¿Cómo perder el miedo a entrenar tras una lesión?
Este artículo ha sido revisado en profundidad para garantizar que la información presentada sea lo más precisa posible, cumpla con nuestros estándares de calidad y presente datos respaldados por fuentes confiables, reflejadas en la bibliografía y los enlaces dentro del texto.
A muchos deportistas les ronda por la cabeza cómo perder el miedo a volver a entrenar tras haber sufrido una lesión. Y es que tener una respuesta para este asunto no es fácil. Una lesión es un acontecimiento que moviliza emociones muy intensas, y por mucho que físicamente uno vuelva a ser el de antes, mentalmente pueden quedar cuestiones sin resolver.
De hecho, el miedo postlesión es un fenómeno más habitual de lo que podría parecer, especialmente en los deportistas que han tenido un proceso de recuperación complicado. Sucede que el miedo es una reacción natural ante un posible peligro, pero también es cierto que puede llegar a convertirse en un lastre que limita el progreso deportivo. Por esa razón, a continuación veremos cómo perder el miedo a entrenar tras una lesión.
Practica el método de las aproximaciones sucesivas
La mejor forma de superar un miedo es enfrentarse a él. Esto es una afirmación que seguramente hayas escuchado más de una vez, y lo cierto es que no le falta un ápice de verdad. Sin embargo, no resulta nada fácil exponerse a aquello que uno tiene miedo, y no solo eso, sino aguantar durante un periodo de tiempo largo. Además, hay miedos para los que planear una exposición no resulta fácil, como por ejemplo el miedo a las caídas. Por ello, existe una forma de exposición desde un enfoque mucho más cómodo y menos agresivo.
Este método se conoce como aproximaciones sucesivas, o práctica reforzada, y consiste en ir descomponiendo la exposición en pequeños pasos de dificultad creciente, como si fuesen los peldaños de una escalera. Por ejemplo, en el caso de un judoca que tenga miedo a ciertas llaves se podría ir practicando esas llaves de una manera más suave y más lenta, hasta que llegue un punto en el que por la exposición repetida a esa situación el miedo desaparezca.
A su vez, la práctica reforzada no solo consiste en exposición, sino que cada logro y avance se refuerza. De esta manera, lo que se quiere asegurar es la consolidación de los progresos.
Aprende formas de relajación y meditación
La principal característica de la respuesta al miedo es una elevada ansiedad en los momentos que el deportista está en contacto con aquello que teme. Esta sensación se manifiesta principalmente sobre el plano físico con sensaciones como taquicardias, sudoración y una elevada rigidez muscular. Todas estas reacciones son incompatibles con un estado de relajación, facilitador de la actividad física.
En otras palabras, una forma de perder el miedo a entrenar después de una lesión es poner en práctica las técnicas de relajación, bien a través de la respiración o bien dar una oportunidad a la meditación. Según un estudio del Instituto Nacional de Educación Física de Cataluña, las técnicas de relajación son idóneas para garantizar un buen retorno a la práctica deportiva tanto en la fase de inmovilización, cuando el deportista no puede realizar actividad física, como en la de movilización.
Dentro de las técnicas de relajación más conocidas se encuentran la respiración diafragmática, el entrenamiento autógeno y la relajación muscular, pero en los últimos años se está investigando el papel de la meditación.
Aumenta la confianza en tus capacidades y habilidades
Es normal que después de una lesión el atleta sienta que el escenario deportivo que ha ido construyendo con esfuerzo se vaya desmoronando. En este sentido, puede llegar a pensar que la lesión ha sido culpa suya, o que nunca volverá a ser el mismo de antes. Estas reacciones son encuadrables dentro de lo que es un estrés adaptativo a una situación adversa, pero también hay margen para trabajar con ellas y solucionarlas de buena manera.
Una forma de trabajar estas reacciones es potenciando la autoconfianza, variable que suele quedar mermada después de sufrir una lesión. También, es interesante apuntar que trabajar la autoconfianza es un método preventivo de lesiones, y siempre va a ser mejor estrategia prevenir que curar.
De acuerdo con un artículo de la Universidad de Extremadura, la autoconfianza se realiza de manera negativa con la ocurrencia de lesiones deportivas. Es decir, a mayor confianza del deportista en sí mismo, menos probable es que ocurra una lesión.
Que tus ganas de entrenar sean mayores que el miedo
Una lesión es algo que cualquier deportista trataría de evitar a toda costa, aun así que ocurra no significa que sea el fin de la carrera deportiva. La mayoría de los deportistas vuelven a su deporte, y no solo a su nivel anterior, sino que en muchas ocasiones son capaces de mejorar sus antiguas marcas. La clave para conseguir esto reside en el trabajo duro; en saber planificarse bien el proceso de rehabilitación; y lo que es más importante saber reconocer y aceptar todas las emociones que aparezcan durante el proceso.
Te podría interesar...