4 consecuencias y riesgos del sedentarismo
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Toda la población debería conocer las consecuencias y riesgos del sedentarismo. El número de gente que no realiza la actividad física suficiente está aumentando peligrosamente desde la década pasada.
Llevar un estilo de vida activo es algo más que entrenar una hora al día. Y es que de poco sirve ejercitar solo una hora si el resto del día se pasa sentado y con poca actividad. A este tipo de gente se la denomina los “sedentarios activos”, como indica una publicación de la Revista Médica de Chile, y cada vez están más presentes en la sociedad actual.
Evitar el sedentarismo tiene un efecto positivo tanto en la salud física como en la mental. Por ello, se deberían llevar a cabo más esfuerzos y acciones concretas para reducir este problema de salud. De momento, nos limitaremos a enumerar las consecuencias y riesgos del sedentarismo.
El estrés, uno de los mayores riesgos del sedentarismo
Todos necesitamos encontrar actividades para canalizar el estrés y las emociones negativas del día a día. Entre esas actividades destaca el deporte, por sus efectos potentes e inmediatos.
El ejercicio físico es una forma excelente para encontrarse mejor anímicamente. El aumento de la actividad que se produce sirve para descargar toda la frustración que se lleva dentro.
Asimismo, el cansancio que se siente después de entrenar ayuda a descansar y dormir mejor. Por estas razones, se puede afirmar que un estilo de vida activo es el mejor remedio para prevenir y mantener a raya el estrés.
Aumenta el aislamiento social
Realizar ejercicio fuera de casa es una fantástica oportunidad para conocer gente y formar relaciones sociales. Pocas cosas unen más que descubrir a personas con gustos semejantes a los nuestros.
Por el contrario, la falta de actividad reduce el contacto social y aumenta los sentimientos de soledad. Estos sentimientos son perjudiciales para la salud física. De hecho, la soledad debilita el sistema inmunitario y hace que la persona sea más vulnerable a contraer enfermedades infecciosas, como procesos gripales.
Empeora la salud del cerebro
Es bien conocido que una de las consecuencias y riesgos del sedentarismo es que debilita los músculos y huesos. No obstante, además de eso, tiene un efecto parecido sobre el cerebro.
Este órgano necesita la actividad física para funcionar bien. El ejercicio aumenta la oxigenación y la creación de nuevas sinapsis entre neuronas, procesos imprescindibles para mantener la salud del cerebro.
En línea con lo anterior, según un estudio publicado por la revista Motricidad y Persona, las adaptaciones que se producen en el cerebro como consecuencia del ejercicio producen una mejor repuesta cognitiva. Esto significa que la persona rendirá mejor en tareas que requieran procesos cognitivos como la atención o memoria.
Disminuye la confianza en uno mismo
Durante la práctica de ejercicio físico, pueden aparecer obstáculos que requieren una actuación y toma de decisiones por parte de la persona. Los problemas no se deben temer o considerar como algo necesariamente perjudicial, sino como oportunidades para aprender y evolucionar.
Si la persona tiene éxito en resolver esas situaciones, su confianza aumentará considerablemente. Al fin y al cabo, no hay nada más gratificante que darse cuenta que uno tiene las habilidades necesarias para resolver los problemas sin depender de los demás.
Por otro lado, gracias a estos reveses, el individuo aprende nuevas habilidades y recursos para resolver futuros escenarios. Experimentando por uno mismo los problemas, el deportista se da cuenta de qué funciona y qué no es útil para situaciones similares.
Cuida de tu salud con un estilo de vida activo
Adquirir el hábito de realizar ejercicio diario es la mejor inversión en salud que se puede hacer. No es necesario apuntarse al gimnasio o gastar mucho dinero en equipamiento, basta con salir a caminar a buen ritmo o desplazarse al trabajo en bicicleta.
Tan pronto como se adquiera la rutina de hacer ejercicio, se empezarán a notar los beneficios. Además, con el aumento del bienestar tanto físico como mental, la persona se sentirá más motivada a seguir ejercitándose. Tan solo se necesita encontrar una actividad estimulante y dejarse llevar.
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