Ejercicio en exceso: ¿cómo identificarlo?
La información de este artículo proviene de fuentes científicas que presentan datos basados en evidencia. El artículo ha sido revisado y/o escrito por profesionales de la salud para garantizar la más amplia precisión médica basada en estudios científicos actuales, cumpliendo además con los estándares Fact Checked.
Cuando se habla de ejercicio físico y entrenamiento, importa tanto la calidad como la cantidad. El sedentarismo no es una buena opción para el bienestar, pero de la misma forma, tampoco lo es el ejercicio en exceso.
A la hora de diseñar entrenamientos, es muy importante tener en cuenta que la carga, volumen o intensidad no puede superar los límites de cada deportista. Es mejor ir poco a poco, incrementando progresivamente la dificultad, que querer abarcar demasiado en poco tiempo.
Señales y consecuencias del ejercicio en exceso
Por otro lado, mucha gente cree erróneamente que cuanto más se entrene, mayores serán los progresos. Esta idea es muy peligrosa, y tiene consecuencias negativas para la salud de la persona, tanto física como mental. Por esa razón, a continuación hablaremos de cómo detectar el ejercicio en exceso.
Tienes fatiga muscular y mental
La fatiga puede aparecer de dos formas: a nivel físico, como una reacción de los músculos a un estrés continuado; o a nivel mental, consecuencia de no desconectar y encontrar momentos de relajación.
Las personas que se ejercitan en exceso sienten más dolores musculares o articulares, pero también experimentan un deterioro en las capacidades cognitivas. Este deterioro se manifiesta como dificultad para concentrarse, lentitud de pensamiento o estados de irritabilidad.
Por suerte, cualquier tipo de fatiga es reversible. Tan solo hay que planificar los descansos de manera adecuada y no autoexigirse más de lo que uno puede dar.
Experimentas cambios en el apetito o el sueño
Uno de los síntomas del ejercicio en exceso es que afecta a otros procesos fisiológicos, como son el hambre o el sueño. Esto no solo influye de manera negativa en el rendimiento deportivo, sino que contribuye a desarrollar estados emocionales negativos, como el estrés o la ansiedad.
Según un artículo elaborado por profesionales de la Universidad Técnica de Machala, el síndrome de sobreentrenamiento o ejercicio en exceso da lugar al insomnio y pérdida de apetito.
Existen muchas causas no relacionadas con la actividad física que podrían explicar estos fenómenos, por lo que la mejor opción es consultarlo con un profesional. Aún así, se puede sospechar que el ejercicio en exceso tiene algo que ver cuando además aparecen síntomas físicos y emocionales después de entrenar.
Te cuesta mas alcanzar los objetivos propuestos
La relación entre horas de entrenamiento y rendimiento no es del todo lineal. Cuando uno es principiante, es cierto que los progresos llegan antes si se dedican más horas a entrenar. Sin embargo, llega un punto en el que el rendimiento se ralentiza y no es tan fácil conseguir avances.
Esto es completamente normal y les pasa a todos los deportistas, pero la solución no pasa por entrenar más de la cuenta. De hecho, en estos casos entrenar en exceso genera sentimientos de frustración y enfado porque uno no puede avanzar tan rápido como quiere.
Una solución para evitar esto es reevaluar los objetivos propuestos constantemente. Las metas no son obligaciones inflexibles que el deportista debe cumplir, sino ayudas para potenciar su motivación y tener información acerca del ritmo de progreso.
Los ejercicios que antes te gustaban ahora te aburren
Una de las claves para aumentar el rendimiento es introducir variación en las rutinas. De esta manera, se asegura no solo que el cuerpo se adapte a un nuevo estresor, sino que la mente se refresca y se evita el aburrimiento por la monotonía.
No obstante, uno de los síntomas del sobreentrenamiento es el aburrimiento y la apatía por el ejercicio físico. Esto quiere decir que las rutinas que antes se afrontaban con ganas y determinación, ahora generan rechazo y falta de voluntad.
En último término, se pueden producir consecuencias muy negativas para el deportista, como la aversión al entrenamiento o la evitación de competiciones. Así lo pone de manifiesto un artículo publicado por la Revista de Educación Física y Deporte.
No caigas en el ejercicio en exceso
El desarrollo de las consecuencias negativas del síndrome de sobreentrenamiento se produce de manera gradual. Esto significa que el deportista no se despierta una mañana sintiendo todas estos síntomas negativos, sino que poco a poco se van instaurando en él hasta que llega un punto que su bienestar se ve comprometido.
Por esa razón, es muy importante una buena prevención y detección a tiempo. La prevención empieza por planificar sesiones de entrenamiento y descanso bien estructuradas y adaptadas a las capacidades de cada deportista.
Por otro lado, para la detección a tiempo es fundamental que los entrenadores estén atentos a posibles variaciones o descensos bruscos en el rendimiento deportivo. De igual manera, es preciso que el deportista sepa detectarse y comunicar estos síntomas.
Te podría interesar...