4 consejos para el primer día de gimnasio
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Todo el mundo está de acuerdo en que las primeras veces son especiales. En el caso del entrenamiento, no iba a ser de otra manera, y es que el primer día de gimnasio es algo que se suele recordar con nostalgia, alegría y muchas otras emociones.
La primera vez que uno pisa un gimnasio siente una mezcla de sentimientos muy diversa: por un lado, la emoción o ilusión por empezar una actividad nueva; por otro, es normal sentir nervios por estar en un lugar desconocido.
4 cosas para tener en cuenta el primer día de gimnasio
Además, la primera vez tiene una importancia mayor, ya que de esta dependerá cómo se valoren el resto de las que sigan. Si una persona tiene una experiencia negativa su primer día de gimnasio, es poco probable que vuelva. Para evitar esto, a continuación te damos unos consejos para que la primera vez sea positiva.
1. No te compares con nadie
Es normal sentir cierto complejo cuando uno acude por primera vez al gimnasio y solo ve personas con muchos años de experiencia realizar ejercicio difíciles. Sin embargo, la comparación con otros tan solo aporta emociones negativas y hace que la experiencia se perciba como negativa.
En parte, el ambiente del gimnasio propicia que cada uno vaya a su aire sin prestar atención a lo que hace el resto. La mejor elección es ir con la rutina pensada de casa, ponerse los auriculares y solo prestar atención a la rutina de entrenamiento. Merece la pena recordar que los demás no son rivales, sino otras personas con objetivos diferentes.
2. Empápate de información de los profesionales
Cuando uno va por primera vez al gimnasio, no suele tener una base técnica sobre cómo hacer los ejercicios correctamente. Esta base se suele adquirir por la experiencia o por la instrucción de un profesional, y es un elemento muy importante, ya que previene la aparición de lesiones.
En el gimnasio trabajan profesionales del ejercicio físico dispuestos a ayudar a cualquiera que lo necesite. No hay mejor ayuda que la de un profesional que puede demostrarte en persona cómo hacer los ejercicios correctamente y corregir los errores. Por eso, no hace falta ser un experto o tener conocimientos para iniciarse en el gimnasio; tan solo se precisa ganas de aprender.
3. Ten paciencia, los resultados tardan en llegar
Normalmente, después del primer día del gimnasio el único cambio que se percibe son unas buenas agujetas. Esto puede desmotivar a la persona, ya que los cambios físicos positivos tardan en llegar.
Los grandes cambios en la vida no suceden de la noche a la mañana. En los principiantes, los progresos son más lentos porque al principio se dedica más tiempo a aprender la técnica y menos a desarrollar la fuerza física.
Además, no se puede olvidar que cada persona tiene un ritmo de progreso único. Hay deportistas que les cuesta menos adquirir esta base técnica y pueden avanzar más rápido, mientras que otros necesitan ser más pacientes y constantes. En cualquier caso, hay que adoptar una mente de principiante, siempre con curiosidad y con ganas de aprender.
4. Aprende a escuchar y sentir tu cuerpo
Las personas que empiezan a ejercitarse por primera vez no suelen tener desarrollada la conciencia interoceptiva. Esta se refiere a la capacidad para hacer caso a las señales del cuerpo, escucharlas y saber interpretarlas.
La conciencia interoceptiva se adquiere con la práctica y es muy importante, ya que es una potente fuente de información acerca de cómo el cuerpo está afrontando el estrés del ejercicio.
Los principiantes suelen tener muchas ideas equivocadas en este tema. Por ejemplo, suelen asumir que el dolor durante los ejercicios es un buen síntoma y, por ende, lo ignoran. Dejar pasar las señales del cuerpo no solo es peligroso, sino que disminuirá notablemente el rendimiento.
Permítete ser un principiante
Los inicios nunca fueron sencillos, pero ser un principiante es la única manera de tener éxito en cualquier actividad. Como se dijo anteriormente, la valoración del primer día de gimnasio influirá sobre las posteriores. Por esa razón, si se logra que la primera vez sea positiva, hay más probabilidades de que se continúe yendo a entrenar.
Al principio, es normal sentirse perdido o con muchas dudas, pero no hay de qué preocuparse. Las demás personas están para ayudarte y hacer que la experiencia sea lo más cómoda posible. ¡No dejes que el miedo te obstaculice conseguir tus objetivos!
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