¿Por qué nos truenan las articulaciones?
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Es probable que todos nos hayamos preguntado alguna vez por qué nos truenan las articulaciones. La mayoría de nosotros nos crujíamos los nudillos de cuando en cuando de niños, sin saber qué estaba ocurriendo. Mientras que a los que lo hacíamos no nos provocaba dolor ni molestia alguna, las personas que lo escuchaban avisaban de los peligros de esta práctica.
A continuación, vamos a ver exactamente qué ocurre cuando nos truenan o crujen las articulaciones. Veremos si es bueno o malo e intentaremos dar así por resuelta una duda que persiste entre la sociedad en general.
La explicación del ruido en las articulaciones
Para saber por qué nos truenan las articulaciones, primero debemos entender qué está ocurriendo debajo de la piel, de lo que vemos a simple vista. En este sentido, habrá que diferenciar si existe dolor cuando aparece el crujido o no. Vamos a empezar con las razones cuando no hay dolor.
Cuando truenan las articulaciones sin dolor
En este caso, esencialmente existen 2 razones. La primera es debido a un proceso natural que ocurre con el líquido que hay dentro de la articulación. Este líquido se llama líquido sinovial; al forzar la articulación, se liberan los gases que contiene este líquido.
A este fenómeno se le llama «cavitación», y produce el sonido tan característico. Es como si explotaran las burbujas de aire que contiene el líquido. Una vez que esto ocurre, pasa un tiempo hasta que se vuelven a crear estos gases. Es por esto que no podemos escuchar el crujido de manera continuada.
La segunda razón es debido al roce de un tejido blando sobre otras estructuras. En este caso, puede ser un ligamento que pasa rápidamente por encima de un hueso el que produce el sonido.
Si es por cualquiera de estas 2 razones y, muy importante, no existe dolor, no hay ningún problema con que ocurra. Es cierto que no es recomendable reproducir el sonido mediante cavitación a largo plazo, ya que al fin y al cabo, estamos forzando la articulación y podríamos acabar haciendo que quede más holgada la articulación y se destensen los ligamentos.
Sin embargo, el sonido en sí no indica algo negativo, y si ocurre de forma natural —es decir, sin tener que forzarlo voluntariamente—, no hay problemas. De hecho, un estudio publicado por Osteopatía Científica muestra que este sonido incluso se busca en ciertas técnicas terapéuticas.
Cuando truenan las articulaciones con dolor
En las situaciones en las que sí hay molestias, esto indica un estado patológico. Por una parte, puede ser debido a una patología articular como la artrosis. En este caso, se ha degenerado el cartílago que separa ambos huesos de una articulación, por lo que los huesos rozan entre sí y provocan un ruido.
También puede ser causado por un tejido dentro de la articulación. A estos tejidos les llamamos cuerpos libres, y son trozos de tejido que no deberían estar ahí. Se pueden quedar enganchados y causar un ruido articular, además de dificultar la movilidad.
En esta sección también incluiríamos ciertas lesiones de menisco, en las cuales el menisco se rompe y gira sobre sí mismo. Este ahora ocupa un espacio antinatural y también causa dolor y un sonido similar.
En las subluxaciones o luxaciones articulares, también se puede producir un chasquido o crujido. Esto pasa porque uno de los huesos de la articulación sale de su posición habitual. No solo oiremos el crujido, sino que habrá dolor intenso y no podremos mover la articulación correctamente.
Por último, también puede ser debido a la hiperlaxitud articular, una patología que ha sido ampliamente analizada en estudios como uno publicado por la Revista Cubana de Reumatología. En este caso, el sonido lo provocan los tendones, que vuelven a su sitio y estado naturales.
Atender al dolor cuando truenan las articulaciones
Como vemos, lo que debemos hacer cuando nos truenan las articulaciones es prestar atención a si tenemos dolor o no. Podemos estar ante una simple ocurrencia natural en la que hemos acumulado demasiado gas en la articulación y lo tenemos que sacar para recuperar movilidad, pero también puede ser una señal de una patología grave. Como se dice, el cuerpo es sabio, y nos avisará con dolor si existe un estado patológico.
Así que no, no tienes que preocuparte si te truenan las articulaciones de los nudillos. De hecho, si lo haces de cuando en cuando y notas que te mejora la movilidad, puede ser hasta positivo.
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