¿Cómo enfrentar el burnout deportivo?
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Todo aquel inmerso en el campo del deporte debería conocer cómo enfrentar el burnout. Este síndrome, a pesar de que se desarrolló al principio en el ámbito laboral, es mucho más frecuente de lo que se cree en el deporte. Por ello, tanto una prevención como una intervención son esenciales para garantizar no solo el rendimiento, también la salud del deportista.
El burnout es un síndrome que hace referencia al estado de agotamiento mental que sufre una persona tras soportar un estado de estrés tan intenso que sobrepasa sus recursos. Al ser un síndrome no hay unos criterios diagnósticos, sino que se compone de un conjunto de síntomas. Estos son muy variados, pero los más habituales son: dificultad para concentrarse, indiferencia por las personas, comportamientos agresivos o un marcado sentimiento de impotencia. Con el objetivo de evitar esto, a continuación veremos cómo enfrentar el burnout en el ámbito del deporte.
La prevención es la mejor arma
Normalmente, se dirigen más esfuerzos a la intervención del burnout, esto es una vez ha aparecido en el deportista. Sin embargo, puede ser más valioso dirigir esos esfuerzos a la prevención. De hecho, prevenir no solo evitará los costos del burnout cuando aparezca, sino que en términos materiales y de recursos supone mucho menos esfuerzo y se obtienen más ganancias.
Cuando hablamos de prevención nos estamos refiriendo a la prevención primaria: llevar a cabo acciones entre todos los deportistas para evitar que aparezca el burnout. El gran beneficio de la prevención primaria es que al estar dirigida a todos los deportistas la pueden poner en práctica todas las personas que estén dentro del ámbito del deporte, y no únicamente los profesionales. Por ejemplo, una acción que sería eficaz para prevenir este síndrome es garantizar que los deportistas tengan periodos de descanso suficientes a la semana.
Aprender a detectar los síntomas para poder comunicarlo
Tal y como se dijo anteriormente, el burnout se compone de diferentes síntomas que están relacionados. En este sentido, se han desarrollado varios modelos que dan cuenta de las dimensiones y factores de este síndrome, siendo el de Maslach y Jackson el más reconocido y aceptado en las investigaciones y en la práctica. Según este modelo, las dimensiones del burnout son:
- Cansancio emocional: es el componente de estrés básico. Se materializa en sentimientos de agotamiento, frustración y debilidad ante las exigencias.
- Despersonalización: hace referencia a una respuesta indiferente, apática, e incluso agresiva hacia el ambiente. El ambiente lo constituye no solo el espacio o las tareas, también a los compañeros.
- Baja realización personal: un sentido de baja autoeficacia en el contexto y la creencia de que uno no se va a poder desarrollar personalmente.
Tener esta primera aproximación a los síntomas del burnout es de suma importancia, ya que constituye el punto de partida para poder identificarlos en uno mismo, y posteriormente comunicarlos al entrenador. Esto equivale a la prevención secundaria: el problema ha empezado a aparecer y lo que se quiere evitar es que vaya a más.
Encuentra espacios fuera del deporte para poder soltar el exceso de energía
La falta de descanso es uno de los factores más claros para el desarrollo del burnout, pero también es problema de una dedicación exclusiva. El no tener otras parcelas en la vida para poder distraerse o liberar el exceso de energía es garantía de acabar quemándose. Ya sea en el trabajo, deporte o cualquier afición, el invertir el tiempo en solo un ámbito de la vida acaba pasando factura. Por el contrario, tener varias parcelas a las que uno le dedica el tiempo justo ayuda a poder interiorizar que el trabajo, o el deporte, es solo un ámbito al que se le puede dedicar atención, pero no el único.
Quizás por esa razón los deportistas más profesionales se embarcan en proyectos personales más allá de su disciplina. Estos proyectos pueden ser desde practicar otro deporte a convertirse en empresarios y montar su propio negocio. En cualquier caso lo que nos dice esas acciones es que se pone la ilusión, la determinación y el esfuerzo en cosas que no tienen que ver con la disciplina en sí, y, por tanto, en seguir alimentando el bucle del burnout.
Actúa antes de acabar quemado
A pesar de que el burnout es un estado emocional negativo y que puede acarrear consecuencias negativas, la buena noticia es que se puede actuar eficazmente para acabar con él. Además, esta actuación es posible enfocarla tanto desde la prevención como desde la intervención. Siempre será mejor empezar por aprender a prevenirlo, pero también ayuda mucho estar atento a los primeros síntomas y así actuar lo más temprano posible.
Por último, también merece la pena abrir nuevos horizontes y pensar en nuevos proyectos o facetas a las que dedicar también una parte del tiempo. Esperamos que todo esto te haya servido para aprender cómo enfrentar el burnout en el ámbito del deporte.
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