Lesión deportiva y las fases de las que se compone el proceso de readaptación
En el siguiente artículo nos adentramos en el mundo de la lesión deportiva y su posterior readaptación. Para ello, es fundamental entender en qué consiste y las fases que demanda su recuperación. Además, es mejor estar al tanto de las consecuencias negativas que produce en el deportista este problema físico.
La lesión deportiva
Las lesiones deportivas tienen una gran importancia en este contexto, porque provocan un tiempo de inactividad con múltiples consecuencias adversas para el deportista. Estos efectos son más o menos perjudiciales en función de la gravedad de la lesión, del momento en el que se producen y de su evolución.
Las lesiones son un componente no deseable e inevitable de la practica deportiva. Debido a ellas, los deportistas se deben mantener al margen del entrenamiento y la competición durante un período variable de tiempo.
Este lapso trae consigo unas consecuencias negativas a nivel fisiológico porque implica una pérdida parcial o total de las adaptaciones conseguidas con el entrenamiento. Por lo tanto, el rendimiento deportivo se ve afectado.
¿Qué entendemos por lesión deportiva?
No existe una definición única y universal para este concepto. La mayoría de las definiciones han sido propuestas desde una perspectiva médico-terapeuta; no obstante, la que se adapta más al ámbito de las ciencias de la actividad física y el deporte es la ofrecida por Lalín (2008):
“Una lesión es el daño corporal que afecta al bienestar y que es causado por un mecanismo directo o indirecto en una región anatómica. Este daño afecta de forma crónica o aguda, y además mantiene al sujeto fuera de su actividad físico deportiva durante un período mínimo de 24 horas. Por lo tanto, puede provocar un deterioro de la capacidad funcional, de su competencia física o el final de su vida deportiva”.
Factores que predisponen al deportista a una lesión
Según Shrier (2007), las causas entendidas como condición necesaria para que ocurra una lesión son muy heterogéneas. Por eso, este riesgo es multifactorial, aunque puede ser dividido en diferentes factores que producen una mayor predisposición y susceptibilidad del deportista a las lesiones:
- Nivel de destreza.
- Características de la superficie del terreno de juego.
- Actitud y tono de la postura del sujeto, así como sus desequilibrios.
- Calentamiento inadecuado.
- Escasa capacidad propioceptiva.
- Niveles de fuerza muscular inadecuados.
- Falta de trabajo de la flexibilidad.
- Una recuperación insuficiente o inadecuada.
- Hábitos y estilo de vida.
Readaptación tras una lesión deportiva
Una vez explicado y entendido el concepto de lesión deportiva y las consecuencias negativas que produce en el deportista, podemos profundizar sobre la importancia de reducir al máximo ese tiempo de inactividad física. Luego de la lesión, comienza un período conocido como readaptación.
La readaptación es el proceso general mediante el cual el equipo médico terapéutico y físico deportivo reestablecen, desarrollan, mejoran y optimizan la funcionalidad y la forma física del deportista lesionado. El objetivo de este trabajo es facilitar y garantizar al deportista su reincorporación a la actividad deportiva lo antes posible.
Una de las características de este proceso es que tiene que ser afrontada desde diferentes perspectivas. Por lo tanto, para llevarlo a cabo, lo más importante es tener un equipo multidisciplinario, en el que médico, fisioterapeuta y preparadores físicos intervengan de manera coordinada.
Ámbitos de actuación profesional
Lalín (2008) establece que existen dos ámbitos funcionales de actuación profesional:
- Recuperación funcional deportiva: hace referencia al proceso mediante el cual un profesional clínico cura la estructura lesionada y recupera su función normal. En esta etapa, tendría más énfasis y trabajo el profesional sanitario.
- Readaptación físico deportiva: en esta instancia se procede al reentrenamiento al esfuerzo físico, con el objetivo de reestablecer y mejorar los patrones físicos y motores del deportista.
Fases del proceso de readaptación físico deportiva
El proceso se debe estructurar en fases porque su fin es poder definir claramente los objetivos y contenidos específicos en cada una de ellas. El autor antes citado (Lalín, 2008), establece la siguiente separación de estas etapas:
- Aproximación o recuperación funcional: se busca mantener los niveles de condición física básicos de las estructuras no lesionadas y evitar la pérdida completa de funcionalidad del miembro afectado por la lesión.
- Orientación o readaptación física: en este caso, se pretende reforzar la zona lesionada, además de mejorar los niveles de condición física general.
- Preoptimización o reentrenamiento: el objetivo de esta fase consiste en reeducar los patrones motores específicos de la modalidad deportiva, teniendo en cuenta las necesidades del deportista.
- Optimización o de entrenamiento específico: su finalidad es el entrenamiento específico de la modalidad deportiva.
Es importante tener en cuenta que, independientemente del tipo de programa que se elija para llevar a cabo la readaptación, los objetivos y contenidos del proceso deben establecerse con base en criterios científicos. Por lo tanto, es necesario el diseño correcto y aplicación de ejercicios adecuados y adaptados a la lesión que se va a tratar.
Para concluir, es apropiado remarcar que lo más importante para conseguir el éxito en la readaptación será tener en cuenta todas las fases, los objetivos y los contenidos que completan este proceso. Es importante tratar al deportista como un individuo único, usar el sentido común en cada paso de la recuperación y no dejar nada librado al azar.
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