Los desafíos mentales de los deportes
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El deporte es una actividad muy demandante, no solo para el cuerpo, sino también para la mente. Durante una competición existen numerosos desafíos mentales y dificultades a los que el deportista debe ser capaz de dar una respuesta rápida. Ahí radica la importancia del trabajo psicológico en el deporte como añadido al trabajo físico o táctico.
Muchas veces, todo este trabajo mental se lleva a cabo de manera que el deportista no es consciente de este, pero eso no significa que no exista. El cansancio después de competir viene en parte por vaciarse físicamente, pero también existe el cansancio mental, y se le debe prestar la misma atención que al físico.
Los desafíos mentales en el deporte son innumerables. En este artículo, te contamos sobre aquellos más frecuentes y que suelen dar más quebraderos de cabeza al deportista.
Tomar decisiones rápidamente en un ambiente impredecible
La toma de decisiones es un proceso que puede marcar la diferencia entre ganar y perder. Una mala decisión en el momento equivocado puede ocasionar que el deportista pierda, sea descalificado, o en peores escenarios, que se lesione.
El deportista tiene que tomar decisiones con base en su actuación, pero también tiene que tratar de predecir lo que va a hacer el rival y anticiparse a él. Ahí es cuando la toma de decisiones se vuelve complicada, porque es muy difícil tratar de averiguar las decisiones del contrario.
Entrenar la toma de decisiones requiere el control de otras variables psicológicas: percepción, atención, memoria, entre otras. Por lo tanto, antes de pasar a entrenar este proceso complejo, se debería empezar por consolidar esas habilidades psicológicas.
Mantener la concentración por largos períodos de tiempo
El deporte requiere una gran capacidad de concentración por largos períodos de tiempo. Las competiciones pueden durar horas sin descanso y, durante ese tiempo, el deportista tiene que ser capaz de estar ‘metido’ y no distraerse.
Esta capacidad va más allá de los propios límites de la mente. Por regla general, la concentración se puede mantener durante 50 minutos; pasado ese tiempo, el cansancio empieza a aparecer y cada vez resulta más difícil estar atento. Los recursos cognitivos son limitados y se necesita desconectar para volver a la tarea.
Una manera sencilla para sacar el máximo beneficio a la capacidad de atención es saber gestionar los períodos de descanso. Aprender a desconectar y a despejar la mente ayuda a afrontar la tarea con una nueva actitud.
Lidiar con las emociones negativas
Todo deportista ha experimentado momentos dulces y agrios durante su carrera deportiva. El deporte es un reflejo de la vida: tiene sus momentos felices, pero también existen las situaciones desagradables. Ambos son inevitables y naturales.
Sin embargo, aunque no se puedan controlar muchas situaciones, la manera de afrontarlas sí depende de cada uno. Por ello, la habilidad de gestionar las emociones negativas es una parte esencial en la psicología deportiva.
El primer paso para regular esas emociones consiste en etiquetar y conocer el estado emocional. Una vez que esto se ha realizado, se pueden aplicar las técnicas de relajación o de expresión emocional para ayudar a estabilizar al deportista.
Estar motivado durante toda la temporada
La motivación es como la gasolina de los esfuerzos. Es la variable psicológica que influye en el inicio, mantenimiento y cambio de una conducta. Un deportista que se encuentre altamente motivado será más propenso a esforzarse y dar lo mejor de sí mismo.
Tradicionalmente se distingue entre la motivación intrínseca, cuando se practica una actividad porque resulta placentera en sí misma, y la motivación extrínseca, cuando un deporte se practica para obtener una recompensa externa.
Ambas clases de motivación pueden hacer que un deportista mantenga sus esfuerzos, pero la motivación intrínseca es mas estable. En el caso de la motivación extrínseca, en el momento que desaparezca la recompensa, también lo hará la motivación.
La preparación psicológica es fundamental
De la misma manera que el deporte requiere un notable nivel de forma física, para obtener el máximo rendimiento se necesita una buena preparación psicológica. Aunque existan obstáculos impredecibles, la mejor preparación para afrontarlos es anticiparse y contar con los recursos de antemano para abordarlos lo antes posible.
Por último, es cierto que los desafíos mentales en el deporte son innumerables, pero guardan una estrecha relación unos con otros. Debido a ello, aprendiendo a gestionar uno, se adquirirán habilidades que se podrán utilizar para otro. ¡Dedica tiempo a entrenar tu mente!
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