Lesiones deportivas en el tobillo
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Cuando hay lesiones deportivas en el tobillo de algún atleta famoso nos enteramos muy rápido, ya que las noticias se hacen eco por el tiempo de recuperación que les demandan. Esto sucede en particular cuando hablamos del fútbol y las grandes ligas. ¿Qué debemos saber sobre estas dolencias?
El tobillo es una estructura anatómica formada por el hueso astrágalo, la tibia, el peroné, ligamentos y tendones. Los músculos recubren la articulación y la protegen, además de contar con líquido en su interior para lubricar los movimientos.
Las dos lesiones deportivas del tobillo más frecuentes son el esguince y la fractura. Mientras que la primera se localiza en las partes blandas de la articulación, la segunda es propia del tejido duro óseo.
El esguince de tobillo
Una de las lesiones deportivas del tobillo es el esguince. Esto sucede porque se estira en demasía algunos de los ligamentos que se encargan de darle estabilidad a la articulación.
En resumen, los ligamentos del tobillo son tres: el lateral externo, el peroneoastragalino anterior y el lateral interno. El primero de los nombrados es el que acumula la mayor prevalencia de lesiones.
De igual modo, como detalla una publicación de la Revista de la Universidad Industrial de Santander, los esguinces de tobillo se clasifican en tres grupos según su gravedad:
- Primer grado: es un esguince sin rotura de ligamentos. Quiere decir que se estiran los tejidos blandos, pero no llegan a romperse. A veces puede pasar desapercibido para el deportista, y la dificultad para diagnosticarlo con imágenes es alta para el médico tratante.
- Segundo grado: aquí aparece una rotura parcial del ligamento afectado. Los síntomas ya son más evidentes, con aumento de tamaño del tobillo, dolor, impotencia funcional y hasta algún hematoma.
- Tercer grado: es la forma más grave del esguince de tobillo, con rotura total del ligamento. La articulación queda inhabilitada, con imposibilidad de movilizarla. El dolor es intenso e incapacitante.
Tratamiento del esguince de tobillo
El tratamiento de esta lesión deportiva dependerá del grado, que será determinado por el médico tratante. En los primeros dos estadios conviene el abordaje conservador, con vendaje, frío local y antiinflamatorios.
El reposo se impone siempre para dar tiempo a que los tejidos recuperen su elasticidad normal y reparen las fibras dañadas. El vendaje es una ayuda a la estabilización, al igual que la elevación del miembro, para favorecer el drenaje de líquido desde la articulación hacia el sistema linfático y venoso.
En el esguince de tobillo de tercer grado se opta por una cirugía específica de reparación tendinosa y ligamentaria, que se acompaña luego de fisioterapia. La rehabilitación es fundamental y determina el regreso a la actividad de los deportistas.
La fractura de tobillo
Las fracturas en el tobillo pueden suceder en la parte superior o inferior, es decir, por debajo de la línea articular. Las que suceden por encima repercuten menos en la recuperación posterior del atleta, pero no dejan de revestir gravedad.
El mecanismo habitual de esta lesión deportiva en el tobillo es el traumatismo en el deporte de contacto. En raras ocasiones sucede por una mala pisada o un terreno inestable; esa forma deriva más en esguinces que en fracturas.
El dolor es inmediato cuando existe la ruptura ósea, y suele aparecer un hematoma que crepita. La crepitación es un sonido a aire retenido entre tejidos cuando se palpa el sitio de la lesión. Si es muy notorio, puede sospecharse de la inserción de aire en el tejido graso, con el consiguiente riesgo de embolia.
Cuando sucede la fractura, desde el aspecto externo se nota una deformidad de la pierna y del tobillo. Si uno de los huesos involucrados trasciende la barrera dérmica, se hablará de una fractura expuesta, y la posibilidad de una infección se incrementa.
Tratamiento de las fracturas de tobillo
No todas las fracturas de esta articulación pueden tratarse de la misma manera. Esto dependerá de la gravedad y del compromiso de las estructuras vecinas, así como de la edad del atleta y sus condiciones físicas.
El yeso y la fisioterapia son una opción para casos leves. Se comienza con una inmovilización por dos meses, que luego pasa a la colocación de un talón artificial en la escayola para poder reiniciar la marcha de manera progresiva.
Para lo quirúrgico, por otro lado, se suelen emplear materias de osteosíntesis, es decir, placas y clavos ortopédicos que se colocan como fijaciones internas por un traumatólogo. De todas maneras, tras el alta hospitalaria se continúa con yeso para dar tiempo al hueso a recobrar su forma natural.
La fisioterapia variará en duración y técnica, también de acuerdo al caso. En los atletas profesionales, se trata de un paso ineludible para retomar actividades intensas y no sufrir lesiones colaterales, como una inestabilidad crónica de tobillo.
Cuidarse de las lesiones deportivas en el tobillo
Protegerse de las posibles lesiones deportivas en el tobillo es una tarea que todo deportista debería aplicar, sobre todo si practica ejercicios como el fútbol o el running. Además, ante la sospecha, un tratamiento rápido evitará complicaciones futuras.
Los traumatólogos están entrenados para detectar y diagnosticar la gravedad de los esguinces y fracturas. Valiéndose de imágenes complementarias, ellos sabrán decirte qué es lo mejor para ti y cómo continuar la rehabilitación para retomar tu deporte favorito.
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