipotensión. Por lo tanto, debes tomar ciertos recaudos y no entrenar en las horas centrales del mediodía en pleno verano. Mejor bien temprano por la mañana.

Al anochecer tampoco es aconsejable, porque el cuerpo queda en estado de alerta y se te puede complicar para dormir, pero puede ser una opción si no te acuestas demasiado temprano.

5. Levanta las piernas después de entrenar

Esta medida es buena cuando tenemos hipotensión ortostática, y también para evitarla. Al finalizar el entrenamiento, acuéstate boca arriba en una colchoneta y eleva las piernas, para que la sangre pueda recircular.

6. No consumas mucho azúcar

La glucosa en sangre no es buena si queremos entrenar, y menos aún si sufrimos hipotensión ortostática. Cuando se produce un bajón glucémico, disminuye la irrigación sanguínea al cerebro y esto provoca mareos y falta de energía.

7. No entrenes con el estómago lleno

Después de comer, no se recomienda hacer ejercicio. Esto, como se dice popularmente, ‘corta la digestión’, pero también porque la sangre está mayormente en el estómago. Si no quieres entrenar en ayunas, al menos aliméntate ligeramente.

La actividad sexual puede repercutir en cansancio en el entrenamiento.

8. Consulta con un médico

Un profesional podrá indicarte por qué motivo sufres de hipotensión ortostática. Quizás se deba a alguna enfermedad endócrina, trastornos del sistema nervioso o alteraciones a nivel cardíaco. En caso de haber antecedentes de baja presión en tu familia, con más razón consulta con un médico.

En síntesis, la hipotensión ortostática no es un problema de salud grave, y lo mejor de todo es que tiene solución. Incluso algunos doctores recomiendan a sus pacientes realizar ciertos ejercicios como trotar, nadar, andar en bicicleta o hacer pilates si son propensos a la presión arterial baja.

Puedes elegir actividades o rutinas leves y tranquilas que no empeoren el cuadro. ¡Con esto podrás evitar experimentar los tan molestos mareos!


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